Mi amante, el príncipe de jade.

Domadora de bestias.

 

Fueron doce flechas en total las que Galadriel le disparó a Berserker, parecía un toro embravecido, gruñía y emitía gritos salvajes, seguía con el rostro y los ojos cubiertos, Babani creó un capó de protección como escudo, sus ojos se mantuvieron fijos ante las cicatrices de sus muñecas.

—¿Cuánto tiempo llevas encadenado? Ni siquiera se toman la molestia de ver si son demasiado apretadas para ti…tu cuerpo rechaza el metal, pareciera que te quema, es como si fueras alérgico, tienes cicatriz sobre cicatriz…

—¡Berserker ya basta! ¡detente! —gritaba Galadriel con frustración, pues podía ver como el campo de protección de Babani se estaba fracturando.

Berserker era tan peligroso que incluso sus mismos compañeros le tenían miedo, verlo en plena libertad era impensable, se encontraban lejos de los pasajes comunes de la gente, así que no era probable que alguien los socorriera.

—Si voy por ayuda, terminara asesinándola y si me quedo, yo terminaré con el mismo destino, Berserker no reconoce a sus compañeros, ni a sus aliados, para el todos tenemos el tono rojizo que tanto lo hace enojar… maldición… tendré que darle en la cabeza, es mi ultima alternativa, dos vidas por la suya…lo siento amigo, no me dejas más opción que…

—¡Contención! ¡sometimiento de bestias! —Babani le lanzó un hechizo de parálisis temporal a Berserker y este se quedó irremediablemente inmóvil ante sus pies.

—¡Señorita Babani!

Berserker aun se resistía y trataba de moverse.

—¿De que rayos estás hecho? Eres demasiado fuerte gigantón… —Babani estaba impresionada de que su agresor se esforzaba por mover y logró mover sus manos para ahorcarla y ella lo detuvo nuevamente.

—¡Ahhhhrrgg!

—¡No me gruñas malcriado! ¿Qué no vez que trato de aliviar tu dolor?

Babani tragó saliva y se acercó a él con cautela, un movimiento en falso y él podría destrozarla, se inclinó hacia él y con su magia empezó a curarle las muñecas, el cuello y los tobillos.

—Dios…esto ya olía mal, está muy infectado ¡oye tú! ¿Qué demonios les pasa?

—¿Qué? —Galadriel se sintió extrañado que Babani estuviera tan enojada y le hablara de esa manera pesada.

—¿Señorita?

—¿Por qué tienen a su compañero en este estado tan lamentable? ¿acaso piensan que no siente? Tiene la piel en gangrenada, pudo perder sus extremidades ¿Qué no te llegaba el olor a podrido?

—Bueno….es que….

—¡Son unos insensibles! ¿acaso es un animal de carga para ustedes? ¿una bestia a la que deben torturar para así domarla? ¿Por qué lo encadenan como si fuera un animal?

Babani estaba indignada, Galadriel se sentía muy apenado, no tenía donde meter la cabeza, ella tenía razón, el trato que le daban a Berserker era inhumano, él tampoco entendía por qué eran, así las cosas.

—Él….

—¿Qué no tienen corazón?

—Berserker es una bestia, no siente, no piensa, no razona, es un bulto de agresividad y maldad. —exclamó Beatriz quien había aparecido bajando de una runa, había escuchado todo el alboroto.

—Señora… —Babani no entendía por que Beatriz estaba diciendo esas cosas, pero la bruja negra se mantenía en su papel, erguida, sería y con una mirada fiera.

—Averígualo por ti misma, quítale la mascara y las vendas que cubren su rostro.

—Capitana no es necesario que…—Beatriz lo interrumpió de golpe.

—Hazlo Babani.

Babani retiró la mascara de Berserker y poco a poco le quitó la venda de los ojos y su corazón se encogió.

—No tiene alma… —exclamó Babani con gran pesar.

Los ojos de Berserker estaban vacíos, sin brillo, fríos, desolados, unidos en la nada.

—¿Quién le ha robado su alma? —preguntó Babani horrorizada.

—No lo sabemos, lo capturamos cuando ya estaba perdido, asustaba a los humanos y vivía como una bestia entre las tumbas, las praderas, los peñascos o los bosques, desnudo, salvaje, era un asesino sin piedad ¿sabes por que es el ser más peligroso que conocemos? ¿Por qué lo encadenamos y lo tratamos como lo que es? ¿Una escoria?

—No… —Exclamó Babani mientras lo sostenía del rostro.

—Tenía la fama de asesinar a niños pequeños, se los arrebataba de los brazos a sus madres y los devoraba, le abría el estómago a las embarazadas y se comía el fruto de sus vientres, decían que sacaba a los muertos de sus tumbas y les arrancaba la carne podrida de sus huesos putrefactos, se comía el ganado, arrasaba con pueblos enteros, siempre tiene hambre, es inmune al dolor, al frio, a los malos tratos, a las torturas, es peor que un perro, pero que una alimaña, su valor es menor al del estiércol ¿sabes a cuantas personas a asesinado? ¿haz visto de lo que es capaz cuando lo liberamos contra nuestros enemigos? ¿tienes alguna idea del porque no lo usamos en la batalla contra la bruma negra? Berserker no es leal, no siente amor, fidelidad ni nada parecido, solo es una herramienta, un arma de guerra, morirá siendo utilizado para nuestros propios fines, esa es la vida que merece.

—Se equivoca… exclamó Babani con la voz entre cortada.

—¿Qué? —Beatriz no creía lo que estaba escuchando.

—Si cuando ustedes lo encontraron ya le habían robado el alma y se había convertido en esto…entonces él no es culpable y sus malos tratos son injustificados.

—¿Qué estás diciendo?

—Digo que nadie merece ser tratado de la forma tan cruel con la que ustedes lo hacen, Berserker… su nombre se debe a la letalidad de su fuerza, pero seguro que antes fue un buen hombre.

—¿Acaso te volviste loca? ¿Te refieres a esa cosa que casi te asesina? si le quitas tu poder se te irá encima y te arrancará la cara.

—Quizás, pero, yo creo en el arrepentimiento, tengo todo el derecho de hablar de este modo, yo también fui un monstruo, también hice mucho daño y aunque yo si tenía mi alma, había perdido mi humanidad y encontré gozo en causar dolor a los mas débiles, de monstruo a monstruo, puedo reconocer cuando alguien alguna vez tubo un buen corazón y él pudo ser bueno alguna vez, solo que ahora su alma, su cuerpo y su mente están fracturados, pero…quizá tenga salvación.




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