Mi ángel de la guarda

Arthur

Estaba muy feliz, mi hija quizás ha encontrado al amor de su vida y quien mejor que Steve, cualquier persona pensará que estoy loco pero no lo estoy, se que su vida pasada no fue nada buena pero yo lo crié prácticamente y lo ayudé a salir de ella y sé cuanto cambió ése muchacho 

-Bella cariño 

-Dime Cielo 

-¿Que piensas de Perla y Steve?

-Serían la mejor pareja 

Mi esposa es ésa mujer maravillosa que todo hombre sueña tener, siempre me enamoró éso de ella, lo comprensiva y lo cariñosa, para todo le busca solución, no es de ésas personas que por tener dinero y propiedades trata mal a todos, no, ella es única y diferente, le gusta ayudar a los demás así sean los mafiosos más buscados del mundo, siempre me apoyó con Steve incluso lo amó como si fuera su hijo y lo hizo sentir parte de la familia, cuidó a nuestra niña como si fuera la última flor que quedara en el planeta 

-Cariño iré con mi hija a su trabajo 

-Claro cielo con cuidado 

Tomé mis llaves y me fuí, al llegar al trabajo de mi hija entré y la ví sentada en su escritorio escribiendo cosas en su agenda 

-Hola hija 

-Hola papá 

Me senté frente a ella y la miré 

-Papá ya tengo casí todo listo 

-Que bueno hija 

-Si papá, quiero que sea en Francia ya he visto las fotos de las modelos francesas y son espectaculares, servirán mucho para mi nueva colección de vestidos de novia, tengo el lugar perfecto para éso 

-Bueno hija pues no se diga más, ya que todo está listo manda todos esos apuntes a mi oficina por favor, yo pondré la mitad del dinero y la otra mitad la pondrá Steve 

-Gracias papá

-De nada hija 

Me despedí de ella y fuí a la oficina de Steve pero no estaba así que fuí hasta su casa, toqué dos veces y a los segundos me abrió 

-Padre 

-Hola hijo 

-Pasa

Pasé y me senté en el sofá

-A que debo tu visita viejo 

-Vengo a hablar dos cosas contigo 

-Te escucho papá 

-Hijo ya está todo listo con el desfile 

-Perfecto mañana a primera hora transfiero el dinero a tu cuenta 

-Me parece bien 

-Y lo otro...

-Quiero que hagas feliz a mi hija y le des esa familia que ella tanto sueña 

-Viejo mío tienes mi palabra 

-Sabía que no me equivocaba contigo 

Le dí un abrazo me despedí y me fuí, estaba muy orgulloso del gran hombre en el que Steve se convirtió, se que mi hija será feliz y que todo saldrá bien.  

 



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En el texto hay: narcotrafico, amor, muerte

Editado: 26.11.2019

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