Sin saberlo, Hades comenzaba a pasar mucho de su tiempo pensando en aquella princesa de carácter difícil, no lo aceptada pero ellos tenían mucho en común, ambos eran marginados por la sociedad, uno por ser el hijo de un traidor y la otra por poseer un poder mortal, no había en el mundo criatura o persona que los entendiera más que ellos mismos.
El rey del inframundo se encontraba cabalgando junto al rey de todo, ambos monarcas tenían un carácter especial y no se soportaban el uno al otro, sin embargo, la idea de que Valeska le pidiera acompañarlo en la cacería, tenía intrigado a Eira, pues estaba bien claro que se odiaban a muerte.
—¿Por que presiento que me trajiste en medio de este bosque para ponerme de cebo para las bestias malditas?—exclamó Eira mirando de reojo al vampiro.
—Es una idea tentadora, pero no te traje aquí para que me ayudarás a cazar, no pienso asesinar a ninguna bestia dejaré que los jovenes consigan los peces gordos.—expresó el orgulloso rey con la espalda erguida.
—¿Y de que quieres hablar?—le preguntó Eira intrigado.
—Como sabes, mi heredero se casará pronto, se unirá a mi sobrina y juntos reinarán en nuevo imperio y algún día se convertirá en el señor de todo.
—¿Pero tu hijo no se ha vinculado de aquella bruja? Todos fuimos testigos de eso, aunque no todos lo entendieron, ¿aun así dejarás que Aspen se case con Isabela? ¿Aun sabiendo lo que el vinculo causa en él?—le preguntó Eira extrañado.
—Tu lo haz dicho, se ha vinculado de una bruja, pero esta no es como las otras, incluso Beatriz afirma que es la bruja de la mente y debe ser así pues tiene el poder de cambiar todo a su antojo, es muy peligrosa, el aquelarre la llama como el todo, una bruja profética que promete devolverle a las brujas toda su gloria y su propio imperio, es una amenaza, aun así Lía y las otras insisten en instruirla y ayudarla a controlar sus poderes, pero yo creo que es un peligro para mi familia y el imperio.—declaró Valeska con molestia.
—¿A qui te refieres?
—Si es la bruja de la mente ¿acaso no pudo usar su poder para hacernos creer que ella y mi hijo estaban vinculados? ¿Por que lo haría visible a todos? Justo en ese baile donde todos los vínculos estaríamos presentes.—externó Valeska con seriedad.
—Entiendo tu punto de vista, es valido que tengas esa teoría, pero ¿y si estas equivocado? Tú mejor que nadie sabe lo que es estar separado de la mujer con la que te haz vinculado, yo fui testigo de eso, vi en Lía la decadencia, el dolor y la agonía de no tenerte cerca, no puedes ser tan egoísta.—declaró Eira haciendo hincapié en el dolor que le provocaría a ambos jovenes.
—¿Egoísta?—Valeska frunció el ceño y gritó a voz en cuello.—¡No estoy siendo egoísta! Jamás permitiré que otra amenaza descomunal entre a mi reino ni a mi familia, la bruma oscura casi lo destruye todo y fue por mi culpa…yo la dejé entrar a nuestras vidas.
—La bruma entró por medio de un portal que abrió Lía cuando peleó con Bitchancy, no fue tu culpa, tampoco de ella, esa cosa nos buscaría tarde o temprano, deja de sufrir por eso, no pensé que siguieras litigándote la espalda por el pasado y más cuando nadie te culpa.
—¿Que no lo entiendes cuervo? Gia es incluso peor que ese dios de la destrucción, ella puede cambiar la realidad a su antojo, es un monstruo y si le damos poder dejará todo en ruinas.
—Hablas de ella como si fuera una villana y no lo parece ¿y si realmente se ha vinculado de tu hijo? Sacrificarás su amor por el bien del imperio?
—Si ese es el precio por la paz, que así sea.—dijo el rey con voz profunda.
—Valeska…recapacita…tu eres un desgraciado, ambicioso, prepotente y convenenciero ¿por que no usas el vinculo a tu favor y dejas que esa bruja tan poderosa este del lado de tu familia para siempre? A caso no te beneficiaría más la unión entre ellos que casar a Aspen con tu sobrina con la que es más que evidente que no se atraen en lo más mínimo?
—Tendrá que desmotar que no miente y solo así descartaré toda malicia de su vida, además si que pienso beneficiarme de su poder, la convertiré en mi arma, una guerrera que pelee por el imperio, le daré lo que desee, un esposo, riquezas, tierras, todo, menos a mi hijo.
—Dudo que Lía te apoye con esto.
—Ella no tiene vela en el entierro, además no te traje aquí para pedirte consejos idiota.
—Tu eres más idiota por ejercer así tu autoridad.—le dijo Eira con enojo.
—Cierra la boca moralista ¿todo es bondad y velar por el prójimo para ti? Si pensaras más con la cabeza y no con el corazón tu imperio sobresaldría con creces.
—¿Que más quieres decirme? No quiero escuchar tus villanías todo el día.
—Minerva ya está en edad casadera, tú sabes que solo le doy lo mejor a mis hijos, no he encontrado a otro príncipe que tenga el mundo para ofrecerle a mi única hija, nadie es suficiente, pero tu reino es el segundo más poderoso y basto que existe, Minerva estaría reinando al lado de un rey capacitado y ademas no hay un mejor ambiente para su condición que el inframundo, creo que podría superar sus problemas viviendo en ese lugar tóxico y desagradable, por eso quiero a tu hijo con ella, le daré el honor más grande de su vida y le entregaré a mi princesa como esposa.
De pronto, un viento helado ondeo el cabello de Eira, no sabía que decir al respecto.
—Pero…tu nos odias.—expresó Eira confundido.
—A ti más que a nadie asqueroso gusano, pero tu hijo sabrá lidiar con una mujer de su calibre.
—¿A cual de mis hijos quieres como prometido de Minerva?—le preguntó Eira pasmado.
Los labios de Valeska pronunciaron un nombre y los ojos de Eira se abrieron de golpe.
Por otro lado, la cacería continuaba, Eren se había unido a Emm para poder aprender de él al momento de pelear, pensaba que si Beel era tan buena peleando, seguro que él también lo sería, sin embargo las caminatas con el caballero oscuro eran tan silenciosas que Eren sentía una tortura pues él era muy parlanchín.