Mi amigo de la infancia es un sinvergüenza

Él es mi novio

Luis y Sayori se despertaron temprano al día siguiente. Sayori parecía emocionada por su segundo día en la universidad. Después de vestirse y desayunar, salieron de su casa y se dirigieron hacia la universidad.

"¿Qué tal despertaste?"

"Bien", respondió Luis.

"¿Qué desayunaste?"

"No desayuno."

"¿Eh?", Sayori dijo sorprendida.

"¿Por qué?"

"¿Quieres la explicación larga o la rápida?"

"Rápida."

"Qué apresurada señorita, las cosas se disfrutan más cuando se hacen lentas y con pasión."

"¿De qué estás hablando?", Sayori miro a Luis extrañada.

"Ayuno intermitente. Y porque comer te cansa."

"Ah... y ¿Qué es ayuno intermitente?"

"Rápida o larga?"

"Rápida."

"Saltarte una o dos comidas."

"¿Qué? ¿Acaso no desayunas ni cenas?"

"A veces ceno."

"Y no te sientes mal?"

"No, nuestra relación se basa en la confianza, sé que aunque no esté allí, ella siempre estará para mí"

"No me refería a eso."

"No, realmente no es necesario comer tanto. El humano puede sobrevivir con muy poca comida, y sobre todo un humano como yo que solo usa el cerebro."

"Es verdad."

"Así fue como bajé de peso."

"¡Cierto! ¡Antes eras más gordito!"

"Sí... luego descubrí que la gente con sobrepeso no vive más de 40 años."

"Oh..."

Luego de esa conversación llegaron a la universidad. El día transcurrió de forma normal, ignorando el hecho de que la profesora se quedó extrañada al ver que Mario no era Luis.

¡Ring!

El timbre del receso sonó y Sayori y Luis fueron juntos al comedor. Después de recoger su comida tomaron asiento en una de las mesas disponibles.

"¿Sí está bien buena la profesora de letras, verdad?"

"Sí, tiene lo suyo."

Mientras charlaban, alguien se acercó a la mesa donde ellos estaban.

"Conque este es por quien me dejaste ayer."

"¿Eh?", Sayori volteó a verlo.

Era un chico joven de probablemente la misma edad que Luis.

"Hola", dijo Luis mientras levantó levemente la mano para saludarlo.

"Luis miró de reojo a Sayori, veía que su expresión había cambiado, parecía estar algo nerviosa.

"Hola a..."

"¿Quién es él?", dijo el chico que se encontraba ahora al lado de ella.

"Él... él... es..."

"Solo venía a devolverle los apuntes de ayer, me los había prestado porque había llegado tarde a la primera clase."

Luis recogió sus cosas y se levantó del asiento.

"Muchas gracias por todo."

Se despidió de los dos y se retiró del comedor.

Luego de que el timbre volviera a sonar, indicando que la hora de volver a clases había llegado, Sayori parecía estar decaída y se notaba en su rostro que algo no estaba bien, Luis ignoró esto y no lo mencionó en toda la clase.

¡Ring!

El timbre de la salida tocó, y todos alistaron sus cosas para retirarse.

"Luis..."

"¿Sí?"

"Hoy no voy a poder ir contigo a casa."

"Oh, está bien."

Luego de eso Sayori salió del aula.

". . ."

Luis se quedó en silencio mientras veía cómo Sayori salía.

Ya había pasado más de una hora desde el timbre de la salida y Sayori estaba a algunos pasos de su casa, hasta que alzó la mirada y pudo ver a alguien apoyado en su casa.

"Bienvenida a casa."

"Oh.... Hola Luis..."

Luis se encontraba allí, parecía que la había estado esperando.

"¿Hace cuánto estás aquí?"

"Es un secreto de estado."

"¿Qué?"

"¿Quién era él?"

"¿Quién?", dijo mientras intentaba desviar la mirada.

"Él señorito 'Con que este es por quien me dejaste ayer' "

"Ah... él..."

"Sí."

"Él es mi novio."
 




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