10 de enero de 2017
Yo era una chica normal que vagaba por la vida pensando en chicos y en tener el amor de uno de ellos, hasta que un tiempo atras descubrí mi amor por la lectura, podía pasar horas y horas leyendo, principalmente por las noches amaba desvelarme leyendo cada capítulo y cada vez que terminaba en algo interesante usar la típicas frases "Un capítulo mas" o "Debo leer el siguiente no puedo quedarme con este suspenso", podía amanecer leyendo incluso sin importar que a la mañana siguiente tenia que ir a la escuela, me encantaba leer a todos esos chicos que vemos como nuestros esposos ideales. Y así me fui enamorando de los personajes de cada una de las historias, tanto que deje de salir con chicos por dedicarme a mis libros, pero por favor como no hacerlo, aunque mentiría si dijera que ellos no te dañan en ocasiones. Como por ejemplo cuando no sabes por que Patch se convierte en ángel guardián de Marcie.
Pues así era mi vida llena de amores que solo existían en mi imaginación... Hasta que un día eso cambio.
Vivo en un pueblo pequeño llamado Santa Lucía. Cada año se realiza una feria con diversas atracciones, entre ellas una pequeña choza de un hombre muy extraño que nunca falla en venir cada año, él decía poder cumplir tus sueños, algo que obviamente al inicio creí falso.
—Ven Caroline hay que entrar— Anna siempre quiso entrar a esa atracción pero nuestros padres nunca nos lo habían permitido.
—No gracias.
—Caro por favor— Insiste Dylan.
—De acuerdo iré sólo para comprobar que es falso y reírme en sus caras luego.
Entramos en ella y de pronto lo que parecía una simple choza pequeña se ve mucho más grande, todo esta oscuro pero se puede distinguir un poco el camino y una especie de humo que puedes inhalar por todo el lugar.
—Esto da miedo.
—No seas gallina.
—Callense creo que escuche algo.
Los tres nos giramos y de pronto un hombre mayor con la barba muy grande, ojos muy oscuros y penetrantes estaba frente a nosotros, era una especie de brujo.
—Siganme— Dijo en un tono que realmente envío escalofríos a nuestros cuerpos. Los tres asentimos con la cabeza y lo seguimos, cruzando unas grandes cortinas de color rojo vino nos encontramos en una área donde solo había una alfombra y por supuesto unos estantes donde el tenía unos frascos y otras clases de objetos, me imagino que son alguna especie de amuletos.
El tomó asiento en la alfombra y nos hizo una señal con la mano para que también lo hiciéramos. Nos indicó que cerrarámos nuestros ojos y nos relajaramos, de pronto comencé a sentir una sensación extraña como un hormigueo que recorría todo mi cuerpo.
—Caroline Jones te estaba esperando, abre tus ojos.
No podía creer lo que estaba viendo, de pronto estaba rodeada de muchos árboles llenos de frutas, podía ver algunos animales escabullirse entre los arbustos y al fondo podía apreciar una especie de laguna, con engramado en todo su alrededor, el lugar era mágico como si fuese sacado de un cuento de fantasía.
De pronto el hombre salió de unos arbustos, ni siquiera me di cuenta en qué momento se movió pero no importaba todo era muy irreal.
—Esto es para ti— Una especie de roca cristalina en forma de corazón se encontraba entre su mano. —Tómala— Iba hacerlo cuando el tomó mi mano entrelazandola con la suya dejando la piedra entre ellas, comenzó a susurrar quien sabe que cosas, realmente aquello comenzaba a asustarme hasta que por fin se detuvo.
—Está piedra tiene un gran poder, tu decides si lo usas o no... Pero si lo haces, que sea de la forma correcta.— Retire mi mano de la suya rápidamente trayendo conmigo la piedra.
—¿A qué se refiere?
—Fin de la cesión — Abro mis ojos de golpe nuevamente me encontraba en la habitación de la choza.
—Pero que...— El hombre se pone de pie, luego Anna y Dylan abren los ojos como si hubiesen salido de una especie de transe.
—Mi trabajo está hecho, ahora largo— Los tres nos pusimos de pie y salimos rápidamente de allí. ¿Qué fue lo que paso ahí adentro? ¿Habrá sido todo parte de mi imaginación? Muchas preguntas cruzaban por mi cabeza.
Después de un rato ya estaba en mi casa, mi celular suena entonces comienzo a buscar en mi bolso pero cuando introduzco mi mano me quedo paralizada al sentir algo helado ahí dentro entonces lo tomo y veo que es la piedra que él hombre me dio... Todo fue real. Olvido la llamada y observó con atención la piedra, no parece ser mágica.
Pero entonces recordé las palabras de aquel hombre y quise tratar de usarla.
Lo primero que se me vino a la mente fue sacar a uno de mis personajes de un libro, si esta piedra podía concederme deseos por qué no empezar por ahí.
Cerré los ojos y desee poder tener a Scott frente a mi, abrí los ojos lentamente pero no paso nada.
—Para que me molesto— Susurré para mi misma y tire la piedra— Después de un rato me encontraba muy concentrada leyendo Hush Hush cuando depronto la puerta se abrió lentamente, comencé a sentir mucho miedo son las 2:09 am, juro que si es un fantasma no volveré a leer hasta tarde, pero para mi sorpresa no fue así un chico tal y como me había imaginado a Scott entró por la puerta me sonrió y se recostó a mi lado, esto no puede ser posible, debo estar soñando o delirando ¡Scott uno de mis amores literarios esta a mi lado!.