Mi Amor de Secundaria

Capítulo 12.— Lo inesperado

Esta noche he hecho cosas que la Erica de siempre no podría hacer.

Provoqué a Christian en medio de una fiesta que se lleva a cabo en su casa, sin embargo, no puedo decir que me arrepiento, por fin le he devuelto el sucio juego que me ha estado haciendo desde que nos conocimos.

Juego...

Sonrío para mis adentros, ya es más de media noche, muchas personas se han ido de la reunión que no es reunión, dejando el gran salón más vacío que antes, haciéndolo ver más inmenso con sus tantos metros anchos y sus altas paredes.

Fui a bailar un poco más con el chico castaño, sin embargo, yo no tenía ánimos para continuar con sus coqueteos tontos y me alejé de él. Lo sé, estuvo mal usarlo para mis bobos planes, pero como dije, esta noche no soy la Erica de siempre.

Además, él estuvo toqueteando donde no debía en cada oportunidad que veía.

Me dirijo hacia Madison, quien baila con el chico pelirrojo y los amigos de él. Mi mejor amiga me regala una sonrisa al verme llegar y yo se la devuelvo, saludando nuevamente al chico con el que ella estuvo toda la fiesta.

—¡Mi linda Erica!—Me dice sin dejar de sonreír y luego me jala hacia ella, pasando su brazo por mis hombros y se acerca a mi oído,—Dijimos que seríamos tú y yo esta noche,—Hace puchero y señala hacia el centro de la sala, donde Christian está de nuevo sentado en el sofá, en medio de la ronda de sus amigos.—Pero al parecer la niña tuvo algunos percances.

—Madison, yo—Intento explicarme pero ella suelta un chillido irritando mi tímpano y me sacude en su brazo.

—¡Estoy orgullosa!

—¿Qué?—La miro extrañada.

—Con beberte los vasos de tequila era suficiente, pero vas y bailas sobre un sofá, caes en los brazos de tu Christian Grey y terminas bailando con él,—Me da un golpe ligero en el hombro,—¡Ya no más Virgen Erica!

Yo meneo la cabeza, sintiendo el claro olor a tequila que desprende de mi ebria amiga,—Estás loca.

—Como sea, yo–

Madison para de hablar y lleva rápidamente las manos a su boca, tapándose y teniendo lo que parecen ser arcadas al mismo tiempo. Mira hacia todas partes y corre hacia una maceta con una planta enorme, inclinándose para vomitar dentro de ella.

Corro hacia donde está y sostengo el cabello que cae de su alta coleta para que no lo ensucie con la devolución de bebidas que tuvo su estómago. Ella sigue vomitando como si nada y yo solo me limito a esperarla, mirando hacia otro lado con una mueca de asco hasta que termina.

—Estoy mal.—Dice, pasandose los nudillos de la mano por su boca.

—Lo estás.—Le digo dándole palmadas en el hombro, soltando su cabello.

—No más alcohol esta noche,—Bufa y me da una mirada suplicante,—Quiero irme.

La observo extrañada, no parece para nada feliz pero asiento y busco con la mirada a mi mejor amigo, quien nos dejó junto con Audrey hace horas.—No encuentro a Mason.

—Da igual, vámonos.

—Madison, él tiene que llevarnos.

—Pide un taxi.—Su voz es fría y su expresión es aún peor así que decido no insistir,—Pero antes quiero ir al baño, siento que aún no he devuelto todo.—Me pide llevando su mano al estómago.

—A la orden, jefa.—Bromeo.

Tomamos los abrigos que nos hemos quitado antes de ir a bailar con los chicos y salgo del salón con una Madison colgando de mi brazo izquierdo. La luz blanca del pasillo me daña la vista pero prosigo hasta llegar a las escaleras y la puerta. La mujer que nos dejó entrar no aparece por ninguna parte. Veo para los costados donde hay dos entradas pero una lleva a una cocina muy bonita y otra a un living así que no me molesto por revisar más allá.

—Subamos las escaleras.—Susurra Madison al percatarse como yo de que no hay baños en el primer piso.

Ayudándola, subimos las largas escaleras blancas y nos encontramos con dos pasillos a los costados nuevamente, haciendo que mi cabeza sienta un pequeño toc por intentar encontrar un baño en este laberinto de casa. Opto por la derecha y nos dirigimos hacia la puerta del final, la abro y tanto Madison como yo nos quedamos paralizadas y no es precisamente por encontrarnos con una habitación que no es baño.

Mason y Audrey están encima de una cama, con una tenue luz naranja al lado que alumbra perfectamente como ellos se besan apasionadamente sobre el mueble. Veo la blusa de la pequeña Harrison en el suelo y mis ojos viajan hacia el brassier que aún sigue teniendo puesto, luego a Mason, quien tiene los botones de sus vaqueros desabrochados, ambos están sin zapatos y sus manos pasan desesperadamente por el cuerpo del otro, pero se detienen cuando la luz del pasillo se cuela en la habitación y nos observan tan sorprendidos como nosotras.

—¿Pero qué mierda?—Dice Madison, cortando el silencio entre todos.

Mason cambia su expresión de sorpresa y veo la exasperación pasmada en su rostro, como si hubiese cometido un enorme error. Mi mirada luego va a Madison, quien parece estar completamente enfurecida y yo me siento perdida en esta situación. Audrey alcanza su blusa del piso y se cubre sin más, mirándome avergonzada.

—Lo puedo explicar.—Dice Mason, sin embargo, su mirada está fija en Madison, quien también lo mira, sin molestarse en voltear a ver la pequeña Harrison.

—Nah, olvídalo.—Le responde mi mejor amiga, siendo indiferente.—Chico disney puede hacer lo que quiera y con quien quiera.—Ella le sonríe, pero la conozco tanto que sé que es una sonrisa falsa y luego me mira,—Vamos Erica, antes de que mis náuseas empeoren.—Dice lo último mirando a Mason.

Ella se dispone a salir y Mason me da una mirada muy preocupante y triste, yo solo puedo arrugar mis cejas dandole una mirada de '¿Qué carajo?' que él entiende perfectamente, sin embargo baja la cabeza, sin decir nada.

—Erica.—Me llama Madison, ya fuera de la habitación y yo me limito a ir con ella, dandole una última mirada a Audrey, quien solo se muerde el labio inferior, evitando mis ojos.

Sigo a mi mejor amiga, quien camina a una velocidad mayor y llega a las escaleras, comenzando a bajarlas sin siquiera esperarme.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.