~NO SE SIENTE BIEN~
Toda la semana transcurrió con la misma normalidad de siempre, pero en esta ocasión algo cambio, no fuimos a Puebla, hasta donde me comento mi papá, mamá no se sentía bien para ir, a demás los rezos ya habían terminado, por lo que no hacía necesidad de ir, pero había otra cosa por la que mi madre más que nada no quería ir, la razón era que empezaron muchos más problemas con sus hermanos, los típicos hermanos que quieren todo para ellos como si en algún momento no se iban a ir de este mundo.
Lo que más le dolía a mi madre es que mi abuelita defendía a sus hijos, ella buscaba la manera de que obtuvieran lo que querían, pero aún así no podían adueñarse de nada, mi abuelo antes de fallecer ya había firmado papeles que hablaban sobre las propiedades que le había dejado a cada uno de sus hijos, los cuales en total junto con mi madre son siete, pero por si fuera poco, a mi mamá y a uno de sus hermanos les echaban la culpa de que mi abuelo ya no estuviera con nosotros, no entendía lo egoístas que podían ser sus hermanos de mi madre, pero no podíamos hacer nada para que cambiarán, así que seguimos como siempre.
***
Son las 5:30 de la tarde, estoy viendo un programa en la televisión y escucho mi teléfono vibrar, era un mensaje.
Liam
L-Hola, no vendrás hoy?
Yo-No, hoy no iré
L-Por qué?
Yo-Mi madre no se siente bien
L-Le paso algo?
Yo-No, solo no tiene ganas de ir
L-Entiendo, vendrás el otro fin?
Yo-Aún no se
L-Me avisas
Yo-Claro
Prosigo viendo el programa hasta que escucho a mi padre gritar para que bajemos a cenar. Cenamos pizza, como era de esperarse, mamá no cocino y lo único que se nos ocurrió fue pedir una pizza, cenamos y cada quien se dispuso a hacer lo que quiso, mi madre ni siquiera bajo, por lo que le lleve una rebanada a su cuarto. Toco la puerta y ella me deja entrar, está acostada viendo la tele, no veo que programa es solo me acerco a ella y le entrego el plato con la rebanada de pizza, al momento de acercarme me doy cuenta de que tiene los ojos llorosos, no pregunto el porque los tiene así y solo me siento en la silla que está a lado de su cama, se termina la rebanada, me entrega el plato y me agradece.
-¿Te traigo otra?- pregunto sería
-¿Cuántas quedan?- lo dice con poca importancia- Para que mañana lleven de lonche tu hermano y tú
-Siete, recuerda que son 2x1, nos acabamos una- le explicó
-Traeme otra- me lo dice sin voltearme a ver- Para que se lleven tres y tres
-Bueno- lo digo al momento de salir de su cuarto
Bajo las escaleras, tomo la rebanada y la coloco en le plato, noto que ya está fría, por lo que voy a la cocina y la meto al microondas para la calentarla.
Subo al cuarto de mi madre y le entrego el plato, camino a mi cuarto, me baño, me pongo la pijama, cepillo mis dientes y cabello, y me dispongo a dormir.