Mi amante, el príncipe de jade.

Una eterna pesadilla

Mi reina yace tendida en un lecho de horror, es atormentada por el dolor y la perdida, sus lagrimas no cesan, es como una rosa en medio de un campo infértil y lleno de muerte, la lluvia no cae sobre ella, sus gotas no la alimentan, sin embargo, permanece tan roja como la sangre de sus enemigos, mi reina esta perdida en un sueño eterno del cual no puede despertar, creí que nada podría doblarme, que nada podría hacer que me quebrara, pero hasta un rey como yo, tiene miedo, mis ramas no son tan fuertes, mi fe comienza a debilitarse, mi reina no despierta, mi amada esta perdida en el valle de los sueños perdidos, mi corazón y mi vida entera lleva días sin pronunciar mi nombre y yo, muero cada día de pena por no saber como ayudarla.

—¿Hay algo que pueda hacer por usted majestad?—le preguntó Leonardo al mirarlo tan pensativo.

—Despierta a mi esposa, si no puedes hacer eso, no hay nada que puedas hacer por mi.—le respondió él con seriedad.

—Lo lamento, Beatriz esta haciendo todo lo que puede, pero hasta ahora nada a funcionado, estoy seguro de que encontremos la forma de que nuestra reina regrese.

—No quiero que hables como mi consejero, ni mi mano derecha, háblame como el padre de la mujer que no despierta, se honesto conmigo ¿Crees que lograremos sacarla de su letargo?

—Es lo que más quisiera…—respondió Leonardo con tristeza.

—Sin embargo estamos rodeados de incompetentes ¿no hay nadie con el poder de despertar a mi esposa? ¿Tan inútiles son?

—Lía esta bloqueada, ella misma se indujo en ese estado para protegerse del dolor, fue una acción de su inconsciente, solo ella puede despertar, es mi teoría.

—¿Como mi mujer pudo dejarnos con todo este dolor? Ella no haría tal cosa, no le causaría Enas a mi corazón, ni al de sus hijos.—le dijo Valeska mientras miraba a la nada.

—Eso es por que no lo hizo de manera consciente, sus dolores han sido demasiados y en muy poco tiempo, tantas perdidas la orillaron a protegerse, su magia es muy compleja, al ser la bruja más poderosa, me temo que no hay nadie que pueda estar a su inconsciente, ni si quiera Beatriz con todo su poder ha podido estar más a allá del sueño.

—Encuentren a alguien que pueda sacar a. I esposa de ahí ¡háganlo ahora! !que todas las brujas participen en una prueba de poder para despertar a su reina! ¡Si fracasan mataré a todas las brujas que existan hasta que encuentren a una que si sepa hacer su trabajo! ¿Entendiste?

—Majestad, por favor…

—¡Hazlo ya!—cuando Leonardo le vio el rostro a Valeska, se dio cuenta de que el rey estaba llorando, en sus ojos se veía el dolor que su alma cargaba y él se conmovió profundamente.

Y sin pensarlo, se abalanzó sobre él y lo abrazó con fuerza, a pesar de que esto podía llegar a costarle la vida.

—Ahora no le hablo como su consejo, ni su mano derecha, si no como mi querido Valeska, el vampiro que crie desde que era un niño pequeño, le prometo que todo estará bien, llegará el día en el que nuestra Lía se les¿ante de esa cama, pronto volveremos a ver su dulce sonrisa, ella caminará entre nosotros otra vez, mientras eso pasa, puede descansar en mi hombro y llorar todo lo que quiera.

—Quítate Leonardo…te puedo cortar la cabeza por esto…

—Lo sé, estoy dispuesto a correr el riesgo.—le dijo Leonardo y dibujó una sonrisa en su rostro al sentir que Valeska le correspondía el abrazo.

—Mi rey…cuanto se esfuerza por aparentar su maldad, pero yo se bien que debajo de esa mascara, esta usted, un emperador de buen juicio y buen corazón, sin importar que usted sea un dios oscuro, tiene luz en su interior, usted conoció la luz gracias a ella.—se dijo Leonardo en sus adentros y continuaron abrazados.

Mientras esto sucedía, los príncipes dejaron descansar a su madre y ella quedó al cuidado de las hechiceras que se reunían a su alrededor para fortalecer y nutrir su cuerpo, pues no bebía, ni comía nada, para Valeska era muy difícil y agotador dividir su escaso tiempo entre los asuntos políticos de su imperio que era tan grande y los ratos que se hacia para ir a ver a su esposa, por eso estaba tan cansado he irritado.

Dos días después…

—¿Escucharon los rumores? —preguntó una bruja que recién acababa de graduarse del instituto de magia.

—Si, espero que sean falsos…

—¿Creen que realmente el rey asesine a todas las brujas y hechiceros del imperio si ninguno logramos despertar a la reina?

—No lo sé, el rey es conocido por su carácter fuerte y su dureza, ahora que la reina no esta, debe ser difícil para él mantenerse en la luz, ella le daba un toque de alegría y bondad al reino, parece que pronto volveremos a la oscuridad y frialdad de la mano dura del emperador.—se decían unas a otras aterrorizadas.

—Pero hemos hecho todo lo que esta a nuestro alcance para ayudar a la emperatriz, pero su poder es muy fuerte, es imposible romper la barrera en la que se encuentra.

—Esperemos que la gran bruja negra logre despertarla y nos salve a todas de la muerte.

—¿Que hacen ahi paradas holgazanas? Pónganse a trabajar, el segundo turno empezará en unos minutos vayan a formarse a las filas ¡rápido!—les ordenó Alvatros quien las había sorprendido hablando tonterías.

—¡Si señora!

—¿Quién es ella?—se preguntaron mientras se iban.

—No lo sé, nunca la había visto, pero Apresuremonos antes de que nos acuse con lady Beatriz.

Alvatros las correteó por pura diversión y las hizo correr a toda prisa entre gritos.

—Jajajaja, eso les pasa por chismosas.

Mientras daba unos pasos hacia atrás, chocó con alguien dejándola petrificada al sentir tan excitante aroma.

—¿Que haces?—le preguntó Emm quien permanecía tieso como una estatua.

—Ay, pero si eres tu precioso, solo esta ahuyentando a esas ratas ¿tu que haces aquí? No me digas que estabas espiando…me…—Alvatros guardó la compostura en cuanto vio los ojos rojos de Emm, en señal de que había llorado recién, pues venia de ver a su mamá.




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