Mi amante, el príncipe de jade.

El monstruo con corazón.

 

Esa fue la primera vez que escuché su voz, la voz de Berserker, también fue el primer abrazo que recibí de su parte y no puede evitar llorar como una niña, él tenía algo que me parecía inigualable, por alguna razón, yo no veía a una bestia, si no al hombre tierno que se escondía debajo de todos esos prejuicios he injusticias, no me di cuenta, no supe el momento exacto en el que Berserker se convirtió en una persona especial para mí.

Pero una vez que su cálida voz entró en mi pecho, supe que jamás lo dejaría solo, en ese momento entendí que él era parte de mi vida ahora y quería protegerlo.

En cuanto Magnolia supo lo ocurrido con Babani, corrió a su encuentro para saber como se encontraba su querida amiga y la abrazó tan fuerte que casi la asfixia.

—¡Babani! ¿Estás bien? ¿ese desgraciado te hizo daño? —le preguntó Magnolia mientras la agarraba de los hombros agitándola ligeramente.

—Estoy bien, por suerte me absolvieron de unos cuantos azotes, supongo que es la ventaja de ser cercana a la corona jeje. —exclamó Babani aliviada.

—Ese maldito de Cicero, espero que lo ejecuten pronto, he apelado para que todos sus bienes pasen a nombre de Berserker como compensación, aunque se que eso no será suficiente, si se aprueba la solicitud, todo se venderá y el dinero se le entregará a tu amigo, por cierto ¿Dónde esta él? ¿Me creerías si te dijera que solo de oídas lo conozco?

Mientras Magnolia seguía hablando, una sombra le tapó el rostro y ella levantó el rostro y pegó un gritó al ver la mirada intimidante de Berserker.

—¡Ay! ¡es enorme! —declaró Magnolia sorprendida.

—Si, jeje, más o menos, pero no tengas miedo, Berserker es tranquilo ahora y vive conmigo jeje. —externó Babani avergonzada.

—¿Qué? —Magnolia lo miró de arriba a bajo y luego le susurró a Babani angustiada. —te va a destrozar….

—¿Pero en que estás pensando? Solo somos amigos, además, también Galadriel vivirá con nosotros, hemos hecho muy buena mancuerna y además así cuidaremos de cerca de Berserker.

Magnolia miró a su amiga con ojos juzgadores y añadió:

—Es que ultima mente tú…

—¡Ay que ya dejes de pensar raro!

—Oye Berserker ¿me estás escuchando? Cuida bien de mi querida Babani, ella es como mi madre ¿entendiste? Si lo haces, te veré como alguien de la familia y…

De pronto, Berserker agarró a Magnolia de la cintura y la levantó como si fuera cualquier cosa, dejándola en blanco en el momento que comenzó a olfatearla.

—Ayúdame Babani…me va a comer… —murmuró Magnolia entre chillidos.

—Tranquila, solo te esta conociendo, es su forma de socializar, tu aroma se impregna en su nariz y así evitará atacarte en un futuro.

—¿Cómo sabes eso? —le preguntó Magnolia mientras Berserker la bajaba.

—No sé, es lo que imagino jejeje.

—¿Qué? —Magnolia dejó escapar un suspiro y después abrazó nuevamente a su amiga.

—Ya te dije que estoy bien, no tienes que llorar, que sensible te has puesto últimamente.

—No es por eso…es que pensé que iba a comerme, solo estoy aliviada…

Mientras Babani y Magnolia se despedían, las peticiones que se habían solicitado contra Cicero se habían aprobado por el rey de todo, el cruel hechicero sería ejecutado después de ser enjuiciado y sus bienes serían vendidos y otorgados a Berserker como compensación por los daños, Cicero era muy rico y ahorrativo, pues no gastaba en nada innecesario.

Pero una vez que Beatriz se dirigía al calabozo para llevárselo, se llevó una gran sorpresa cuando encontró las cadenas sueltas y una gran runa dibujada en la pared, por la que había escapado.

—Maldita sea…tenemos un fugitivo, anúncielo ¡rápido! — les ordenó Beatriz furiosa.

—¡Si señora!

La noticia de que Cicero estaba prófugo corrió como la pólvora y los soldados estaban en su búsqueda, pero se dieron cuenta de que había escapado del castillo, esto llegó a oídos de sus compañeros, especialmente a Babani y Galadriel y se llenaron de colera, estos estaban a punto de partir a su misión, se encontraban en la puerta principal donde los estaban despidiendo y Beatriz les dio la noticia.

—Ese bastardo… —Babani apretó los puños inquieta.

—¿Cree que intente perjudicar a Berserker otra vez? —le preguntó Galadriel a Beatriz angustiado.

—No descartaría esa posibilidad, podría venir incluso por mí, pero no hay porque preocuparse, Cicero es fuerte, pero no es rival para ninguno de nosotros, está comprobado que solo las brujas pueden usar magia de sanación y él está muy mal herido, no creo que sea tan estúpido como para venir por una revancha, si lo hace, debe darse por muerto. —expresó Beatriz con seriedad.

—Tampoco creo que regrese al castillo, si nos busca lo hará en el camino, aquí su vida corre peligro, el rey ya ordenó que cualquiera que lo encuentre tiene el permiso de asesinarlo. — externó Calipso pensativa.

—Me alegro de saber eso, me gustaría quitarle la vida yo mismo. —declaró Giles ansioso.

—Gracias por la información señora, les cuidaremos bien la espalda. —dijo Adonis confiado.

—Lo mismo digo, si lo encontramos en el camino, le daremos el golpe de gracia. —expresó Durem sonriente.

—Bueno, sigamos con nuestro camino, nos espera un largo viaje. —anunció Beatriz liderando aquel escuadrón de guerreros super dotados.

Nuestros amigos trataron de no darle tanta importancia al asunto, pero en el fondo, sus compañeros conocían lo que Cicero era capaz de hacer una vez que se obsesionaba con algo y mientras ellos seguían su camino, el prisionero Cicero preparaba su emboscada.

—Ahora que he encontrado al espécimen perfecto, nada me detendrá para conseguir lo que quiero…Pastelito, pronto estarás en mis manos, esta vez tu y yo seremos el experimento, nos convertiremos en el ser perfecto, estaremos unidos por la eternidad jajajajaja.




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