Estaba muy feliz, mi hija quizás ha encontrado al amor de su vida y quien mejor que Steve, cualquier persona pensará que estoy loco pero no lo estoy, se que su vida pasada no fue nada buena pero yo lo crié prácticamente y lo ayudé a salir de ella y sé cuanto cambió ése muchacho
-Bella cariño
-Dime Cielo
-¿Que piensas de Perla y Steve?
-Serían la mejor pareja
Mi esposa es ésa mujer maravillosa que todo hombre sueña tener, siempre me enamoró éso de ella, lo comprensiva y lo cariñosa, para todo le busca solución, no es de ésas personas que por tener dinero y propiedades trata mal a todos, no, ella es única y diferente, le gusta ayudar a los demás así sean los mafiosos más buscados del mundo, siempre me apoyó con Steve incluso lo amó como si fuera su hijo y lo hizo sentir parte de la familia, cuidó a nuestra niña como si fuera la última flor que quedara en el planeta
-Cariño iré con mi hija a su trabajo
-Claro cielo con cuidado
Tomé mis llaves y me fuí, al llegar al trabajo de mi hija entré y la ví sentada en su escritorio escribiendo cosas en su agenda
-Hola hija
-Hola papá
Me senté frente a ella y la miré
-Papá ya tengo casí todo listo
-Que bueno hija
-Si papá, quiero que sea en Francia ya he visto las fotos de las modelos francesas y son espectaculares, servirán mucho para mi nueva colección de vestidos de novia, tengo el lugar perfecto para éso
-Bueno hija pues no se diga más, ya que todo está listo manda todos esos apuntes a mi oficina por favor, yo pondré la mitad del dinero y la otra mitad la pondrá Steve
-Gracias papá
-De nada hija
Me despedí de ella y fuí a la oficina de Steve pero no estaba así que fuí hasta su casa, toqué dos veces y a los segundos me abrió
-Padre
-Hola hijo
-Pasa
Pasé y me senté en el sofá
-A que debo tu visita viejo
-Vengo a hablar dos cosas contigo
-Te escucho papá
-Hijo ya está todo listo con el desfile
-Perfecto mañana a primera hora transfiero el dinero a tu cuenta
-Me parece bien
-Y lo otro...
-Quiero que hagas feliz a mi hija y le des esa familia que ella tanto sueña
-Viejo mío tienes mi palabra
-Sabía que no me equivocaba contigo
Le dí un abrazo me despedí y me fuí, estaba muy orgulloso del gran hombre en el que Steve se convirtió, se que mi hija será feliz y que todo saldrá bien.