- Valentina - es la voz de Eros un poco preocupado.
Volteo y lo observo de arriba abajo escaneándolo y me quedo atontada es que verlo así con ese pantalón celeste un poco gastados, un suéter negro pegado a su perfecto cuerpo y el cabello un poco alborotado es demasiado sexi, ¡oh dios mío! Saber que no es gay y que ahora si me puedo lamer cada cuadrito de su perfecto pecho y un poco más abajo ¡pero qué digo!, quiero desconectar mi cerebro, por favor cerebro cállate cinco minutos.
- Tenemos que hablar NENA - llega hasta donde estoy y se me planta en frente, su mirada es intensa y sus ojazos color azul me intimida, es que está buenísimo, cuantas veces no me lamente que fuera gay... me he aguantado cada una de sus historias románticas, ¡lo mato!
- Por favor Eros – le digo un poco temblorosa, es que no sé cómo, ni el por qué ahora estoy más nerviosa.... MENTIRA saltan las sirenas de mi cabeza en plan de alarma, este hombre siempre me ha puesto nerviosa y medio tonta debo de admitir...
- Eros – pronuncia su nombre lamiéndose su labio inferior haciendo que me ruborice y mi pobre corazón salga corriendo de mi cuerpo dejándome sola con mi cerebro para enfrentar esta batalla - ya no soy tu GORDO.- susurra provocándome.
No lo hagas Eros no me provoques con las ganitas que te tengo, Valentina compórtate hazte la resentida, la insultada o algo, que no vea que estas a punto de arrancarle la ropa.