Mi Alpha Tirano

CAPÍTULO 41

Alexandra

—Oh... si mi piel no se pusiera como pasa viviría aquí toda la vida —gimo y me remuevo con suavidad hasta abajo en el agua.

Puede que haya querido que se llevaran mejor pero que me esté ignorando no es de mi agrado, aunque no me cae tan mal estar en estos momentos Solá despejando mi mente.

<<Alec>>

•Esto es la gloria en la tierra —me espanto horrible y me llevo la mano al pecho

• ¡Joder! Alec no me asustes así.

•No me he asustado.

•Todavía no me acostumbro a hablar con alguien en mi cabeza, me siento como una loca.

•Es cuestión de acostumbrarse.

Cerré mis ojos y me concentre en la deliciosa agua tibia que cubría mi cuerpo, me inundé en mis pensamientos hasta que a mi mente comenzaron a llegar mis padres, los extraño, no los he visto, la última vez que los vi fue cuando me echaron de la casa —sonrió con ironía —si no me hubieran sacado de la casa tal vez me hubiera tocado huir de la manada y vivir en el mundo humano tal vez, escapando, quien sabe dónde hubiera parado.

Salí de la tina y me dirijo a la ducha para me saque la espuma, tome la esponja y el jabón líquido y me comencé a bañar, cuando termine salí tomé una bata y busqué el cuarto de ropa, cuando vi ropa femenina frené en shock, esta tiene que ser ropa de ella...

Siento una punzada en el pecho, pero sacudo mi cabeza negándome al dolor, suelto un suspiro y voy a la sección de la ropa de Danton para tomar unos jogger, suéter y unos bóxer. Me coloco todo y también el sostén que ya traía puesto.

Bajé las escaleras y me fijé que en la sala estaban todos comiendo pizza, pero ese no es mi destino así que llego hasta la cocina y le sonrío a las chicas del aseo que están presentes.

—Hola...— no me dejo ni mencionar nada.

—Luna reina, ¿necesita algo? soy fina. La ama de llaves— me sonríe y se acerca —, está muy linda, ¿piensa salir a correr? ¿Quiere que le avise a el rey que va a salir? ¿Tiene hambre? —se calla y analiza —, oh si tiene que ser eso. Discúlpeme ahora mismo ordenó que le hagan de cenar. Usted solo siéntese y espere que en menos de nada ya estará comiendo una deliciosa pasta con albóndigas.

Oh por Dios lo único que le entendí fue correr, comer, pasta con albóndigas. Habla más que Roxana cuando se aburre. Pero me agrada siento que es muy agradable y cálida su compañía.

Pasaron como unos diez minutos y ya tenía mi plato y me dispuse a comer en silencio. Por inercia alcé mi cabeza y pude notar a fina viéndome fijamente, sonriéndome. Me remuevo un poco en el taburete.

—¿Está delicioso? ¿Quieres más jugó? —me pregunta con interés.

—No, no te preocupes así está bien. Y si, si está delicioso —se incorporó.

—Yo he visto al Alpha rey crecer, hasta te podría decir que le limpie algunos pañales junto a Rosita. Aunque no fui tan cercana como lo fue Rosa ella si es su nana, las dos siempre estuvimos para él y te aseguro algo, entre tú y su ex esposa tú me agradas más —arrugo la cara pensativa —, ella era muy linda con los padres de Danton y su hermana, pero con la servidumbre era diferente, era grosera, amargada y nos trataba mal. Todavía no entiendo como Rosita se la pudo aguantar cuando se mudaron de esta casa.

Me sorprendí, pero no lo demostré, simplemente le sonreí agradeciendo por la comida y continué, cuando terminé me despedí de fina y me dirijo hacia el patio inmenso de este lugar.

Comencé a trotar para luego terminar corriendo y en el proceso transformarme. La ropa se desgarro por completo y cuando ya estaba formada corrí lo más lejos posible, había mucho espacio, corrí hasta llegar al final de la mansión, una pared gigante se hizo presente, me detuve jadeando, estoy cansada y mierda que me canse.

Escucho un ruido y desvío mi cabeza hacia ese punto, se perfectamente quien es así que me convierto en mi forma humana y creí que todo iba normal hasta que siento un dolor agudo en mi parte baja ¿Qué demonios? Gimo de dolor como si me hubieran sacado el aire.

Danton suelta de su hocico ropa y se termina de acercar, pero esta vez ya como humano. Esta desnudo agarrándome de las caderas evitando que pueda caer.

—¿Estás bien? — me miro serio con sus dejas fruncidas en preocupación.

— si... sí, solo fue un hueso mal acomodado — me acomodo y lo miro ya incorporada. Tenía sus manos reposando en mi cintura.

—¿Segura? —asentí —, te estaba buscado, no te vi así que corrí hacia donde veía más tu aroma. Regresemos, no quiero que nadie te vea desnuda —besa mi frente y se aleja para convertirse otra vez.

¿Porque no te conviertes de nuevo? —me hablo telepáticamente y esto es realmente nuevo para mí, oh no sabía que se podía hacer.

No me siento bien para eso, creo que mejor me voy caminado.

Me dijiste que estabas bien. Pero no lo parece— se acercó a mí y sobo su cabeza lobuna en mi vientre— vamos, te llevaré. Sabía que Tenía que estar preparado, ahí está un suéter y un bóxer —asiento y camino hacia las cosas para colocármelas con rapidez.
 

Me monte en su lomo y a paso lento, como si se asegurara de no correr para no darme un mal golpe, era una caminata suave pero firme y apurada. Lo cual me relajaba y me hacía abrazarlo, al llegar a la mansión nos topamos con mis suegros muy melosos, Beatriz estaba sobre Dante mientras le acaricia y se sonreían. Diosa que vergüenza.

Me baje de Danton y este se trasformó en su forma humana. Es un descarado, no le importa que sus padres le vean su gran animal. Si se entiende a lo que me refiero. Sus padres voltearían hacia donde estábamos y Beatriz miro mal a su hijo.




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