Mi amante, el príncipe de jade.

Inevitable atracción

Fue inevitable que aquella explosión de amor y pasión no explotara de la forma intensa en la que lo hizo, todos los presentes estaban en silencio nadie sabía explicar lo que había sucedido, excepto aquellos que habían tenido el privilegio de experimentar la vinculación, hasta ahora, solo los hombres del linaje Romani eran capaces de vincularse cuando su ADN encontraba a su pareja destinada, a la mujer con la que podrían reproducirse y así tener una descendencia fuerte para que el linaje continuara en poder y pureza divina, era algo inevitable he irrompible, las víctimas quedaban prensadas de por vida, se volcán imanes que se atraían de manera irremediable, una obsesión que los invadía y la necesidad de estar juntos los consumía.

—Así que era eso…—susurró el príncipe tembloroso.

—¿Que sucede majestad? ¿Por que me siento así? El alma se me ha ido del cuerpo—le preguntó Gia mirándolo cn ojos de sirvo.

—A mi también, tu te la haz robado.—le dijo Aspen sonrojado y sus ojos brillaban intensamente.

Emir y Magnolia bajaron la mirada con resignación, ellos mejor que nadie sabían lo que esto significaba, sintieron pena por Isabela quién no entendía lo que estaba pasando, permanecía ahí parada con sus manos entre lazadas, las lucen la alumbraban dandole todo el foco de atención, la musica había parado y todos estaban hablando de lo sucedido, las voces y ese cuchicheo la estaban abrumando y avergonzando.

—¿Que hace el príncipe bailando con esa mujer? Y en el primer día de conocer a su prometida.

—Que vergüenza ser la princesa heredera en estos momentos, pobre, me da mucha pena, el príncipe tiene a su amante delante d todos como si nada.

—¿Como puede despreciar a la futura reina de su imperio?

—¿Será que ella será la primera amante de su aren?

—Miren a la princesa Isabela, la pobre no sabe como reaccionar y las luces le dan todo el foco, se nota que quiere salir corriendo de ahí.—decía la gente sin una pizca de prudencia y tacto.

—¿Pero que humillación es esta? Jajaja, ¿que carajo esta pasando aquí? Pobre princesa heredera, aaba de conocer a su prometido y a su amante jajaja, realmente los Romani son unos mujeriegos, después de todo ese es su punto débil ¿no? Los hombres de sangre azul no pueden resistirse a las mujeres hermosas, tendrás el mismo destino que tu tía niña, tendrás que ver como tu hombre te cambia por alguien más, pero yo no me preocuparía por ella, es a mí a quien de bes odiar, al final, seré yo a quién elija ese príncipe de ojos verdes jajaja.—se decía solfa en sus adentros mientras se burlaba de lo que estaba pasando.

Isabela estaba temblando por que sentía mucha vergüenza de todo lo que la gente decía, incluso sintió ganas de llorar por la presión de ser vista como una víctima.

—Isabela…—Emir estaba por ir con Isabela para sacarla de ahí, pero alguien más llegó a su rescate.

—Toquen la melodía del cisne rosado, me gustaría invitar a bailar a la mujer más bella de este imperio.—dijo una voz profunda y varonil que se abría paso entre la gente.

Se trataba del caballero Emm, quién no había soportado ver a la princesa en ese estado, así que se fue con ella, poniendo frente a su damisela.

—¿Le gustaría bailar conmigo su alteza?—le preguntó Emm incoándose delante de ella extendiendo su mano.

—Emm…—exclamó Isabela con los ojos vidriosos.

—Por supuesto…

Emm besó su mano delante de todos y comenzó a bailar con ella.

—¿Que haces Emm? Te pueden castigar por esto.—le dijo Isabela preocupada.

—Si a su prometido no le da vergüenza bailar con otra dama, entonces usted n debería sentirse mal por él.

—No es por él por quién me preocupo.—confesó la princesa con tristeza y añadió.—soy la princesa heredera, no puedo bailar con otro hombre a menos que sea un familiar mío…de lo contrario duran que somos amantes, además ya se ríen de mi, no te sumes a la burla…

—La gente ya dice cosas sin sentido, si no le molesta que digan que yo soy su amante, entonces siga bailando, salvaré su honor aunque me cueste la cabeza.

Esas palabras rebotaron en el corazón de Isabela haciendo que sus mejillas se ruborizaran, esta feliz de que fuera Emm su pareja de baile.

Valeska estaba en shock, no sabía quién estaba peor, si Aspen por costarle al mundo que esta vinculado con una mujer que no era su prometida y ponerle toda su atención a ella, o Isabela que también estaría en rumores de tener un amante, el rey sintió una fuerte jaqueca debido a la colera.

—Esto no es posible…esos mocosos…

—Guarda la calma hermano.—le dijo Reynar al verlo tan enfadado.

—¿Como quieres que me calme si estoy presenciando todo esto? Ahora todos creerán que los futuros reyes de este imperio tienen amantes antes de casarse.

Lía desvió la mirada hacia Emm y sonrió ligeramente.

—¿Por que estás tan tranquila? ¿Ya viste lo que tu protegido esta haciendo? Parece que no lo educaste bien.

—Al Ontario, estoy orgullosa de él, Emm no esta haciendo nada malo, mi hijo esta protegiendo la reputación de Isabela sin importarle nada más.—exclamó Lía con su dulce voz.

—La gente dirá que es su amante.—le dijo el rey furioso.

—Ese será motivo suficiente para que Isabela no sea el hazme reír del reino, el honor de una mujer se puede estropear más rápido de lo que te imaginas.

—Hagan lo que se les de la gana, quiero hablar con esos dos cuando todo esto termine.—exclamó valeska lleno de cólera.

Definitivamente este baile no había salido como Valeska lo había planeado, las cosas se salieron de sus manos, jamás imaginó que Aspen y Gia terminarían vinculados, aunque era de esperarse, pues ella era por mucho, la criatura más fuerte que existía en su mundo.

Mis queridos lectores, les he preparado un maratón con mcuho amor, espero lo disfruten, los leo en los comenatrios :D




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.