Mi amante el villano (libro 3)

El día que ella se fue

 

Fue una noche larga en el reino vampírico, el rey se sentía completamente embrujado, devastado, era la primera vez que se sentía deprimido, todo le parecía vacío, en su despedida, Valeska ni siquiera la miró.

—La próxima vez que me veas, seré un vampiro adulto, no seré quien conoces ahora, no te hagas ilusiones imaginándote un futuro incierto, cambiaré tanto, que no podrás reconocerme. —estas fueron las ultimas palabras que el rey de los vampiros le dedicó a la bruja de la invocación.

Ambos se sentían incompletos, conscientes de lo que su separación significaba, era evidente que el rey de todo se había vinculado de Lía, podía sentirlo hasta sus huesos y más allá, pero no estaba dispuesto a dejarse someter por un sentimiento como ese, si el amor era tan dependiente, inseguro y doloroso, el rey haría lo que fuera necesario para arrancarse el corazón.

Desde esa noche se encerró en sus aposentos y no salió por un largo tiempo, rechazó a todas sus concubinas, no comía y no quería hablar ni con su propio hermano, era la primera vez que Valeska se sentía de esa forma y lo odiaba.

—Ya pasaron treinta días desde que te fuiste ¿Por qué me duele el pecho? tú no significas nada para mí, solo eres una humana caprichosa que se aferra a convertirse en mi guardiana ¿Por qué el castillo de repente se siente tan vacío? Incompleto, miserable y tormentoso…ojalá te hubieras ido sin despedirte, ojalá no te hubiera buscado.

Valeska se mantenía confinado en esas paredes que, aunque enormes parecían ahogarlo, pero no tenía ganas de ver a nadie, odiaba a todo el mundo, así pasaron tres meses y por fin se asomó al balcón.

—No veo tu cabello rojo por ningún lado, las concubinas se alegran de tu partida, ya no están celosas de ti, tus ojos verdes ya no me miran como un cordero tembloroso ¿a quién molestaré ahora? Las mejillas de las vampiresas no se sonrojan, su piel no es cálida no tienen pureza, están vacías ¿Qué me hiciste hechicera? ¿Me embrujaste para que no dejara de pensar en ti?   Me lanzaste una maldición…eres una ratoncita peligrosa, me estoy volviendo loco…

Después de varios días más, el rey fue sorprendido por un sueño que parecía más una visión clara de las circunstancias, estaba sumergido en la tristeza y la incertidumbre, parecía que el rey estaba pasando por un duelo, era la primera vez que le rompían el corazón.

De pronto, escuchó la voz de la mujer que lo tenía en esas condiciones y sus ojos se abrieron como si estuviera viendo un fantasma, ahí estaba ella, hermosa y con esos ojos que lo volvían loco, ese cabello ardiente que le parecía encantador.

—¿Ratoncita?

—Mi señor….

—Perdóneme su majestad…pero me he estado conteniendo durante tanto tiempo que ya no puedo más…todo mi cuerpo me reclama para que lo deje ser, solo por hoy, solo porque es un sueño…déjeme llamarlo por su nombre, Valeska, haces que me vuelva loca, todo el día, todo el tiempo pienso en ti, en lo que haces, lo que dices…lo que piensas…me lleno de ansiedad al saber que no te tengo cerca, no sé qué estoy haciendo ahora mismo, solo hago lo que por tanto tiempo he retenido, la puerta fue derribada por mis deseos, los fuertes instintos que me han dominado, no quiero despertar, no hasta que haya vaciado mi corazón en ti ¿recuerdas que me dijiste que tenía derecho a una petición por haber derrotado a Bitchancy? Dijiste que podía pedir lo que sea ¿Podrías amarme esta noche? Por favor…hay un fuego abrazador dentro de mí, un deseo incontrolable que no puedo gobernar, me siento irrevocablemente atraída hacia ti.

El rey no sabía si estaba soñando o si se estaba volviendo loco, pero desesperadamente su cuerpo le pedía agritos abrazar y poseer a esa mujer, ella era la cura para su enfermedad o su maldición, ver su cuerpo desnudo le apreció una maravilla, cuanta belleza en una sola mujer, la deseaba tanto que no paró hasta que pudo vaciar sus deseos en ella.

Valeska estaba encima de Lía, los dos se estaban mirando fijamente y el no podía dejar de pensar en lo hermosa que le parecía.

—¿Por qué no me había dado cuenta de lo bella que eres? No puedo dejar de mirarte, quisiera tenerte a mi lado por siempre. —sin darse cuenta, este tipo de pensamientos le invadían la mente, cuando lo notaba trataba de frenarlos, pero si este era un sueño, entonces él podía dejar libre sus pensamientos, al fin y al cabo, era un secreto que le pertenecía solo a él.

Así pasó muchas noches, tantas que ni siquiera las contaba, noches en las que el rey y la humana se amaron incondicionalmente, las concubinas no entendían por que Valeska las estaba castigando, al ser un rey tan pasional era costumbre que organizaba fiesta del placer para derrochar sus bajos instintos con todas las concubinas que deseaba, reunirse con Freya cada fecha asignada era una tradición y tampoco ella era requerida, era tanta la incertidumbre que ni siquiera Emir lo comprendía ¿Cómo es que se escucha hasta los últimos rincones del astillo que esta con una hembra y nadie conoce su identidad? ¿Quién serpa esa dama que lo satisface a tal punto de no necesitar a ninguna otra mujer?

El rey está maldito decían, ha enloquecido, lo han embrujado, hubo un momento donde Lía estuvo en el infierno que ya no podía soñar con el rey, por alguna razón ya no podía hacerlo y él cayó en una profunda depresión.

—Las personas tenían razón, me volví completamente loco, fantasee con un recuerdo lejano, me aferre a un sueño maldito que solo me engañó, el amor es un veneno mortal que daña incluso a los dioses, llegó el momento de arrancarme el corazón, así no volverá a latir por nadie más, soy un dios, no volverás a irrumpir en mis sueños nunca más, no seguiré esperándote como un tonto esperanzado a que toques mi inconsciente, nuestro adiós es definitivo... me despojaré de tu mortal recuerdo.

El rey se llenó de resentimiento y se desahogó destruyéndolo todo a su paso, su corazón se hizo tan duro que se volvió perverso, la adultez llegó después de los cien años, se dejó crecer el cabello, oscuro y brillante cabello negro que le daba una apariencia varonil, era fuerte, alto y atlético, tan hermoso que no había hombre que se el comparara, sus ojos brillaban como el fuego del infierno, era el rey de las sombras, seconvirtió en el peor villano que haya existido, vestía un traje negro y una capa roja, soberbio y elegante rey de todo, famoso por su crueldad y sus muchas posesiones, era el deseo de toda vampiresa o hembra sobre natural, era un amante codiciado, un dictador sangriento y soberano de todo.




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