Mi amiga, la tóxica.

Capítulo 2

Las señales estaban ahí pero era tan tonta, inocente y estaba tan ilusionada con esto de tener una "mejor amiga" que sus actitudes extrañas no me importaban tanto como deberían...

 

Llevábamos dos años juntas de un lado al otro, cada día juntas por horas, luego horas al teléfono, pero eso empezó a cambiar cuando me puse de novia con un compañero nuestro del secundario. Mariela lo odiaba, lo odiaba con todo el alma, decía que no le gustaba como me trataba, decía que era "mala persona", pero yo creía que eran celos porque pasaba más tiempo con él que con ella. 

" te esta cambiando,no te das cuenta, siempre estas triste, ya no sonreís, ya no me escribís o llamas, tampoco salís de tu casa, tampoco querés salir conmigo y los chicos el fin de semana, siempre nos pones un pero..."

No se que tan cierto es eso...bueno si, era cierto, a él no le gustaba que yo saliera, siempre que empezaba a hacer planes para salir él se quejaba o peleábamos y ya no tenia mas ganas de nada, no le gustaban mis amigos, no le agradaba Mariesiempre me hablaba mal de ella o nos comparaba, decía que era mas bonita que yo, o alagaba su cuerpo y a mi siempre me descalificaba, era tan cruel con las cosas que decía, me hacia llorar siempre y sentirme mal conmigo misma...

Mari tenia razón y yo lo sabia pero no quería aceptarlo, él era mi único apoyo en todo el caos de mía problemas familiares, o eso me había hecho creer. Cada vez que peleábamos me dejaba o yo a él pero "nadie te va a querer como yo, a nadie le vas a gustar ¿no te das cuenta lo que sos? Mirate al espejo, te vas a quedar sola..." y yo de tonta le creía y volvía. Todo se fue poniendo peor, se volvió mas agresivo, violento, me había empezado a lastimar físicamente, no solo psíquicamente... Y lo peor es que estaba sola en esto, me había alejado de todos, mis amigos, mi familia...y él se aprovechaba de eso, parecía disfrutarlo, se abusaba del poder que le había otorgado sin darme cuenta.

Quería morir, cada dia, cada hora, no encontraba la forma ni las fuerzas para salir de esa relación, hasta mis notas habían bajado tanto que en vacaciones tendría que recuperar o tendría que repetir el año. 

Mariela se escondía en el baño conmigo para poder hablar cuando ya me vio tan derrotada, apagada, era un zombie que caminaba por esta vida adolescente pendiendo de un hilo.

"Esto no puede seguir así amiga, date cuenta que te has entregado sola al dolor cuando la experiencia de tener tu primer novio debería ser algo lindo, lleno de sonrisas, felicidad...amor, y vos no tenes eso, nunca lo tuviste con él, te metiste sola en la boca del lobo, pero podes salir de esto, basta, él no te merece, termina ya con esto antes de que pase a mayores, o te haga algo malo de verdad o termines embarazada y te tengas que casar con ese idiota"

Tenía razón, tenia miedo a salir mas herida aún, sobretodo porque no podía contarle a nadie las cosas que él me había hecho... "Nadie te va a creer"

 

Tiempo después se fue de viaje al interior con su familia, era una semana donde estaría lejos de él y sus torturas, del dolor, seria libre  así que me vi al espejo, las ojeras del cansancio y el llanto habían dejado una huella en mi rostro, no me gustaba, lo odiaba, una nueva sensación me abrazaba, cálida, sentía un fuego crecer desde mi estomago que se expandía a todo el cuerpo, resoplaba muy rápido, mis puños se cerraron con fuerza, sentía mis ojos quemar, cadí veía ese fuego salir. Era el odio, el valor, el rencor, el dolor, eso me estaba dando fuerzas, me había decidido, esto se terminaba ahora.

Le escribí a Mariela para contarle, estaba feliz y emocionada, se le ocurrió que salgamos a festejar por la valentía que iba a cobrar y que saldría de esa relación tan podrida que tenía. 

Me cambié, me arreglé, me maquillé, me vestí con la fuerza que había adquirido y salí a la calle para pasarla bien con mis amigos como hacia un año y medio no hacia desde que comenzó esta tortura.

La pasé increíble, me divertí muchísimo, me reí muchísimo, me dolía el pecho por haber perdido tanto con alguien que nunca me quiso y valoró como persona, como mujer, como su pareja, si esta bien solo teníamos 16 años pero eso no se le debía hacer a nadie.

Cuando volví a mi casa a la mañana siguiente vi que tenia varios mensajes y llamadas pérdidas de ese monstruo...  Estaba furioso porque no le había respondido, decía cosas horribles, como siempre, decía que cuando volviera íbamos a hablar y que iba castigar mi desobediencia -jajaja ya no más maldito- que sabía que había salido "alguien te vió", si si siempre alguien me veía pero solo eran mentiras para terminara confesando. Me bañe y me fui a dormir. Al medio dia me levanté, almorcé con mi familia en silencio...la tensión se cortaba con un dedo.

-¿Cómo la pasaste Anita, te divertiste? -pregunto mi mamá.

-Si, la pase increíble, hacia tanto que no me divertía así...

-bueno me alegro hija, pero "aquel"... ¿no se va a enojar con vos? - aunque yo nunca les haya contado nada todos sabían lo mal que la pasaba.

-ma, ¿te soy sincera? No me importa nada ya, que se mate.

Mi mama y mi hermana se quedaron viéndome anonadadas, hicieron una pequeña mueca de sonrisa y seguimos comiendo y no se hablo mas del tema.

Al caer la noche los mensajes empezaron de nuevo, la intensidad de sus palabras ahora eran mayores y llenos de insultos. Me cansé. Respondí, no dejaba de teclear, no dejaría nada por decir, ya no mi pisotearía nunca más.

Entre insultos y palabras hirientes la pelea estaba en el punto máximo y solté la bomba " no te quiero ver nunca más, terminamos", pero el quería tener la última palabra, no quería que sea yo quien lo dejara así que seguía texteando sin parar "te voy a hacer la vida imposible, no sabes con quien te metiste" concluyó. Reí con todas mis fuerzas a pesar de los temblores por los nervios que me había generado, quería pelea, bueno la tendría. 




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