Aron
Estaba en mi despacho no dejaba de pensar en todo lo que estaba pasando como podía tener a mi eterna, pero algo en mi interior me tiene intranquilo y agobiado, como si mi otra mitad faltara, aunque ya está, pero yo quiero a otra, quiero a...
Mi padre entra a la oficina deteniendo mis pensamientos
—Querido hijo en que piensas —entra mi padre cerrando la puerta en un azote brusco, pero yo ni me inmuto.
—En nada importante —me mira con una de esas caras donde me exige perfección.
—¿Espero y no estés pensando en aquella bruja o sólo es un simple nada importante?
Sólo hubo silencio entre nosotros como si él tuviera la razón y es que sí; no lo puedo negar, mi padre Sadock, tenía la razón y pensaba en ella en todo lo que vivimos y experimentamos juntos, en todo lo que queríamos y nos queríamos al borde de tener un amor obseso.
Se su historia y por todo lo que pasó sólo quiero ayudarla a salir de todo su dolor ese dolor que provoque yo, claro soy un idiota, la lastime y ahora estoy arrepentido no puedo olvidar aquel momento en el cual le dije que había encontrado una mate su expresión fue de...
Salí de mi trance al escuchar un chasquido de dedos.
—Hijo, céntrate —se frota la sien —, espero y no me decepciones —levanta la mirada y me su mirada fría llena de rabia y exigencia me doblegaban por dentro, aunque no lo demostrara.
—No dudes de mis capacidades, padre. Pero una cosa si te dejo bien en claro —me incline en mi silla giratoria —, cuando todo esto haya acabado me quedaré con flor sobre la cabeza de quien sea hasta la tuya.
—Eso lo veremos.
Alexandra
Otro día más aquí, no soporto el lugar, si decía que la mansión de Danton era aburrida esta es el doble, que digo doble, el triple de peor, aparento que me agrada estar aquí y creo que por lo menos estoy logrando que Aron confié en mi si sea un poco.
Camino por los pasillos y escucho un ruido en la biblioteca así que entro porque la curiosidad siempre puede más que yo. Me adentro a la biblioteca ya que el pasillo principal está vacío y todas las luces están apagadas, pero por sorpresa mis ojos se tapan con una fuente pequeña de luz amarilla intermitente en uno de los pasillos. No soy muy creyente de las películas de terror, pero me armo con una enciclopedia por si los casos, una nunca sabe con qué espíritu de satán nos podemos encontrar y más si los vampiros no están de buenos términos con los demonios en estos momentos.
Camino lo más despacio que puedo y levanto la enciclopedia lista para atacar cuando mis ojos captan la persona que se encuentra leyendo de pie un libro muy particular y muy viejo.
—¿Flor? —la llamo asustándola en el proceso.
—Hola, no te vi, ¿me necesitas para algo? —se apresura a decir nerviosa mientras escondía el libro que llevaba consigo.
—No... solo quería caminar un poco —sus ojos se fijan en la gran enciclopedia que llevo en las manos.
—¿Estudiando cultura? —me pregunta y yo asiento y me acerco a la pequeña mesa de esa zona de la biblioteca.
—Si, ¿y tú que lees? —la veo morder su labio inferior y luego me sonríe sacando el libro escondido para luego sacudirlo frente a mí.
—¿Esta cosa vieja? —lo siguió sacudiendo —, es un simple libros de recetas familiar —fijé mejor mi vista en libro y me di cuenta que es un libro de venenos naturales para matar vampiros.
—Bueno, yo lo que veo es un libro con el capítulo de venenos, no es que exija, pero por favor dime que planes tienes o que haces o le contare todo a Aron —le miento solo para que me diga que oculta.
—No digas nada por favor —deja el libro donde lo agarro que es en la parte más alta del estante, se gira y se me da la cara de nuevo —, mañana inventaras un día de campo conmigo cerca de la zona hibrida, ahí te explicare todo lo que quieras saber.
La miro extrañada, pero acepto su propuesta viendo que no tengo más opción y más nada que hacer.
Danton Black
Han pasado semanas desde que se fue y lo único que quería era tenerla a mi lado gritándome que no le leyera la mente y su carácter, y lo más hermoso es esa sonrisa que me hace ser otro o bueno, intentar ser otro, desde que ella está a mi lado he intentado no manifestar mucho mi forma de ser.
Me siento dependiente a ella, esta necesidad que no había sentido desde hace mucho tiempo me carcome por dentro, la necesito y es una mierda sentir el vacío de no tener a mi alma gemela conmigo.
Lo único que quiero ahora es amarrarla a la cama y no dejarla salir nunca más hasta que entienda que conmigo va a estar toda su vida, y si, sueno como un puto loco pero un puto loco que estaría dispuesto a acabar con una legión de vampiros con tal de tenerla respirando contra mi pecho plácidamente.