Mi Alpha Tirano

CAPÍTULO 29

Alexandra

llevo dos días aproximadamente sin ver a Danton, solo me la he pasado descansando y comiendo todo lo que puedo, Rosita ha procurado estar muy atenta a mí, Danton no ha entrado a mi habitación durante esos días por obvias razones; Rosita no le permite entrar y aunque entrara no dudaría en darle una patada en el culo.

tengo que hacerle algo que de verdad le duela, si me voy a vengar tiene que ser por lo alto. estaba sentada en unos de los balcones que da al patio, miraba hacia el árbol frondoso de mucho valor sentimental para Danton cuando la venganza como una gran idea me golpeó en la cabeza.

Esta idea parecía enviada por todo los dioses que me gritaban venganza cada vez más fuerte en el oído. Pues sí, así va a ser lo voy a provocar

Si, pienso darle donde más le duele "la decepción lujuriosa", voy a provocarlo, pero antes le recalcar en la cara que Jackson es un hombre comprometido, creo que eso hará que su conciencia lo atormente y agreguemos que la temporada de calor hará que sus ganas aumenten y sus sentidos también.

[Época de celó (para hombres lobo): época en la cual los hombres lobo y mujeres lobo tienen una atracción sexual muy incrementada.

•en este caso yo lo resalté en que nada más pueden tener deseos grandes los hombres no las mujeres y deseosos nada más por sus parejas y no por las de otro•]

mientras sonreía como una loca mirando el jardín, me levanté y fui directo a la cocina, tengo cosas que hablar con Rosita.

—Nanita, hola —le dije entrando a la cocina.

—Hola mi niña, ¿necesitas algo?... ¿más comida?

—No, no. Claro que no, no quiero terminar rodando —así que decidí hablar y ser directa con ella —, Rosita lo que necesito es que... cómo decírtelo... te... te tomes unas vacaciones, tú y el resto del personal para ser exactos.

—¿Mi niña qué piensas hacer? Lo mismo me dijo mi niño y no resultó nada bien —mi miró preocupada y atenta —, así es que dime ¿qué vas hacer?

—Vengarme de Don soy un cabrón —le regale una sonrisa —, por favor, no me juzgues, además, cuando regreses lo encontrarás enterito, sin golpes ni nada de eso.

—Mi niña —su voz sonó como una advertencia, pero luego se rio —, a ver te voy a apoyar nada más porque me gustó visitar a mi hermana.

—Una bromita por aquí y otra por allá, nada del otro mundo.

—Entonces regresaré después de la temporada de calor —expandir los ojos y ella se ríe.

Me fui en dirección a la habitación, de camino en las escaleras vi a Danton que iba de bajada, no se veía nada bien, llevaba puesto unos jogger e iba sin camisa. Lo pensé, le iba a dar un poquito de lo que iba a ser su semana.

Lo miré de arriba a abajo, con la mirada más seductora que pude lograr y mordí mi labio inferior, lo vi aturdido por mi acto sé qué se preguntará por qué si hace unas horas atrás le quería tirar un jarrón en la cabeza, tal vez creerá que se me ha ido la olla. Pasé por su lado, de reojo vi como admiraba mi culo.

Danton, mi querido Danton, te vas a llevar una gran erección mañana y los próximos días que dure la época de celo.

Además, que él es el alpha de alphas así que todo más intensificado para él, la verdad que eso me agrada y eso quiero, que ni el agua más fría logre bajarle el calor.

Llegué a la puerta de mi habitación y lo primero que hice fue agarrar el teléfono y llamar a mi buen amigo Jackson.

—Hola. ¿Jackson?

—Cariño. Hola, a qué debo tu llamada.

—Bueno, pienso que no te he presentado bien ante Danton, que dices si vienes mañana a aclarar quién eres.

—Está bien, no te preocupes.

—Bueno. adiós, me saludas a tu mate.

Colgué. Si todo sale bien mañana vendrá Jackson, Rosita no estará en casa y empezará mi juego.

 

****

Voy directo a la cocina ya que un rico aroma me guía, ¿Rosita no había abandonado la casa ayer?, entré a la cocina y me topé con un hombre gigante frente al fogón revolviendo unos huevos, me detengo en el marco de la puerta y lo veo girar.

—Rosita se ha ido y está furiosa conmigo, así que he preparado el desayuno para los dos ya que no hay nadie del personal que contrató —no le respondí.

Me dejo un plato con huevos, tocino y panqueques, mierda, sabe cocinar.

—Esto es para ti —deja un tenedor y un cuchillo frente a mí y yo lo miro sin tener idea de qué hacer.

—Cómelo... por favor —tomó el tenedor y el cuchillo y me llevó el primer bocado a los labios.

Gemí por la sensación tan satisfactoria que me provocan los panqueques, sí que estaban buenos, por alguna razón mis ojos miran a Danton y lo que vi me dejo casi impacta; tenía los ojos rojos y sentía la tensión de la lujuria pesada, lo vi sudar y eso me quiere decir que estaba desesperado ahí de pie.

—Tengo trabajo que hacer —dice con su voz gruesa y ronca para luego aclararse la garganta e irse de la cocina.

Suelto reír mientras devoro mi desayuno. Que comience la maldita diversión.

El timbre suena y me levanto rápidamente a abrir porque ya se quién es, al abrirla me topo con la mirada de mi mejor amigo y más atrás de él dos guardias que al parecer custodian su entrada. Observe con más atención la cara de mi mejor amigo y tenía en una esquina un pequeñito moretón.

Ahora mismo los únicos que no pueden dejar su posición en temporada de celó son los guardias que trabajan dándole vigilancia a la casa de Danton.

—Pasa rápido —lo jalo del brazo para adentrarlo a la casa —, entre más rápido más tienes tiempo de follar con tu prometida y mate.

—Exacto —dice él mientras es jalado por mi hasta el pasillo donde se encuentra el despacho de Danton —, no me interesa saber tus planes macabros.

Al llegar a la puerta la abro sin avisar y empujó a Jackson adentro.

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.