El reino celestial maldijo el día en el que llegó al mundo aquella aberración, la reencarnación de Maori por fin veía la luz emitiendo su primer llanto, molestando los oídos de sus hermanos celestiales, quienes estaban asqueados ante la idea de que un ángel hubiese nacido del vientre de un vulgar y corrompido demonio, Lilith se alivió en su forma humana, pero se sorprendieron al ver que la bebé había nacido como una cachorra blanca.
—¿Qué pasa? Les preguntó Lilith al ver que todos guardaban silencio.
—Nació con forma lobuna. —dijo Vinland mientras sostenía a su hija en brazos.
—¿Qué? ¿Por qué? —preguntó Lilith preocupada, Lía la examinó y vio que estaba saludable, pero Beatriz la recibió en sus brazos y usando su poder espiritual supo que estaba bajo una maldición.
—¿La bebé esta bien? —preguntaron los demonios bélicos asustados.
—La pequeña tiene una maldición… lo más probable es que provenga del reino celestial. —exclamó Beatriz indignada.
—¿En que momento la maldijeron? —preguntó Vinland confundido.
—Probablemente desde que estaba en el vientre de Lilith, se las ingeniaron para causarle este mal, pero no es grabe si se ve desde nuestro punto de vista, pues también parece que hay otro cello, alguno de ellos debe apreciarla en secreto y le otorgó la oportunidad de que fuera rota, no sabemos de que manera podremos revocar su maldición, pero no le afectará.
—¿Esta segura? —le preguntó Lilith con angustia.
—Si, para humillarla la maldijeron con la habilidad de transformarse en una loba al igual que ustedes, fue una manera de discriminarla y burlarse de la criatura para tener un pretexto y no aceptarla como una de ellos, pero no importa su esfuerzo por disfrazarla, ella es una diosa al igual que ellos y un arcángel, les guste o no.
—¿Entonces no se quedará así para siempre? —preguntó Beel preocupada.
—No, en cualquier momento tomará su forma humana y cuando sea una adulta le crecerán las alas, en cuanto a su maldición, aun debemos investigar sobre el rompimiento, pero será una niña feliz, estoy segura. —les dijo Beatriz mientras cargaba a la bebé.
—Gracias a Dios, es una lobita preciosa, mira que blanquita es, parece un copo esponjoso de nieve jaja. —dijo Lía mientras la besaba y sonreía para no angustiar a sus familiares.
—¿Ya saben como le van a llamar? —les preguntó Beatriz y ambos se miraron y sonrieron.
—Su nombre es “Caryn” significa “bien amada” y “pura” para nosotros ella es así, muy amada y pura como la nieve. —declaró Lilith extendiendo sus brazos para darle de comer y adoptó su forma de loba y la amamantó con un amor que jamás había sentido.
—Buscaremos la manera de romper tu maldición, pero no te preocupes, jamás te sentirás diferente, veras que tus padres también se pueden convertir en lobos, te enseñaremos a morder a correr y a disfrutar del viento acariciando todo tu cuerpo mientras corres entre los árboles, en el campo y en las montañas, no te apresuraremos mi preciosa cachorra, serás humana cuando quieras ser humana y loba cuando tu lado salvaje quiera despertar, nosotros te protegeremos ante cualquier enemigo porque te amamos. —manifestó Vinland quien también se convirtió en lobo.
—Nosotros también tomaremos nuestra forma animal, para que veas lo genial que es ser una bestia, jugaremos contigo y con el príncipe todos los días pequeñita. —declaró Emm emocionado.
—Si, no te preocupes bebé, nosotros te cuidaremos. —dijo Beel llena de ternura.
Lía estaba muy conmovida al ver lo mucho que Vinlan y Lilith amaban a su cachorra, no pudo evitar sentirse de la misma forma que con Eira, culpable por seguir teniéndolos como sus familiares.
—Los dejaremos descansar un rato, Aspen ya debió haber despertado de su siesta, debe estar hambriento. —les dijo Lía con una sonrisa y añadió. —felicidades, me hace muy feliz verlos convertirse en padres, se que harán un gran trabajo criando a Caryn.
—Muchas gracias princesa, es una dicha poder cumplir este sueño y ver que nuestra hija esta sana y salva.
—Vengan, niños, dejemos que nuestros amigos disfruten a su bebé y descansen un poco. —les dijo Lía a los gemelos mientras les extendía las manos para llevárselos.
—Ya no somos niños princesa… —manifestó Emm avergonzado.
—Para mi lo siguen siendo, aunque tienen un cuerpo adulto aún les falta crecer en su mente, siguen siendo niños, despídanse de Lilith y Vinland.
—Nos vemos después, descansen.
—A dios chicos.
Beatriz también se despidió y a través de un hechizo de recuperación ayudó a Lilith a sentirse mejor y los dejaron solos.
—Si necesitan algo más me encontrare ayudando a mis subordinados con sus entrenamientos mágicos, descansen.
—Muchas gracias.
—Mamá ¿tienes un momento? —le preguntó Lía a Beatriz y les pidió a los gemelos que cuidaran a Aspen mientras ella platicaba con su madre.
—Claro ¿Qué pasa?
—Voy a liberar a Lilith y Vinlan después de la cuarentena. —exclamó Lía con gran dolor y las lagrimas le caían por la barbilla.
—¿Qué? ¿Por qué dices eso? Adoras a tus familiares, especialmente a Lilith, ella fue tu primera compañera… —manifestó Beatriz confundida.
—Ya lo se mamá…. —Lía continuó llorando y añadió. —Ella tiene mi corazón, pero no es justo que la tenga sometida bajo un contrato de esclavitud ahora que es tan feliz y tiene a su propia familia, no puedo hacer que su hija sea mi esclava.
—Tu no tratas a tus familiares como esclavos, no digas eso.
—Ellos meren ser libres, criar a Caryn por su cuenta, dejar que tomen sus propias decisiones, no quiero mantenerlos a mi lado solo porque los necesito, porque los amo debo dejarlos en libertad, ya lo he decidido, después de los cuarenta días romperé el contrato almico que nos une.
—Ven aquí hija mía, tu buen corazón siempre te pone en estas situaciones, se que estas tomando la decisión correcta, te apoyo en todo lo que decidas.