Habia pasado una semana desde el incidente entre Renata y Mariela, la tensión se cortaba con un dedo, todas nuestras compañeras sabian lo que habia pasado, los rumores se espacieron rapidisimo, los comentarios por lo bajo no faltaban, sobretodo cuando ella estaba cerca, ahora ya no se sentaba con nosotras, tampoco nos hablaba, se habia aislado, la entendia estaba enojada y celosa, pero me preocupada se la veia mal, triste, me daba mucha pena, le habia mandado varios mensajes y nunca me respondia, bueno yo hacia lo mismo cuando estaba de mal humor, no le respondia a nadie, pero esto era diferente.
Estuve pensando mil y un cosas que decir o hacer, pero no sabia nada, me sentia culpable y no entendia bien por que, también estuvo faltando mucho a clase, pronto tendriamos que volver a dar clases en la escuela donde haciamos nuestras practicas docentes, esto nos iba a perjudicar.
Dias despues como si nada volvio a hablarnos, se acerco altiva queriendo imponerse en el grupo, mis compañeras solo la ignoraron y siguieron como si nada con tal de no pelear, pero el mas pequeño comentario generaba discusiones intensas, ya estaba cansada de esto, me sentia faltal, sentia que ella era mi dueña y tenia que hacer lo que diga pero despues tenia que cargarme las tareas al hombro porque ella al ser mi compañera de practicas me estaba dejado todo a mi, otra vez estabamos en la misma, haciendome cargo de todo.
Comenzaron las practicas nuevamente, debiamos darlo todo, era nuestro ultimo periodo de practicas en una escuela primaria de la zona y nuestros alumnos eran muchos e intensos, habia mucho trabajo que hacer y demostrar de que madera estamos hechas y si de verdad queremos esto, por lo menos yo si es lo que mas deseo hacer de mi vida.
Preparé mi clase punto por punto, el tema que presentaria, las actividades, como manejar el grupo, cuales eran los objetivos de la actividad, las consignas, todo, la docente a cargo no nos queria en aula pero debia tolerarnos por algunas semanas y nos hacia notar su descontento aunque los niños nos adoraban y mal le molestaba, pero bueno solo debiamos cumplir con nuestro deber.
-Buenos dias señoritas hermosas -dijeron cantando los niños al unisono, amaba eso de elos, siempre me hacia sonreir, Mariela y yo saludamos afectuosamente a los niños y lanzando besos al aire.
Mientras una anotaba algunas cosas en la pizarra la otra acordaba con la docente como dariamos la clase y le entregaba nuestras planificaciones para el dia de la fecha, las leyo con desgano y mala cara, Mari y yo nos miramos preocupadas pero habia que disimular. Mariela seria la primera en dar su clase, luego la docente titular y por ultimo yo asi que estaba tranquila y manejaria los tiempos a mi gusto ya que incluian el horario de salida y despedida del fin del clase.
La clase de Mariela paso algo agitada pero llego a buen puerto, la docente dió su clase, seri y de forma casi autoritaria, a los niños no les gustaba y se les notaba, habia un poco de miedo en sus respuestas y se limitaban a hacer todo lo que ella les decia. Cuando llego mi turno la tension desapareció, habia planteado una clase divertida que invitara a participar y asi lo hicieron, a nadie le gusta la clase de matematicas pero con buenas consignas y juegos podia ser muy interesante y novedosa para los chicos, a la hora del cierre de la actividad todos aun tenian ganas de jugar por lo que la actividad habia sido un exito, acordamos volver a repetirla en otro momento, despues de eso nos preparamos para ir a casa y los conduje al patio donde se haria el saludo a la bandera y ya luego cada uno a casa con su familia.
Firmamos la asistencia con horario de salida y nos fuimos con Mariela, se la paso protestando sobre la docente, "lo mal" que habia dado su clase y como a los chicos les habia gustado la mia, estaba celosa, molesta y comenzo a gritarme en plena calle mientras desconocidos nos observaban, me tomó del brazo con fuerza "no podes ser mejor que yo, me haces quedar mal" dijo con sus ojos puestos en mi con furia.