Eren se quedó mirando fijamente a Emm, este seguía probando su arma, una espada que parecía cortar cualquier cosa, al ver que su prima había salido corriendo de ahí se quedó confundido por la manera tan intensa con la que lo veía, pero decidió guardarse eso para él mismo, era evidente que ver a otro hombre que no fuera tu prometido podría mal interpretarse gravemente.
—Debo acercarme a él…necesito saber más de la belleza, quiero ayudarla a como de lugar.—pensó Eren mientras caminaba hacía él.
Emm era muy solitario, no tenía amigos y a sus compañeros soldados apenas si les dirigía la palabra, cuando Emm vio que Eren se le acercaba a paso firme, lo miró fijamente, pero su mirada era tan intensa y siniestra que Eren sintió que le desnudaba el alma y se tapó el pecho con la mano y sus pasos se volvieron cortos he indecisos.
—Diablos que intimidante, ya veo de donde sacó la belleza esos ojos de asesino demoniaco…
Aun así, Eren se acercó a Emm y respiró profundo antes de dirigirle la palabra.
—Eh..hola, eligió una gran espada jeje, pero seguro que con su fuerza no la necesita.—le dijo Eren con nerviosismo.
—No tiene que hablarme con formalidad ¿que es lo que quiere?—le preguntó el caballero a secas.
—Ah, pues, solo charlar con usted, mi nombre es Eren de Romani, mi padre es Reynar el cazador, es un placer conocerte, tu tampoco me hables con formalidad jeje.
—Se quién eres, no hay persona en el mundo que no conozca a los Romani.
—Si…supongo, me gustaría que fuéramos juntos a cazar si no te importa la compañía, acabo de ser nombrado cazador y me gustaría a prender de ti si es posible.—le dijo Eren apenado.
—Como quieras, pero no creo serte de utilidad, tu padre y tu abuelo ya debieron enseñarte lo suficiente, si no, no serías un cazador.
—Yo creo que nunca dejamos de aprender…el día que crea que lo sé todo, habré perdido como hombre y guerrero.
Las palabras de Eren agradaron a Emm y acepto de buena gana que lo acompañara a la caza, después de todo a él no le importaba ganar en esa competencia, solo participaba por su madre.
—Vamos juntos entonces.—expresó Emm con seriedad.
—¿De verdad? ¡Genial! Gracias jajaja.
Todos los hombres usaban un traje especial de caza, se veían emocionados por lo que iban a conseguirle a las tamícelas que con admiración y coqueto los miraban, el aroma masculino que emitían era un perfume dominante que esparcía notas salvajes y protección, claro que esta cacería no sería una común, en el bosque negro no los esperaban ciervos, conejos o zorros, el rey le había ordenado a Beatriz que soltara monstruos, así la cacería estaría justificada, la gran bruja negra atrapó a criaturas que atormentaban a los humanos y lo hizo sabiendo que solo así Alejandro querría participar, pues él no apoyaba la caza si no era para alimentar al pueblo, además de que Valeska respetaba mucho las creencias de su padre y también Emir y Reynar le pidieron que no mataran animales indefensos, así que el rey aceptó y en su lugar colocó en el bosque bestias malditas y a los animales que habitaban ahí, las brujas del reino les colocaron hechizos de protección para que no fueran lastimados.
Todos estaban con las expectativas altas con los cazadores, se decían así mismos que estaría muy difícil poder capturar alguna bestia maldita con ellos en la competencia, había tres lugares ganadores y nadie quería regresar con las manos vacías, los únicos “humanos” ahí presentes eran Alejandro, Reynar y Eren, quienes representaban al reino humano y todos los demás tenían fuerza sobre humana, había vampiros, tritones, seres mágicos, demonios y seres sobre naturales y todos ahí podrían cazar al menos una criatura maldita, había de todos los tamaños y formas, pero había tres bestias malditas que serían liberadas en cuanto Beatriz diera la señal en el cielo, quienes capturaran a estos monstruos, serían los ganadores de los tres primeros lugares y ganarían la oportunidad de recibir un regalo por el rey.
Las mesas donde las damas de la nobleza estaban ubicadas era en un jardín que estaba protegido por un campo que servia de escudo para que ninguna criatura maldita pudiera correr a atacarlas, además de que los soldados del imperio estaban al rededor de dicho escudo para custodiarlo.
—Ya sabemos quiénes ganaran esta competencia, hay tres cazadores de alto rango entre nosotros, el patriarca de los Romani se ve como un hombre de treinta y seis años, es fuerte y saludable, creía que sería un anciano.—exclamó un vampiro mientras se podía cinta en las manos, él había elegido un hacha.
—Es verdad, ellos hacen esto todo el tiempo, mérales la sonrisa que tiene en la cara, pareciera que van a jugar.—exclamó otro invitado con el ceño fruncido.
—Ay, yo quería ganarme el favor del emperador, así podría casarme con su hija, de seguro ese es el regalo que va a darle alguno de los ganadores.
—¿De que están hablando chupasangres? Los cazadores no son los más hábiles de aquí, los tritones del reino marítimo somos expertos en la caza y la supervivencia también, una sola lanza nos bastará para aniquilar a esas bestias manitas jajaja.—decían estos tritones con orgullo.
—Pff, jajaja, los demonios estamos muy por encima de los cazadores, vampiros y tritones o cualquier ser mágico, nosotros matamos seres infernales a diario, esto será pan comido para nosotros, escuchamos que la gran bruja negra capturó a una de neutras criaturas, solo nosotros sabremos como asesinarla, suerte con eso, quizá mueran en el intento jaja.—dijeron unos guerreros del reino del inframundo.
—¿Por que tanto alboroto? Parecen niños sacándose la lengua jaja.—expresó Denise mientras se ponía sus guantes, él había elegido dos huadañas y estaba probando que tan afiladas estaban.
—Son unos imbéciles, entre más alardeen más deficientes parecen, es evidente que los demonios estamos muy por encima de todos aquí.—exclamó Hades quién desenvainaba su espada y sus ojos se desviaban a las mesas de té de las mujeres.