Mi amante, el príncipe de jade.

Ella

El poder de Gia era devastador, no solo poseía el poder para cambiar su realidad, si no también para viajar a cualquier línea temporal que deseara, era incluso más poderosa que el dios de la destrucción al que se habían enfrentado nuestros amigos en el pasado.

—Yo misma fui testigo de como cambió su color de cabello a voluntad, incluso el tono de su piel…Gia esta muy por encima de cualquier cosa que haya visto antes, es un alivio que su corazón no se haya desviado al lado oscuro, con todo lo que ha sufrido, cualquiera haría todo para vengarse de sus verdugos, incluso su poder sobre pasa al de Lía, eso ya es para asombrarse…—decía Beatriz en sus adentros, mientras se mordía los labios y las uñas de la impresión.

Almond se había quedado en su casa cuidando de Gia, como su granja se encontraba cerca del castillo, dentro de las localidades ubicadas en la capital, Beatriz ordenó que una guardia real se quedara a resguardar la integridad de la heroína que había logrado despertar a la reina con su poder y el total de guerreros que se quedaron fueron unos veinte sin contar a dos de los centinelas que estaban en los puntos clave para una mejor visibilidad de un futuro problema.

Babani quería regresar pronto para ver a su hija y antes de que pudiera retirarse, Valeska y Lía la detuvieron.

—¡Bruja de las maldiciones! Espera un momento —exclamó el rey con voz fuerte y Babani frenó sus pasos dirigiéndose a ellos con una reverencia.

—Mis señores.

—Mi querida amiga, quiero agradecerte por haber sido tan valiente he insistirle a mi esposo para que hicieran un ultimo intento en despertarme, si Calipso y tu no hubieran venido ante él, yo aun seguiría atrapada en mis pesadillas, gracias por todo.—Lía abrazó con ternura a Babani y ella se alegró mucho de ver que Lía estuviera a salvo.

—Estoy feliz de que usted bien…—le dijo Babani con lagrimas en los ojos.

—Mi esposa no es la única en sentir gratitud, reconozco que mi sentir me nubló el juicio, fui violento y salvaje, sin embargo, ni la bruja nigromante ni tu se rindieron, arriesgaron sus vidas al entrar en mi presencia sin autorización y fue por un bien mayor, te recompensaré con lo que desees, oro, tierras, lo que desees, pide y se te dará.

—No es necesario que me den algo, el cariño que le tengo a su majestad la reina es muy grande, además mi familia y yo somos leales a ustedes y toda la familia real, sin embargo, si cuento con el favor de su majestad, les pido que tengan en consideración a mi hija, al fin y al cabo, ella es la verdadera heroína, así que por favor, no se olviden de ella.

—Por supuesto que no la olvidaremos, ella tendrá mi eterna gratitud, me gustaría conocerla formalmente, tu hija es una jovencita muy valiente ¿como está ella?—le preguntó Lía pensando que baban ya tendría noticias de ella.

—No lo sé, esperaba irme a casa lo antes posi…—Igorif intervino en la platica con una reverencia.

—Majestad, emperatriz, lamento interrumpirlos.

—¿Que pasa Igorif?—le preguntó Valeska con seriedad.

—Le traigo nuevas noticias, la general ya esta de regreso y enguanto a la hija de la bruja Babani, bueno, ella a caído en cama por el agotamiento que le produjo la intervención astral.

—¿Mi hija está bien? —le preguntó Babani preocupada.

—Si, la general dijo que no hay de que preocuparse, es probable que duerma hasta tres días seguidos, pue su cuerpo quedo sin energía.

—Gracias al cielo…

—¿Ya hay soldados cuidando la propiedad de Almond y su familia?—preguntó Valeska pensando en su bienestar.

—Si majestad, hay una guardia de veinte hombres resguardando la vivienda y sus alrededores.

—Muy bien, que descanse todo lo que pueda, en cuanto despierte, me gustaría hablar con ella personalmente.

—Como ordene mi señor.

—No te detenemos más, ayudaré a que llegues lo antes posible.—Lía abrió un portal y baban en aró en el despidiéndose de ellos con una sonrisa que iba a acompañada de una reverencia y desapreció.

Al instante, se escucharon unos tacones resonar fuertemente en el piso, se trataba de Beatriz quién s epató en seco al ver a su hija de pie.

—Mi niña…—Beatriz se tapó la boca tratando de contener todo su llanto y corrió a los brazos de lía y ambas se tiraron al piso a llorar abrazada la una d ella otra con fuerza.

—Mamá….

—No sabes cuanto soñé con este momento…te amo tanto…tanto que sentía que me moría.—le dijo Beatriz ahogada en llanto.

—Ya estoy aquí, no me sueltes por favor….

El reencuentro de Lía y Beatriz fue muy conmovedor, al escuchar que Beatriz estaba de regreso, Leonardo se apresuró para encontrarse con ella, pero al ver que estaba llorando de alegría, no pudo evitar sentirse pleno y con un nudo en la garganta, miró a Valeska y este también sonreía.

—Ven aquí.—le dijo Beatriz y Leonardo se unió en aquel afectuoso abrazo.

—Voy a darles algo de privacidad.—expresó Valeska con una sonrisa y se fue a la sala donde atendía asuntos de estado, pero no iba a recibir a nadie y cuando se dirigía a su trono para descansar un rato, un portal de en medio del suelo se abrió y fue embestido por Eira, quién estaba furioso con él.

—¡Maldito vampiro de mierda!

—Pero que demonios…—Eira y Valeska atravesaron la pared y comenzaron a forcejear.

—¿Como te atreviste a ocultarme la situación en la que se encontraba Lía?

—¡Quítame las manos de encima cuervo mal oliente! ¿Desde cuando tengo que mantenerte informado de lo que pasa en mi familia?—le preguntó Valeska furioso y le dio un puñetazo en la cara sacándole la sangre de la boca al rey del inframundo.

—¡Lía estuvo en estado vegetal desde hace meses! ¿Tienes idea de loq eu pasaba por mi mente?—Eira le devolvió el golpe a Valeska golpeándole la boca dele estomago.

—¿Y quién te dio permiso de pensar en mi esposa maldito infeliz?

—¡Ella es parte de mi vida y yo de la suya! ¿Por que no puedes entenderlo?




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