—¿Cómo se te ocurre a ti que me puedes gustar?, ¿es que no te ves a un espejo?, eres gorda y fea.
Trato fuerte, bajo la mirada para que no se dé cuenta de que mis ojos están a punto de derramar algunas lágrimas.
—Pero fuiste mi primer beso —dije tratando que mi voz no se cortara o se notará que estaba a punto de llorar
—Por favor sé que lo fui, ¿quién te daría un beso?, solo quería eso de ti ya lo obtuve, así que ya no me interesa nada que tenga que ver contigo, así que déjame, déjame de seguir y nunca me vuelvas a escribir.
Y a pesar de que me sentí destrozada así hice, te deje ir al igual que te deje de escribir.