Aquella declaración matrimonial había dejado sin palabras a todos los presentes, Valeska y Eira se voltearon a ver y ambos tomaron una seriedad inquietante, el evento de la caza terminó y el rey del inframundo y el rey de todo, se reunieron hablar en el salón principal, mientras el resto de su familia disfrutaba de las actividades y el banquete que se servía en honor a los ganadores de la caza.
—¿Que harás al respecto? Tu hija ha ejercido públicamente su derecho a la petición, sin embargo no pronunciaste ninguna palabra, parecías estar en shock, despediste a los invitados con tu sonrisa y le diste por su lado a la princesa sacando otro tema a la luz, eres bastante hábil con esa lengua bípeda, demasiado elocuente para mi gusto.—expresó Eira cruzado de brazos.
—¿Y que querías que le respondiera? ¿Crees que es fácil ver y oír todo lo que ella dijo he hizo? Me desarma completamente, siempre se rehusó a usar vestidos, lo hace prácticamente cuando la obligo, le gustan todos los deportes de un varón, es ruda, tosca, solitaria, con un carácter horrible, manipuladora, agresiva, tiene una sonrisa malévola y su mirada es más la de un asesino que la de una chica dulce.—manifestó Valeska escandalizado.
—Mira quién habla…—murmuró Eira mientras fingía toser.
—¿Que dijiste?—le preguntó Valeska fulminándolo con la mirada.
—Es igualita a su padre, que te puedo decir.
—¿Que dama en su sano juicio le entrega sus trofeos a un hombre? ¡Se metió sin permiso al concurso y todavía me exige el premio mayor!—expresó Valeska con el ceño fruncido.
—Ya habías decidido por tu cuenta encontrarle un marido ¿por que estas que te consumen los Celos de padre?—le preguntó Eira mirándolo con detenimiento.
—A mí no me dio nada…—susurró dolido.— ¿por que se lo entregó todo a él? ¿Acaso no pudo dejar que conservara la escama de Behemut? Sabe que habría sido un gran trofeo en mi colección de bestias imponentes, pero me la quitó para dársela a tu hijo.—expresó el rey de todo con gran enojo.
Mientras ellos platicaban, Denise se paseaba por el castillo, se sentía avergonzado al haber presenciado semejante declaración por parte de la mujer en la que había puesto sus ojos y aunque aceptó su trofeo, ella se lo entregó a alguien más, su propio hermano.
—La mala suerte me carcome…¿por que mi hermano y yo tenemos que compartir los mismos gustos? Justo cuando había aclarado mis sentimientos por Carin y me decido a darle una oportunidad al amor, resulta que esa dama esta interesada en mi hermano, no sé como sentirme al respecto.—pensaba Denise con desanimo.
Hades lo había visto entrar a uno de los pasillos que daban al gran salón, para llegar ahí habían dos entradas, una de cada lado, así que Denise entro por la izquierda y Hades por la derecha.
—¿Y ese idiota por que no me dijo desde un principio que la princesa que le interesaba era nada más y nada menos que Minerva? ¿Por que va por la vida cabizbajo? —se preguntó Hades malhumorado y apresuró el paso para encararlo y animarlo de alguna manera.
Pero cuando ambos iban por la mitad del que pasillo semi oscuro, escucharon que Eira y Valeska estaban hablando y ambos se escondieron para escuchar.
—No puedo creer que estes celoso, que infantil.—exclamó Eira meneando la cabeza mientras se reía.
—¡Cállate! tú no tienes una hija, así que no opines ¿te parece bien haber criado al ladrón que se llevará a mi hija?—dijo Valeska fulminándolo con la mirada.
—Era Denise el hombre que habías elegido como prometido de Minerva, es un alivio que no se lo hayamos dicho antes, yo no tengo problema en que sea Hades quién ocupe su lugar.—confesó Eira con tranquilidad.
Ambos hermanos se quedaron en shock al escuchar esto y siguieron atentos a lo que decían, cave aclarar que ninguno de ellos se había encontrado todavía, pues estaban bien escondidos.
—Hades no es tu príncipe heredero.—recalcó con firmeza el rey de todo.
—¿A que te refieres? Minerva tampoco es tu princesa heredera ¿lo olvidaste?—le respondió Eira extrañado de su queja.
—Quería un rey para mi hija, no un simple príncipe.—insistió con malestar.
—¿Tanto te molesta que tu hija se haya fijado en mi hijo Hades?—le preguntó Eira con molestia.
—No me mal interpretes, Hades me complace en muchas cosas, es un extraordinario guerrero, si fuera mi hijo estaría orgulloso de él, es inteligente como un zorro astuto, codicioso pero no lo suficiente, respeta las jerarquías, es bien parecido y aunque su poder sigue siendo un misterio para mí, estoy seguro que puede ser de mucha utilidad en el futuro, no tendría problema en convertirlo en mi general si renunciaras a él y si el destino no hubiese sido tan cruel con Hades, seguro que sería un mejor príncipe heredero que Denise, pero no es más que el hijo de un traidor y su pasado sigue repercutiendo en su presente, incluso por tu misma corte y no te hagas el que no lo sabe, por que hasta yo sé toda la basura que dicen a sus espaldas, sec que Noes más que envidia, pero aun así…
—¡Eso es por que ni tú ni ellos lo conocen!—declaró Eira exaltado.
—Siéntate pajarraco, no lo estoy insultando, deja que termine de hablar.—insistió Valeska y continuó con su dialogo.
—Todo lo que sale de tu boca hacia los demás es insulto.—le dijo Eira apretando los dientes.
—Quiero que Hades demuestre ser digno de Minerva, así como ella lo demostró para él ¿sabes por que hizo todo esto? ¿Enfrentar a un titán como Behemut? ¿Dominar sus poderes? ¿Pedir su mano públicamente como si ella fuera un varón?
—Para poder tener una vida normal, eso está claro.—dijo Eira cortante.
—Si, pero lo hizo por él también, conozco a mi hija, desde que conoció a tu muchacho su cabeza esta llena de pensamientos hacía él, ella se ha vinculado de Hades, lo sé, mi padre, Aspen y Lía fuimos testigos de la vinculación, pero creó que Hades no lo sabe, esta es la primera vez que una mujer Romani atrapa espiritualmente a un alma llevándola a la vinculación, esto quiere decir que Minerva es realmente poderosa, tanto, que los genes de nuestro linaje la respetaron como a un varón dominante de dicho gen, ella merece el reconocimiento y el respeto a su vinculación por eso.