EL JOKER HA MUERTO

La sonrisa de Raihan se desvaneció cuando vio las sombras bajo los ojos de Zahran. "¿Qué pasa, Zahran?", preguntó con preocupación.

Zahran dudó un momento y luego dijo: "Se trata de Tahira".

El corazón de Raihan se hundió. "¿Fatiha? ¿Está bien? ¿Está bien el bebé?"

"Sí, ambos están bien", aseguró Zahran, con la voz cargada de gravedad. "Pero..." se detuvo, sus ojos moviéndose nerviosamente por la habitación.

"¿Pero qué?", inquirió Raihan, sintiendo el miedo crecer en su interior.

Antes de que Zahran pudiera responder, dos figuras se materializaron en la oscuridad, con los rostros ocultos bajo capucha. Con una voz fría y amenazadora, uno de ellos dijo: "Si valoran sus vidas, vendrán con nosotros en silencio".

Sin vacilar, Zahran y Raihan se miraron a los ojos y un pacto silencioso se selló entre ellos. Asintieron lentamente, aceptando su destino.

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Atados a sillas en una habitación oscura, el miedo les corroía las entrañas. El aire estaba cargado de tensión, interrumpido solo por el débil timbre del teléfono de Zahran. Finalmente, una luz intensa se encendió y los cegó momentáneamente.

Una figura amenazadora surgió de las sombras; su rostro oculto por una capucha. En su mano, brillando bajo la dura luz, había una espada familiar.

"¡Silencio!", siseó el hombre, su voz un susurro ronco. "Esto es por tu propio bien".

Sus ojos se fijaron en Zahran, una escalofriante sonrisa jugando en sus labios. "Saludos, Joker", dijo arrastrando las palabras.

Los ojos de Raihan se abrieron con incredulidad. "¿El Joker?", jadeó, su voz apenas un susurro. "Pero Zahran..."

"¿Cómo te sientes ahora, Joker?", espetó la figura encapuchada, con la mirada fija en Zahran. "¿Listo para morir?"

Raihan se quedó boquiabierto. "Zahran, ¿qué es él...?"

Pero Zahran sacudió la cabeza con voz firme. "No soy el Joker. Nunca lo he sido".

Los ojos de la figura encapuchada se entrecerraron. "¡Mentiras!", rugió, la hoja brillando amenazadoramente. "¡Robaste mi fortuna, se la diste a la policía y me dejaste sin nada! ¡Mereces morir por lo que has hecho!"

Se abalanzó sobre Zahran; su rostro se contrajo de ira. Empezó a estrangularlo.

Raihan observaba horrorizado, con el corazón latiéndole con fuerza en el pecho. Intentó desesperadamente desatarse, sus dedos jugueteaban con los nudos.

Justo cuando la vida de Zahran parecía desvanecerse, la puerta se abrió de golpe. Dos hombres entraron corriendo; sus rostros estaban grabados con urgencia.

"¡Jefe, detente!", uno de ellos gritó. "¡Él no es el verdadero Joker!"

La figura encapuchada se quedó inmóvil y su agarre se aflojó ligeramente.

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Fatiha intentó escapar, pero su perseguidor fue rápido.

"No, ni siquiera lo intentes", declaró, bloqueándole el camino hacia la puerta. Fatiha, desesperada, adelantó el cuchillo.

"Aléjate de mí. ¿Quién eres?", imploró, temblando y sin poder hablar.

Intentó intimidarla arrebatándole el cuchillo, pero Fatiha siguió buscando refugio en Alá.

"Hoy estoy aquí para resolver todos los asuntos de una vez", dijo con una sonrisa amenazadora. Fatiha sintió una sensación de perdición inminente, lo que la impulsó a recurrir a Alá en oración sincera.

De repente, la puerta se abrió de golpe y entró Daud, instando: "¡Corre!" Dirigida por orden de Daud, Fatiha huyó.

"No, no puedes correr", replicó el agresor, conocido como Joker, intentando atacar a Daud. Fatiha, preocupada por su hijo por nacer, corrió mientras Joker la perseguía. La lluvia empezó a caer, aumentando la tensión.

Fatiha, que luchaba por correr, resbaló y cayó. Joker se acercó, pero en ese momento estalló una conmoción. Llegó otra persona y saltó sobre el comodín. Aprovechando la oportunidad, Fatiha continuó buscando refugio en Alá.

Mientras los dos hombres peleaban, se escuchó un disparo que reveló que Joker había matado al recién llegado.

Aterrada, Fatiha continuó invocando a Allah.

En medio de la confusión, Raihan y Zahran llegaron con la policía. El intento del recién llegado de hacer justicia se vio ensombrecido por la llegada de las autoridades. El inspector Richard intervino para mantener el orden.

"Ya basta de este conflicto. Deja de actuar", exigió Richard.

El agresor, persistiendo en sus delirios, gritó: "Yo soy el verdadero Joker".

En un giro repentino de los acontecimientos, logró liberarse y, en un intento equivocado, le arrebató un arma a un oficial de policía cercano. En lugar de usarlo para hacer daño, apuntó a Zahran y Fatiha, provocando el caos. Se escuchó un disparo y, lamentablemente, Zahran recibió un impacto en los brazos. Un grito escapó de la garganta de Fatiha.

Al presenciar la peligrosa situación, el inspector Richard, actuando con rapidez, tomó las medidas necesarias para proteger vidas inocentes. En un esfuerzo por neutralizar la amenaza, Richard, con precisión y determinación, disparó su arma de fuego. La bala dio en el blanco, poniendo fin al peligro inmediato que representaba el agresor. El agresor cae al suelo, sin vida.

Una vez más, EL JOKER HA MUERTO.

¿Qué piensas, quién es el Joker?