Mi amante, el príncipe de jade.

Malas intenciones.

 

Lía había dejado en libertad a sus queridos familiares, sus preciosos lobos habían dejado las cadenas y el contrato almico que los unía con su ama estaba roto, ahora eran demonios libres y aquella tarde, Lilith y Lía se abrazaron fuertemente hasta que sus almas se sintieron en paz, sabían que un amor como el suyo no era producto únicamente del contrato espiritual, si no que se amaban de manera genuina y más allá de la magia, la esclavitud o el deber, ellas siempre estarían juntas, apoyándose en todo momento, porque después de todo, eran una familia.

Los días que pasaron juntas fueron aprovechados al máximo y no había más dolor o remordimientos, pues cuando se hace lo correcto se queda la satisfacción de que las decisiones que hemos tomado, nos respaldaran en el futuro, dándonos paz y tranquilidad en el alma.

La notica de que Lía había liberado a Lilith y a Vinland sorprendió mucho a los gemelos bélicos, ambos se entristecieron en gran manera, porque ya no los verían con tanta regularidad, les dolía el corazón imaginar que no verían crecer a Caryn, a quién más le afectó esto fue a Beel, quería mucho a Lilith, a pesar de que en el principio ella, era regañona y muy enojona, poco a poco se fueron encariñando la una de la otra, para Beel, la loba blanca era parte de su familia.

Aunque estaban felices de que pudieran vivir la vida que tanto soñaban como familia, Beel se lamentaba el hecho de no poder ver más a sus amigos.

—¿Alguien ha visto a Beel? — les preguntó Emm quién estaba buscándola por todos lados.

—Dijo que iría al río a caminar. —le respondió Vinland mientras arrullaba a Caryn.

—Ay, le dije que no se fuera demasiado lejos, últimamente me bloquea para que no pueda saber donde esta, iré a buscarla, ya me va a escuchar esa niña. —exclamó Emm molesto.

—Deberías darle su espacio, la noticia de que nos vamos le afectó más de lo que crees, aunque nosotros no pensamos alejarnos de ustedes, ella piensa que no nos volveremos a ver, le pediré a Lilith que hable con ella cuando regrese, necesita procesar sus emociones y canalizarlas, todos tenemos diferentes maneras de sobrellevar las penas, tú por ejemplo haces mucho deporte, te ejercitas, entrenas, también sales a caminar, todos somos diferentes y está bien. —le dijo Vinland tratando de tranquilizarlo.

—¿Pero por que tiene que estar sola todo el tiempo? Antes no se me despegaba y ahora quiere su espacio y ya no deja que durmamos juntos, tampoco se quiere bañar conmigo y eso me irrita demasiado, parece una…

—¿Adolescente?

—Si…. —respondió Emm pensativo, es verdad que ya crecimos, pero… aun no me acostumbro a que cada uno seamos independientes, solíamos hacerlo todo juntos, somos gemelos idénticos, pensamos de la misma manera, al menos eso creí… —declaró Emm con nostalgia.

—Vamos amigo, quita esa cara, el hecho de que cada uno elija hacer cosas diferentes y tenga gustos distintos, incluso amigos que no sean en común, esta bien, ustedes siempre serán hermanos y eso nada lo podrá cambiar, tienes que entender que ahora Beel es una jovencita, déjame ver, si fuera humana, ella tendría más o menos quince años, esta en una edad dificil, tu también de hecho, pero eres más tranquilo jeje, quizá ahora ya no juegue atrapar ranas contigo o ya no se divierta jugando en el lodo o matando gente al azar, pero sigue siendo tu hermana menor y debes protegerla sanamente, sin asfixiarla ¿de acuerdo?

—¿Crees que puedo llegar a hostigarla?

—Quizá un poco jeje.

—Uff, que dificil es ser un hermano mayor, difiero contigo en algunas cosas, pero no significa que yo siempre tenga la razón, creo que me esforzaré por darle su espacio, aun no entiendo mucho sobre la adolescencia, pero saldremos bien de esa enfermedad.

—Jajajaja, no es una enfermedad, es más como un dolor de cabeza, pero no mata a nadie jajaja, Ya se durmió Caryn, ¿te gustaría jugar ajedrez? Quien pierda tendrá que aguantar un minuto bajo el fuego de Hordreck ¿Qué dices?

—Acepto, pero hagámoslo más interesante, el perdedor, tendrá que aguantar un minuto bajo el fuego de Hordreck y además tendrá que ser mordido por Cardula, su veneno es letal y paraliza, la última vez que jugué con el ciclope nos reímos un monton jaja.

—Me parece bien, buena suerte muchacho.

Sin duda el corazón de una chica y un chico eran completamente diferentes, ambos procesaban las cosas de manera distinta y aunque Emm amaba a sus amigos y le dolía pensar en que ya no los vería todos los días, trataba de disfrutar los momentos que pasaba a su lado, pero Beel era más sensible y no sabía cómo canalizar sus sentimientos.

La hermosa joven se encontraba caminando en la orilla del río, tenía un vestido blanco que le había regalado Lía, pues le gustaba que Beel se viera femenina y parecía una muñeca de porcelana, juntó un montón de piedras y las estaba arrojando al agua y cuando se percató de que ya no había más rocas se puso a llorar.

De repente, el sonido de muchas piedras cayendo al suelo la asustaron y una voz detrás de ella la puso alerta.

—¿Por qué estás llorando? —le preguntó Teldrasil que se encontraba detrás de ella y Beel vio que a sus pies había una montaña de rocas apiladas.

Al verlo tan cerca se alejó de él y rápidamente se limpió las lágrimas.

—¿Qué haces aquí ser celestial? —le preguntó Beel evitando mirarlo a los ojos, le daba mucha vergüenza que la vieran llorar.

—Me percaté de que te sentías frustrada y te conseguí más rocas, no entiendo por que las lanzas al río ¿Te parece divertido? ¿no preferirías mejor matar gente inocente? —le preguntó Teldrasil tratando de verle la cara, pero ella se dio la vuelta.

—Yo no hago eso, ya no… —le respondió Beel mientras hacia un puchero.

—¿Ah no? Un demonio que no mata por placer, que interesante, es dificil de creer dada tu naturaleza salvaje ¿y que pasa cuando tienes hambre? ¿Qué come una criatura como tú si no es carne humana?




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