La vida es extraña.
Un día, una semana, incluso un mes.... De acuerdo, hace años en realidad, desde el comienzo de mi secundaria, siendo más específica, me ha gustado un chico.
No es uno cualquiera, más bien es el portador de todos los suspiros femeninos e incluso algunos femeninos de la secundaria Belmont, el adolescente más guapo, sexy y encantador que podría jamás haber visto.
Sus ojos azules, su cabello castaño, su cuerpazo... ¡Okay, me estoy yendo por las ramas!, pero el punto es que todo eso es suficiente para que cualquier estudiante, o chica sin más, caiga rendida a sus pies.
Yo fui y soy una de ellas.
Pero un poco... diferente.
Su nombre es Christian, pero no Grey, aunque lo es en los sueños de tantas, realmente se apellida Harrison, y no le queda nada mal.
Me ha atraído desde mi llegada a Belmont y así fue hasta mi último año, sin embargo, este fue diferente.
Cuando creí que Christian era el Grey inalcanzable que deseé durante años, la vida me mostró de una forma completamente vergonzosa que nada es realmente imposible.
Ni siquiera conquistar a tu amor de secundaria.
Nota de Autora: ¡Queridos y queridas!, como están viendo, lastimosamente no fue posible desbloquear la historia, por ende la volveré a subir como ya les comenté, haciendo cambios e intentando no romper ninguna otra regla por accidente. Les prometo que esta vez estaré súper mega atenta a cualquier falta de responsabilidad o detalle que peligre la publicación.
También les comunico que iré subiendo cinco capítulos por día hasta llegar al número 40, aquel donde nos quedamos antes de que la historia se bloqueara.
Y ¡Cuidado!, que hay un capítulo, el cual provocó todo el problema, que ya no estará presente, modifiqué esa parte para que fuera apta para todos, así que será como si no hubiese pasado nada, bueno, sí, pero no pienso escribir sobre ese momento porque decidí que quiero que MADS sea una historia para todos y todas, espero que me comprendan.
¡Lamento las molestias!
Pero como antes, ojalá podamos recuperar al menos la mitad de las lecturas y "me gustas" que logramos conseguir en la primera vez que lo publicamos.
Ojalá me ayuden a levantarme, así como yo decidí volver a empezar.
¡Un abrazo enorme a todos y a todas!
Gracias por soportarme en todo, incluso en problemáticas como estas.
Sin ustedes, mis lectores/as, yo no sería la escritora torpe y que busca mejorar que hoy en día.
Los y las quiere, Cami. <3