Mi amante, el príncipe de jade.

El sentir de la piel

Los ojos de Minerva se abrieron de app en par, tan grandes que parecía que había visto un fantasma y sin pensarlo, tocó el rostro de Hades y comenzó a tocarlo en los brazos, el pecho y finalmente volvió a sus mejillas apretándolas con fuerza y por impulso le soltó una bofetada.

—¡Ay! ¿Por que hiciste eso mocosa?—le preguntó Hades y Minerva estuvo a punto de abofetearlo con más fuerza.

—¿No te duele?—le preguntó ella sorprendida, tanto que se abalanzó sobre él y lo estrujó con todas sus fuerzas.

—¡Oye! ¿Te enamoraste de mí o que?

—Soy un titán, uno muy peligroso ¿como es que sigues vivo? Un solo rose de mis manos debería bastar para mandarte al otro mundo.

—¿Es así como tu hermano y tu tratan a la realeza? Vaya par de maleducados, tu familia es de muy poca educación, tu mereciese con golpes y apretones y tu hermano se atrevió a convertir a mi…

—¿A tu qué?

—Convirtió a mi amiga en su familiar, Carin, la loba blanca que secuestraron ¿donde está? Vengo a recuperarla y a tu hermano le partiré la cara.

—¿Quien diablos eres tu zanahoria?—le preguntó Minerva mirándolo de pies a cabeza.

—¿Yo? Jajaja, soy nana más y nada menos que el segundo príncipe del inframundo, Hades Eltzney, además, tu también eres pelirroja, no te queda llamarme así —le dijo Hades con el pecho inflado.

—¿Segundo principe? Eso no suena muy importante. —le dijo ella con indiferencia.

—Pues tu también eres la segunda, la hermana menor del ojos verdes, muévete de mi camino, tengo cosas que arreglar con él.

—¡De ninguna manera! Que yo sepa no estás invitado a esta reunión, por si no lo sabías, mi madre la emperatriz acaba de despertar de un largo sueño, lo ultimo que queremos son problemas, vete por donde viniste si sabes lo que te conviene, no se por que diablos puedo tocarte, pero te iras sin esos bonitos dientes si no te largas de mi castillo.

—Me tocaste por que eres una mano larga ¿que nunca habías visto a un hombre como yo?

—Pff, jajaja, mi abuelo es el hombre perfecto, mi padre es el dios por el que todas suspiran, mi tío Emir es tan bello como un ángel, Reynar es un guerrero fornido y masculino y dicen que su hijo es un sueño, mi abuelo Leonardo es de muy buen ver y además mi hermano es el hombre más hermoso que he visto, tu no me impresionas, si piensas avanzar, quítate la capa y pelea contra mí, mátame y te dejaré el camino libre.

—¿Que? Eres una dramática, pero como gustes, te daré algo de disciplina, ya que de eso carecen tu y tu hermano el niño bonito.

Hades se quitó la capa, para ese entonces la lluvia ya había comenzado a caer sobre ellos, Minerva tragó saliva, no es que quisiera pelear enserio con él, pero el pelirrojo parecía no retractarse, así que ella hizo lo impensable y se arrancó el vestido dejando únicamente sus medias y su ropa interior.

—¿Pero que haces?—le preguntó Hades aturdido.

—¿Crees que voy pelear contigo con esa cosa estorbándome? Esto tiene que estar parejo, aunque creo que tu estás en desventaja.

—¿Así? ¿Que me vas hacer? ¿Arañarme hasta que me muera? Jajaja

—Ven aquí y te mostraré.—le respondió Minerva con una sonrisa.

—Como quieras, será tu problema si te marco esa cara tan bonita.—le dijo Hades con una sonrisa desestabilizando a Minerva y pasó a su lado con tal velocidad que ella ni lo vio, de pronto sintió que una mano le tocaba la cara, tapándosela por completo.

Hades se encontraba a un lado de ella con su mano tapándole el rostro.

—Jamás le pegaría a una dama, soy un caballero.—le dijo él con su voz gruesa.

—¿Como puede tocarme? ¿Por que sigue vivo?—pensaba Minerva mientras cerraba los ojos.—¿así se siente el contacto con la piel?

—¿Que no piensas decir nada? Jajaja, ya veo, eres pura labia.

—Oye ¿podrías hacerme un favor?—le preguntó Minerva con seriedad.

—¿Que?

—No vayas a malinterpretar lo que haré a continuación.

—¿De que hablas?—Minerva se volteó y agarró a hades de la cara y le pintó un beso dejándolo sin oxigeno y tieso como una estatua.

—No te emociones, ya te dije que no eres mi tipo, pero es la primera vez que siento el contacto físico, quería llevarme la experiencia completa.

De pronto, Aspen pegó un fuerte grito dejando a ,los dos aturdidos.

—¿Que está pasando aquí?—preguntó él enardecido.

—¡Hermano!

—¡Carin!—expusieron los dos al mismo tiempo.

—Principe Hades…—susurró Carin dejando caer una flor que había arrancado en el camino.

—Tu…—dijeron Hades y Aspen al mismo tiempo mientras se fulminaban con la mirada.

Antes de que todo esto pasara, Carin había sido llamada por la emperatriz, quería verla, abrazarla, deseaba ver travez de ella a sus queridos amigos, al principio Valeska se negó por que creía que era una mala idea, pues no quería que su tristeza regresara, pero Lía le aseguró que estaba lista para verla a los ojos y entonces el príncipe Aspen la mandó llamar y una vez que Carin cruzó la puerta, Lía se llenó de amor por ella.

—Adelante Carin, puedes pasar.—le dijo el príncipe con una voz tranquila y ella entró con timidez al gran salón.

—Con su permiso majestad.

—Por Dios mi niña…eres idéntica a mi Lilith…ven aquí, déjame abrazarte.—exclamó Lía y Carin se acercó lentamente y la reina la abrazó.

—Me alegro mucho de que haya despertado alteza, mis padres sonríen desde el cielo…

—Si mi amor…lo hacen.—las dos lloraron mucho y se consolaron la una a la otra.

—No se preocupe por mí, el príncipe me convirtió en su familiar, pero es un gran amo, me cuida y es compasivo, me deja jugar y no me trata mal, él me salvó de la muerte, la tristeza me habría matado si él no me hubiera encontrado, estoy feliz de estar a su lado.

El Principe Emir le dio un codazo a su sobrino y le dijo al oído.

—¿Escuchaste eso? Está feliz de estar a tu lado, es una chica linda jeje.

—No es nada de eso, es como una mascota para mi.




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