Mi amigo de la infancia es un sinvergüenza

Desencuentros

"¡Sayori!"

"¡Ah!"

La silla se desbalanceó y Sayori empezó a caerse.

"¡!"

El sonido de la silla resonó por todo el cuarto. Luis había ido a sostener a Sayori y ambos terminaron uno encima del otro.

"Ah... Ah... Ah..."

Luis, aún cansado, intentó hablar.

"¿¡Qué ibas a hacer!?"

"¿Qué?"

"Sayori, ¿qué estabas haciendo?"

"Eh... estaba cambiando el foco de mi cuarto"

"¿¡Por qué harías eso!? ¿Qué?"

Luis vio a su alrededor y pudo observar un foco roto junto a la silla. Volvió a ver a Sayori con una sonrisa nerviosa, pero ella lo miraba con una cara algo enfadada.

Luego de levantarse y ordenar el desorden que habían hecho, se sentaron a hablar.

"Sayori"

"¿Sí?"

"¿Tú 'tá bien, mamañema?"

"¿Qué?"

"¿Estás bien?"

"Ah, bueno"

"Realmente me asusté mucho al ver que no viniste"

"Lo siento..."

Sayori bajó la cabeza.

"¿Es por lo del sábado?"

". . ."

Sayori se quedó en silencio, pero asintió levemente.

"Me lo habrías dicho..."

"Lo siento, Luis"




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