Danton
Seguí desayunando, la verdad es que no puedo creer hasta dónde puede llegar los alcances de inmadurez de Alexandra. No voy a cambiar de opinión solo porque ella me lo diga. Además, que lo he sentido como una punzada a mi orgullo, ¡mi hermana menor con mi enemigo! ¡Esto es una completa mierda! Debí partirle la cara cuando pude.
Me parece una insolencia que me hayan ocultado eso. Se supone que como alpha rey tendría que saberlo y más si es ¡mi puto enemigo! Yo nunca hubiera permitido esa relación, quién sabe cuántas veces estuvo en mi puta casa, la casa en la que me crie y crecí en mis propias narices.
No sé porque mis padres lo harían, mi padre para haber sido el alpha rey antes es demasiado piadoso y permisivo, ¿qué le pasó a ese hombre que castigaba con puño de hierro? ¡Que me enseñó a no bajar la cabeza y a poner a la gente arder!
Me paralice, sentí una punzada en el estómago que hizo que soltara los cubiertos y me quedara muy quieto ¡No está! ¡Carajo, no está! Ya no siento su presencia ni su aroma, se fue se escapó. Cumplió su promesa. Me abandono de nuevo, no creí que fuera enserio, creo que tengo que hablar seriamente con ella y esta vez será diferente. No tengo ni puta idea donde está metida y eso me estresa.
Me levanté de la silla con rapidez y trote hacia la puerta principal, salí y mandé a llamar a los guardias más cercanos.
—Rey alpha ¿ha ocurrido algo? —me miraban todos preocupados y yo solo tensaba la mandíbula.
—Si pasa algo, pasa que todos son una bola de insectos que no se fijan en quien entra y en quien sale de este lugar.
—¿Quién ha entrado señor? —pregunta el guardia mayor encargado. Me acerco a él con rabia y lo agarro de su camisa ya que me enoja más el que no sepa.
—Su luna reina, se ha escapado y ninguno de ustedes lo ha notado —lo sacudo para después soltarlo —, quiero que la busquen, todas las manadas y si es posible hasta en uno que otro pueblo humano que esté cerca.
Quiero respirar tranquilo, pero juro que me taladra la cabeza esta niña. Solo la quiero ver y tenerla cerca. Pero qué no crea que se va a escapar de mi tan fácil sin yo haber dado guerra primero. Guerra que estoy seguro que ganaré.
Alexandra
—Hola, me han hablado mucho de ti. Eres Alexandra collins hija de un alpha, esposa del alpha rey y mejor amiga de mi prometido —me sonrío, la escaneo solo para verificar si su sonrisa era verdaderamente sincera y no me engañaba. Pero si, su sonrisa era sincera.
—Soy yo —agito mis manos en el aire sonriendo —, Pero Danton y yo no somos esposos —me miro apenada.
—Yo creí que eras su luna, lo siento.
—No, si lo soy, pero no nos hemos casado todavía —me miro extrañada. Aquí cuando saben quién es mate de quien siempre se casan con mucha rapidez, por la conexión de mates, a veces para unos es tan fuerte que siente como si esa persona hubiera compartido con ellos durante años.
—Con su anterior luna se casó rápido, bueno, eso me contó mi madre.
—Es algo complicado, pero tengo diecisiete, aunque tengo entendido que eso no es impedimento para nuestras reglas, pero pensaba hacerla una semana después de cumplir los dieciocho y tener mi transformación.
—Que tonta soy, no sé si mi prometido te habrá dicho mi nombre, pero soy Sofía, mucho gusto.
—Sofía es un gusto, espero no incomodarte en mi estadía aquí— me sonrío ampliamente.
— Claro que no, es más, serás de gran ayuda con las cosas de la boda —me jala hasta que está llena de revistas de todo tipo, entre flores y comida.
****
Me levante de brinco por un ruido intenso en mi oído. Este ruido provenía de una espanta suegras, cosa que casi me dejaba sorda.
—Feliz cumpleaños, la cumpleañera más inmadura, gritona, intensa...— lo calle.
—Ya, ya entendí —lo mire furiosa —, pero había mejores maneras para despertarme, en vez de dejarme sorda —le pego en el hombro con el puño cerrado.
—Eres amargada a veces —se acaeció el hombro afectado con su mano. Detrás de él se abrió la puerta dejando ver a Sofía.
Observe cómo Sofía entra con una caja grande blanca con un moño rojo.
No había notado que Jackson tenía un pudín de chocolate en sus manos.
—Cariño, sé que no hemos hablado casi pero como es tu cumpleaños te quiero dar algo especial— se acercó y dejo la caja en la cama —, míralo sé que te encantará, espero que te guste y lo uses en mi boda.
La miré extrañada pero no dije nada me dispuse a hablarle a Jackson ya que Sofía salió, pero antes de eso en la puerta me dijo.
—Feliz cumpleaños. Y no te me escapas, Jackson me dijo que no querías celebrar este cumpleaños así que saldremos a ver las flores y el viaje después estaremos en tu transformación —solo asentí nerviosa mientras la veía salir, había olvidado ese detalle.
Jackson se empezó acercar y lo detuve cuando estaba cerca de mí con mis palabras.
—¿Por qué un pastel de chocolate si no me gus... — no termine la frase ya tenía toda la cara embarrada, maldito, me hablo de madurez y sigue igual o peor que antes.
—Era para eso, feliz cumpleaños amiga mía —dijo rápido para luego salir disparado de la habitación.
—¡Luego no te andes quejando!
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Sonreí con nerviosismo hacia mis dos únicos espectadores, nunca creí que este día fuera a llegar, siempre lo imaginé, pero ahora que llego el momento estoy muy asustada, he escuchado por boca de Roxy que no es nada bonito transformarse que más bien es una cosa que se siente de culo y que se ve horrendo, pero aquí estoy, a punto de hacerme mayor y comenzar mi vida como mujer lobo.
—¿Nerviosa por unos huesitos tronados? —se burla otra vez Jackson y Sofía le da un golpe con su codo —, yo solo busco que se ría y se divierta.