Mi amiga, la tóxica.

Capitulo 3

A pesar de haber recuperado el tiempo perdido aun mi familia no me perdonaba haberme alejado y haber permitido que me hicieran e hiciese tanto daño...iba a ser muy difícil recuperar la confianza y el cariño de todos.

 

Pasaron cuatro años de todo eso, aunque estaba libre de esa persona su recuerdo me atormentaba, nada me había salido bien desde entonces, el dolor y rabia en mi no pasaban. 

Al terminar el secundario me inscribí en la universidad, asistí durante año y medio, no me fue bien. No conocí ningún chico que valiera la pena. La mayoría de mis amigos ahora estaban en pareja, casados y con hijos, dios me sentía tan sola, estaba tan dañada nadie podría fijarse en mi estando en ese estado, el pozo depresivo en el que estaba era muy profundo.

Comencé a trabajar en una tienda de zapatos, me iba medianamente bien, tenía buenas ventas si pero, no me pagaban lo correspondiente por lo que mi madre no estaba conforme y peleábamos. 

Las cosas entre ella y mi papá también estaban mal a pesar de estar separados hace mucho tiempo, la realidad es que mi madre lo usaba, se aprovechaba de que él aún la amaba para conseguir cosas.

Con Mariela nos habíamos alejado durante un tiempo pero después nos amigamos. Comenzamos a vernos seguido de nuevo, a hablar por teléfono, salir, eran los pocos momentos donde estaba alegre, era la única amiga que tenía y al estar soltera como yo podíamos pasar el rato tranquilas.

 

Un día estábamos solas en casa tomando algo, tenia grandes noticias me había dicho, el chico desde que estaba enamorada desde niña al fin se había fijado en ella y estaban "en algo", como él era amigo de su hermano no quería que se enterara así que se veían de vez en cuando a escondidas para darse un beso. Obviamente me alegré muchísimo, llevaba muchos años ella enamorada de él, era su sueño dorado aunque no avanzaba la relación, solo era eso, besos a escondidas...

Una noche se quedó a dormir en mi casa, estábamos acostadas juntas en mi cama charlando cuando su teléfono empezó a sonar... era "su chico" y quería verla, eran las dos de la mañana y estaban lejos pero a él no le importo y vino a buscarla a mi casa, ella feliz, le abrí la puerta para que se encontraran, se quedarían afuera y yo le haría la segunda para que mi mamá no nos descubriera.

Me quedé dormida al lado de la puerta sin darme cuenta, cuando desperté pasaban de las 5 a.m, le escribí un mensaje para saber si estaba todo bien, dijo que ya entraba así que la espere, al entrar nos metimos rápidamente a la habitación, nos recostamos y entre susurros me contó todo lo que había pasado, después nos fuimos a dormir.

 

Meses más tarde mi hermana menor trajo unos amigos a casa, los conocía a todos salvo a uno, no parecía de la edad de mi hermana, después de cruzar unas palabras nos llevamos muy bien, tuvimos una conexión pero no me fijaría en él, era más chico que yo así que estaba prohibido -jajaja que boba soy-  después de eso seguimos hablando algunas veces por redes sociales o cuando venia a la casa con los otros amigos de mi hermana.

Sin darme cuenta estaba alegre de nuevo, sonreía, me sentía bien, ya no lloraba por las noches ni tenia pesadillas, estaba feliz.

Andrés, ese es su nombre, era increíble conmigo, teníamos tanto en común hasta en las cosas que no nos gustaban, por momentos me olvidaba de su edad y después la alarma en mi cabeza sonaba advirtiendo el peligro.

Nos volvimos muy amigos o eso creía... Hasta que llegó el 31 de diciembre de ese año, vino a visitarnos y dar sus buenos deseos de año nuevo pasadas las 1 de la noche. Entre amigos de mi hermana y mios, botellas de alcohol y música estaba desinhibida totalmente, se veía muy lindo esa noche, sus ojos tenían un brillo muy especial o tal vez solo eran los mios que me hacían ver borroso, entre risas en un momento nos tomamos de la mano y una electricidad me recorrió de pies a cabeza, mis sentidos totalmente lentos tardaron en soltar su mano, todos nos veían pero yo no lo notaba.

Cuando todos estaban por irse salimos a la calle a sentarnos en la vereda, estaba todo tan tranquilo, había una brisa fresca que era embriagadora, cuando volví en mí estábamos solos, me voltee a verlo, el tiempo se detuvo mientras lo veía, comenzamos a acercarnos, cuando estábamos a pocos centímetros de llegar a un beso sentí como si un baldaso de agua fría me cayera encima... Estaba enamorada de Andrés y no era correcto, me alejé y pareció notar mi pánico porque también se alejo y después de unos minutos en silencio se despidió y se fue.

-Feliz año...después hablamos. - levantó la mano en señal de despedida y se fue.




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