Mi amiga, la tóxica.

capitulo 8

Al llegar a casa empecé a sentirme mal, no sé si en el viaje me había mareado o que, me dolía la cabeza también, a veces me pasaba, si viajaba parada en el autobús, o en los asientos que están invertidos, o si el conductor maneja muy rápido o brusco, bueno casi siempre me mareo. Fui directo al botiquín a buscar una aspirina, agarre una y fui por agua, la tome y deje el frasco en la mesa, me prepare un té con unas tostadas para merendar, mientras se calentaba el agua traje mis cuadernos y libro para preparar las planificaciones para las prácticas de las próximas semanas, tenía como tema a trabajar “la Tierra y el Universo”, en tres días tengo que presentar un borrador de la secuencia a mi profesora así que debía ponerme a trabajar rápido.

Abrí el diseño curricular (el documento donde el estado dicta los temas a trabajar en cada nivel) busque la sección de naturales, la leí detenidamente, seleccione los propósitos y los objetivos a trabajar , los contenidos para ese tema, tome notas, prepare una fundamentación y me dispuse a pensar que actividades daría, como explicaría el tema, busque ejemplos, pensé en cómo podía hacer interesante la clase, algo que motivara a los niños, después de todo solo tenían ocho años, debe ser interesante,

Varias tazas de té después y muchas notas había terminado mi secuencia, ahora solo quedaba pasarla en limpio y enviársela a la profesora cuando fuese necesario, escuche ruidos en la sala, Salí de la cocina y fui a ver, no había nada…volví a la cocina, un ruido fuerte me saco de mis pensamientos, fui a toda prisa a la sala, había pedazos de vidrios por todo el lugar, algo o alguien me había roto las ventanas de la sala, mi corazón latía con fuerza, como era posible que alguien hiciera algo así a plena luz del día, solo eran las seis y media de la tarde, Andrés aún no llegaba así que estaba sola, tenía miedo, me acerque más, cerca de los sillones que estaban en el medio de la sala habían unas enormes piedras, con eso habían roto mis ventanas, me acerqué a ellas, corrí las cortinas, no vi a nadie cerca.

Fui por la escoba y la pala, levante cada trozo de vidrio y lo eche al bote de basura. Me quede viéndolo un momento, quien habría sido tan desgraciado de romperme las ventanas, nos llevábamos bien con todos los vecinos, eran todos muy amables y nos conocían desde hace mucho tiempo, después de todo con Andrés llevábamos cinco años viviendo en esta casa, suspire agotada, había sido un día largo y pesado y ahora esto.

La puerta del frente se abrió, Andi, ya había llegado, no había dudas ya que siempre se anunciaba al entrar, se acercó a mi dándome un tierno beso y abrazándome con fuerza.

-vi las ventanas… ¿estás bien?

-si, no pasó nada, por suerte estaba en la cocina cuando paso, pero si me asusté mucho –dije sin salir de su abrazo.

-eso es lo único que importa cielo. ¿Qué tal te fue en la escuela hoy? –pregunto luego de soltarme mientras iba por un vaso con agua, lo seguí, le conté mi día con detalle, estaba preocupado por el tema con Mariela, estaba muy “agresiva” dijo, era verdad, ella nunca había hecho algo así como agarrarme así del brazo, hasta en palabras estaba más agresiva.

-mira baby, yo sé que es “tu amiga”, que hace mil años se conocen, pero la verdad ya no me gusta que estés cerca de ella, todo el tiempo estas triste, preocupada, nerviosa por ella y ahora esto! Yo no quiero decirte que hacer, sos una mujer adulta, pero me da miedo que pueda hacerte algo…

-sí, ya sé, pero todavía no puedo alejarme del todo, somos compañeras de prácticas y…

-¿y qué? Eso no quiere decir que le debas devoción o tengas que tolerar que te maltrate, habla con tu profesora y explicale…

tampoco es justo que seas vos la que siempre que hay un trabajo por hacer lo hagas sola mientras ella esta quien sabe dónde haciendo quien sabe que! –dijo alzándome la voz, tenía razón ya que siempre pasaba eso, pero son demasiado blanda para ponerme firme en eso, si bien tengo carácter fuerte y no tengo filtro a veces, es como que siempre termino cediendo a sus caprichos, tengo que acabar con esto, ser firme.

Como una boba comencé a llorar por la impotencia de no saber qué hacer, como decirle basta. Andrés se acercó a mí y me abrazo, acaricio mi cabeza con ternura y dejo un beso en mi frente, nos quedamos así un rato, luego fuimos juntos a preparar las cosas para la cena.

 

Mientras tanto Mariela observaba ya en la oscuridad por la ventana como Andrés y Mariana se abrazaban, había escuchado todo y ardía de rabia.

-esto no se va a quedar así, a mí nadie me deja… -dijo mientras se alejaba caminando por las oscuras calles del barrio de su amiga.

Al día siguiente Mariana se levantó rápidamente de la cama corriendo hacia el baño, tenía muchas nauseas, se encerró en el baño un largo rato, el sonido de los vómitos despertó a Andrés, golpeo a la puerta, pero Mariana no respondía, solo se escuchaba lo mal que debía sentirse.

Abrió la puerta y vio a su pareja arrodillada en el suelo, pálida y temblorosa, ella solo se limitó a responder asintiendo con la cabeza.

-no no, estás bien amor, ¿qué pasa te hizo mal la cena?

-no sé, pero ya está, ya paso ya me siento mejor.

Se levantó y dio una ducha, se vistió y se dirigió a la cocina donde Andrés le había preparado un té y unas tostadas con queso y mermelada para que desayunara antes de acompañarla hasta la escuela para encontrarse con su profesora de prácticas antes de entrar a dar la clase final de esa secuencia de actividades.  Reviso nuevamente los documentos después de intercambiar un par de palabras con la profesora y juntas entraron al aula donde la docente la vería como daba la clase para poder evaluarla.

Todo salió bien, hasta que durante el receso Mariana se desmayó en el medio del patio, cuando despertó estaba sentada en la silla de la directora siendo asistida por un médico, Mariela la agarraba de la mano y lloraba, estaba preocupada por su amiga, o eso parecía, en la habitación además estaba la profesora de las practicas, la directora y una preceptora.




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