Mi amante el villano (libro 3)

¿Aliados o enemigos?

 

¿Qué es el amor para un vampiro? Tienen fama de ser fríos y crueles, seres sin alma ni corazón, pero el mío tiene cierta dulzura en sus brazos, de sus labios brota miel que no empalaga, me hace parte de sus fantasías y a pesar de ser el hombre más temido de esta tierra, yo me siento segura y feliz a su lado, él sabe como amarme, me envuelve en sus palabras sensuales y seductoras, estas entran en mis oídos haciéndome vibrar con todo lo que dice, lo malo sabe muy bien al paladar.

—Mírate, estas empapada en sudor, no se cuantas veces haz puesto los ojos en blanco. —dijo el rey dibujando una ligera sonrisa.

—Es por que usted no me deja ni un momento. —le respondió Lía avergonzada.

—Tienes todo el cuerpo marcado, ¿segura que no te he lastimado? —Valeska se preocupó al ver que la piel de lía tenía mordidas, moretones y sus dedos pintados por todas partes, le revisó las costillas para ver si no le había roto algún hueso.

—Estoy bien, usted es rudo, pero no me lastima, me gusta su forma de amar. —exclamó Lía mientras se sonrojaba.

—¿Ves por que no te dejo respirar? Pones esa cara suplicante, es como si me rogaras que me apodere de ti.

—Mi rey ¿Cuánto tiempo llevamos abrazados? Debo estar interrumpiéndolo en sus deberes, creerán que lo distraigo. —dijo Lía preocupada.

—Que digan lo que quieran, les cortaré la lengua si hablan mal de ti y si se atreven a cuestionar lo que hago con mi tiempo, los despellejaré delante de todos para causarles miedo a los entrometidos.

—¡No mi señor! No haga eso, ya estoy acostumbrada a que la gente hable mal de mí, ya no me afecta, se lo prometo, así que no le de importancia, mejor…si es que aun esta la vacante, me gustaría aplicar para convertirme en su guardiana, ha sido mi deseo todos estos años y créame cuando le digo que nadie quiere protegerlos como yo.  —le propuso Lía mirándolo fijamente.

—Tendrás que pasar la prueba más difícil, y si resistes, pensaré seriamente en tu petición, debes esforzarte mucho para sobrevivir a ella. —Valeska la miró con seriedad y Lía tragó saliva.

—¿A qué prueba se refiere? —preguntó la bruja con incertidumbre.

Valeska le susurró algo al oído y ella se puso tan colorada que hasta las orejas se le pintaron de rojo.

—Usted no tiene límites….

—Ya te dije que es todo culpa tuya. —el rey la besó y mientras abrazaba a Lía Igorif lo interrumpió.

—Mi señor, lamento interrumpirlo, el señor Leonardo y yo lo estamos buscando por todos lados, el príncipe Emir ha llevado al rey del inframundo y a su reina a un recorrido por le castillo, parece que quieren conocerlo.

—¿El que? —Valeska lo vio con indiferencia y luego volteó a ver a Lía.

—¿Tu mascota está casada?

—Algo así…pero no es una mascota.

—Si lo es ¿y que es lo que quieren exactamente? Ya lo conozco y me parece insulso y desagradable.

—Creemos que sería buena idea que comenzara hacer relaciones diplomáticas con otros reinos amo, después de usted, el rey del inframundo sería el emperador más fuerte, en la escala de poder usted va a la cabeza, el rey del inframundo gobierna el infierno y sus alrededores, además del plano espiritual, sería un buena liado, por otro lado y cuenta con un gran ejército, el otro reino con poder, sería el celestial, pero de ese conocemos muy poco y difícilmente se hacen presentes, por eso creo que sería beneficioso para usted crear lazos con ellos.

Valeska volteó los ojos y fastidiado movió la mano para aceptar la petición de Igorif y Leonardo.

—¿Y donde esta Leonardo?  —Preguntó Lía quien no lo veía.

—Eh, ahí está…—exclamó Igorif apenado, Leonardo estaba en el otro extremo con el rostro sombrío y se podía escuchar que gruñía ligeramente.

Al verlo, Valeska sonrió travieso y se puso de pie al igual que Lía, quien se sacudió el vestido apenada.

—Te veré en el recorrido, asegúrate de controlar a tu cuervo. —Valeska le sonrió coquetamente y se fue con Igorif, cuando pasó aun lado de Leonardo, le dijo con voz suabe.

—Quita esa cara, la cuidaré bien. —Valeska siguió de largo y Leonardo enfureció, Igorif le agarró el brazo con fuerza y le dijo discretamente.

—Ni se le ocurra ser un padre celoso ahora, puede salir muy mal.

Lía caminó con timidez hacia él y lo abrazó dándole un beso en la mejilla como de costumbre, los alcanzaré luego, iré a tomar un baño.

 Al ver lo desaliñada que se veía Lía y las marcas que se alcanzaban a ver casi se desmalla y no supo que decir, se quedó como muerto.

—Cielos que vergonzoso. —Lía salió corriendo de ahí he invocó a Lilith y a los gemelos bélicos, antes de eso, se aplicó un hechizo para desvanecer las marcas de su piel, al verla, Beel y Emm le saltaron encima y la abrazaron eufóricos.

—¡Princesa apesta a vampiro! —dijeron ellos mientras la olfateaban.

—¿Qué? ¿y a que huele un vampiro? —preguntó Lía con curiosidad.

—A perversión, respondieron ellos, quienes al instante se pusieron a correr por toda la alcoba.

—¿Dónde estamos? —le preguntó Lilith al ver que ya no estaban alojados en la torre.

—El rey nos ha dado un mejor lugar, ahora estamos dentro del castillo, es una habitación más grande y espaciosa. —exclamó Lía con alegría.

—Últimamente el rey ha sido muy considerado con usted, más le vale que la trate como usted se lo merece. —le dijo Lilith guardando cierta desconfianza hacia él.

—Ya no es el mismo de antes, ha cambiado mucho, reímos, pasamos más tiempo juntos y me hace muy feliz.

—¿Qué son exactamente? —le preguntó Lilith mirándola fijamente.

—¿Qué somos? Bueno, la verdad es que no lo sé…supongo que somos más cercanos que nunca.

—Que nos se atreva a convertirla en una más de sus concubinas, si acepta algo así… —Lía la interrumpió con urgencia y dijo:

—¡él jamás me pediría algo así! Lilith, no se que somos, pero si se como me siento a su lado, soy completamente feliz, más de lo que fui sin él, lo amo y se que también me ama, ambos nos sentimos plenos el uno con el otro.




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