Capítulo 2

Tomar el bus no me parecía un gran reto, despues de todo siempre lo hacía en compañía de mi mejor amiga sin embargo el día de hoy ella no estaba en la parada como me lo esperaba, así que cuando llego el bus me subí y al estar en mi asiento decidí escribirles a mis amiguis.

Emma:
Amiga ¿Dónde estás?
La respuesta de ella llego casi de manera inmediata.

Astrid
Holi Emmi, perdon se me hizo tarde
Nos vemos en las clases besos.

Yo solo reaccione a su respuesta con un emoji de corazón, pues no podia hacer nada más a la final creo que está bien, sin embargo, algo en mi me decía que no era asi que a ella algo tuvo que haberle pasado.

—Todo estará bien, concéntrate para las clases.

—Bien E.S, pero aun asi siento que algo no anda bien con ella.

—Confía todo esta bien.

—Ok, si tu me lo dices lo creo, ahora dime algo mamá si estará conmigo para navidad.

Y lo único que obtuve fue silencio la verdad es que detestaba cuando eso sucedía, no es justo que no me responda cuando queria saber cosas puntuales, pero aja se que asi no funcionan las cosas solo que tengo fe que algún día el decida hacerlo resignada a no tener respuesta, pero con mi fe de que esta navidad seria distinta decidí oír música en mis por lo que me coloque mis auriculares y puse mis canciones favoritas, y empecé a leer mi libro el cual me encantaba sobre todo la parte que más leía y esa era en la que la autora explicaba que mis raíces debían estar firmes y que tenía que, mi cansancio debía ponerlo en las fuerzas de Dios, que mi debilidad debía ponerla por el poder que el me daba, que no debía dejar que la oscuridad me ganara si no poner su luz ante todo y que mis cargas las cambiara por la libertad que el me ofrece.

En definitiva, que toda yo debía estar bajo la cobertura de Él y mi vida confiada en sus manos y aunque habia días en los que en definitiva costaba hacer eso sabía que yo nunca estrío sola.

—Sabes que, jamas lo estar hija mía.

—Lo se E.S sé que no lo estoy tal como dice tu palabra en “Salmo 138:8 No temas, el Señor camina contigo”.

—Asi es, ahora lista tenemos clases que recibir.

—Si Señor.

Y justo cuando estaba por guardar mi libro el autobús paro, lo que me claramente me indicaba que habíamos llegado, asi que cerre mi maleta y decidí bajar de primera pues no deseaba que me fastidiaran como ya era costumbre de mis compañeros.

—Vaya, pero miren quien está sola el día de hoy, la rarita.

—Que dices ella jamas esta sola siempre esta con Dios.

Las risas de los demas no se hicieron esperar, pero como siempre las ignore y seguí a pesar de llevar los auriculares podia oírlos pue no ponía la música a full no era mi estilo ademas debía estar atenta a mi alrededor, me molestaba que me molestaran yo no era rara, ni diferente era un ser humano normal solo con una manera diferente de ver la vida y no podia creer que eso fuera malo.

—No es malo, solo ellos estan cegados por las vanidades del principe de este mundo y no ven lo que tu ahora vez Emma la verdad y el amor de Dios.

—Lo se E.S. pero no puedo evitar sentirme mal duele que me llamen rarita o espécimen en extinción y no soy nada de eso yo soy un adolescente normal.

—No eres como los demas eres hija de Dios y eso es lo que ellos atacan y sabes que no son ellos, tu sabes que no se tiene lucha…

—Lo se no se tiene lucha contra los humanos sino con huestes de maldad, tambien se que Dios no me dio un espíritu cobarde mas bien uno valiente, lo se y ok ya me calmé mejor ire a clases ya debe estar Astrid en el aula.

Y efectivamente cuando llegue mi amigui estaba esperándome, muy alegre se la veía con otro semblante parecía que se habia ganado la lotería y la verdad espero que si y no me regañes E.S, pero aja ganarse la lotería no era nada malo osea un poco de dinero extra nunca viene mal y en vez de respuesta recibí silencio no sabía si por disgusto o solo porque E.S decidía a veces no responder a mis ocurrencias.

—Emmi, amiga no sabes lo que paso estoy feliz, osea de verdad Dios te escucha porque lo que paso es un milagro que jamas creí ver realizado.

—As, Dios nos escucha a todos y lo sabes si lo buscas de corazón y con fe inquebrantable el nos escucha y aunque parezca que no o su respuesta no sea de inmediato, pero dime ¿Qué paso? ¿Por qué me dices eso?

—Porque, recuerdas que el otro día oramos porque mi papá vuelva.

Y como olvidar ese día, pues en ese momento mi amiga lloraba porque su padre habia decidido abandonarlas a ella y su mami por su secretaria.

—Si, claro que recuerdo eso amiga, pero ¿Qué paso con eso? No me digas que volvió.

—Si amiga, él volvió hoy cuando estaba por salir de casa a tomar el autobús, mi papá llego con unas flores para mi mama y otras para mí y nos pidió perdón dijo que todo habia sido un error que él se arrepentía de dejar a su familia y todo eso, pero volvió Emmi mi papá volvió.

Estaba feliz por mi amiga, pero menudo regreso el del tipo claro despues que disfruto se arrepiente, <<No debes juzgar, para eso existe un juez>> Claro E.S no dije nada.

—Me alegro amiga que tu papi este de vuelta con ustedes y tu mami que dijo lo acepto.

—No ella le dijo que puede ir a verme, pero a la casa no regresa porque lo que el hizo no es algo que ella lo olvide de la noche a la mañana, pero mi papá lo acepto y dijo que está dispuesto a cambiar.

—Bueno creo que eso es normal tu mami se siente herida por su traición.

—Si, pero aun no te cuento lo mejor de todo.

—No y entonces, ¿Qué puede ser mejor? Que el regreso de tu papá.

—Mi papá dijo que el acepta las condiciones de mi mamá y le pido permiso para llevarme a la iglesia a la que tú vas, él nos conto que fue un hermano de la iglesia el que lo hizo recapacitar, amiga por fin podre ir a contigo sin tener que esconderme.