Mi Alpha Tirano

CAPÍTULO 27

Alexandra

De tanto bailar caigo rendida en el sofá del lugar riéndome como una loca cansada. Ya estaba fastidiosa así que hablé.

—Oye ya enserio, pruébate otro, y por favor que sea rápido no me quiero imaginar la cara de Danton si llego muy tarde a la casa.

—¡Vamos! ¿Enserio? Él es un completo gruñón aburrido. Nunca soporté su mirada en las juntas de las manadas, pero por cómo me trató ni sabía quién soy —lo miré divertida y negué con la cabeza.

—Si es un gruñón amargado, pero tiene algo que simplemente no he querido ver por mis ideas de soltería.

—Suenas como si estuvieras considerando darle una oportunidad —su mirada intrigante se hizo notar, esa mirada que me dice que ya tiene razón y que esa pregunta más bien es una afirmación.

—Tal vez —le soy sincera y Jackson no dice nada más.

pasaron horas y horas de pruebas y no se decidía, joder, está peor que Roxy en una tienda.

—Ya, enserio son las tres de la tarde. sal por favor... déjame verte.

—Ya, ya, niña, deja de gritar —reí por sus palabras.

lo vi salir y por fin, este era el adecuado, un color gris resalta más sus ojos, habíamos intentado con varios modelos de color negro y azul, hasta verde y en definitiva se queda el gris.

—Bien, me agrada —le digo y arrugó el entrecejo —, date una vuelta de ciento ochenta grados por favor —lo veo girar dándome una vista de su culo —, perfecto, hace que se te marque el culo gordo —Jackson rueda los ojos y me lanza una pajarita que estaba en una mesa.

Jackson pagó el smoking y salimos del local, cuando salí me fijé que no había ningún auto esperándome, qué raro, ¿dónde está el guardia que me trajo? En fin, a causa de eso Jackson tuvo que llevarme de regreso a la mansión. ya está super tarde


 

Danton

Llegue a casa estaba extremadamente furioso, ¿qué le pasa?, se aleja de mí y luego la veo con este imbécil como si se fueran a casar. Ella no sabe lo que ha despertado en mí, pero muy pronto se va a enterar.

Entró a la casa y me topé con Rosita.

—Nana, le doy la semana libre o mejor dicho regrese cuando usted quiera —ella me mira con cara de impacto y felicidad.

—¿Enserio, mi niño? —asentí con la cabeza —, ay mil gracias, tengo mucho tiempo sin visitar a hermana, creo que cuando me vea se va a sorprender —visita a la hermana claro, ella no tiene hijos, no pudo tener y por eso me quiere como a uno.

—Nana, rápido que se le hace tarde, hablé con mi chofer y la va llevar donde su hermana.

Vi como Rosita me dio la última sonrisa y se fue dejándome solo, mi furia iba en aumento.

Pero tenía que pensar con la cabeza fría, cuál sería su castigo. No me importa que me odie, ella no conoce mi verdadero temperamento he intentado acercarme a ella y entendernos, pero simplemente no cede. El castigo ronda por mi cabeza y no es nada bonito.

Y para ese tal Jackson... ya tiene lo suyo para cuando Alexa regrese.

<<Matt>>

•Danton, con el castigo tiene que aprender a no retarnos, de una buena vez entenderá a quien pertenece.

•No lo dudes, aprenderá a quedarse con nosotros.



 

Alexandra

Llegue a casa estaba realmente cansada y lo único que quería era encerrarme en la habitación y no salir nunca más, como por un mes. Las piernas me dolían porque el idiota de Jackson se le acabo la gasolina y me toco caminar, no iba a esperar una grúa ya eran las 5:00 pm y si esperaba tal vez nunca llegaba a casa.

Estoy en la entrada de la casa y veo la hora y son las 6:48 pm, ¿Por la diosa luna que hago con mi vida? Se va a enojar.

Entró a la casa y lo veo. Con la mirada más fría y dura que podía esperar de él, ¿pero ¿qué le pasa? Está demasiado enojado, literalmente parece otra persona.

—Sí... he llegado tarde... —no me dejo terminar de hablar cuando se acercó a mi enfurecido mientras hablaba.

—¿Sí? ¿Ah? Has llegado tarde porque estabas muy ocupada con tu supuesto "amiguito" haciéndote la que se va a casar —palidecí, en ese momento no sabía que decirle. ¿Realmente él me había perseguido?

—Puedo explicar eso —le digo, pero él niega con la cabeza mientras sus ojos se tornaban rojos.

—Intente empezar bien contigo, porque eres mi mate. Solo por esa razón no conociste a mi otro yo, pero te digo algo, me has ignorado, me has apartado y si no quieres estar conmigo por las buenas entonces no haremos por las malas, y como has sido mala te voy a castigar.

—¿Cas... castigarme? —la impresión era grande

—Si escuchaste perfectamente te voy a castigar.

En ese momento terminó de acercarse a mí y me tomó como un costal de papas, intenté zafarme de su agarre, pero no podía porque él era más grande, más fuerte que yo. No tengo ni idea de hacia dónde vamos, pero lo que sí sé es que todo lo que veía es un pasillo al revés y oscuro.

—¡Suéltame! —le gritó sacudiéndome de sus brazos, pero lo único que hace es darme una palmada en el trasero —, imbécil.

Cuando estamos frente a una habitación abre la puerta y me adentra y luego me cierra la puerta en la cara, una puerta de hierro que no abre por mucho que la golpeó y pateó.

—¡Abre la puerta! —le grito —, abre la puerta, idiota.

—No hasta que doblegues tu altivez e inmadurez —me dice del otro lado.

—¿Me dejarás morir de hambre? —le pregunto y lo escucho gruñir.

—Adentro tienes agua.

—¿Nada más? —Mi voz es pura indignación.

—Adiós, Alexandra —dice y comienzo a golpear la puerta cuando escuchó más lejos sus pasos.

¿Y ahora qué? ¿Me había dejado encerrada? ¿Qué le pasa? Yo no soy una prisionera, mierda, sí que está loco, y yo que estaba pensando en darle una maldita oportunidad, lo odio, lo odio y me quiero ir de este infierno.




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