Mi ángel de la guarda

Marina

Liberé mi mente gracias a Perla pero aún así no podía evitar pensar en ti, sentía un dolor tan grande sin él sin mi Joel, solo me queda este bebé nuestro pequeño que va creciendo dentro de mi. Me duché me puse mi pijama y me acosté en la cama, traté de dormir pero no podía era demasiado para mi estar sin él, me levanté fuí al vestier y saqué un short una blusa de manga larga y mis adidas, me vestí tomé las llaves del auto que me regalo Steve y salí, afuera estaba James

-Hola

-Hola

-¿No puedes dormir?

-No, ¿a donde vas?

-Daré una vuelta por la playa

-Iré contigo es muy tarde para que vallas sola

-Esta bien

Le dí las llaves subímos al auto y arrancó, llegamos a la playa y bajamos del auto

-Es relajante venir aquí

-Lo es Joel me traía mucho a la playa

-¿Será tan difícil dejar de sentir este dolor tan grande?

-La verdad es que si James no hay noche que no llore su partida juro que jamás me había enamorado como lo hize de él, la vida es tan injusta cuando eres felíz te quita esa felicidad

-Pero te dió otra y es ése bebé que llevas hay es el fruto del amor de ustedes y es lo único que nos queda de Joel

-Tienes razón

Estuvimos un rato más en la playa y luego volvimos a la casa

-Gracias por hacerme compañía

-De nada sabes que Joel era como mi hermano así que cuentas conmigo al igual que lo hizo él

Le dí un abrazo y entré a la casa fuí a mi habitación y cerré la puerta, me cambié de ropa y me acosté en la cama, poco a poco fuí cerrando los ojos hasta quedarme dormida. Desperté más temprano de lo normal y ya Perla estaba despierta

-Buenos días

-Hola Marina, ¿como dormiste?

-Bien, ¿y tu?

-Bien, ven preparé el desayuno

-Gracias

Me senté en la mesa y comenzé a desayunar, en eso bajó Steve con Stephen en brazos

-Buenos días hermosas

-Buenos días Steve

-Buenos días amor

Steve se sentó junto a Perla y puso al pequeño en la mesedora, en eso entró James y se sentó a mi lado, después de desayunar ayudé a Perla a limpiar todo mientras Steve y James se iban a trabajar

-Bueno iremos a recoger tu dinero y luego iremos a mi empresa que debo hacer unas cosas allá

-Esta bien iré a ducharme

-Vale

Fuí a mi habitación y me duché luego salí y me vestí un jeans ajustado color negro una blusa de manga larga color amarilla y mis tacones amarillos dejé mi cabello suelto y me maquillé un poco, tomé mis cosas y bajé a la sala, allí ya Perla me esperaba, se veía muy hermosa tenía una mini falda color negra un top color amarillo y sus tacones eran amarillos y si, estabamos vestidas con el mismo color

-Awwwww estamos vestidas con los mismos colores

-Siiii es emocionante eres esa hermana que nunca tuve

-Jajaja tu también

-Bueno vamos

Salimos y subímos al auto, llegamos al consultorio del abogado entramos y él ya nos esperaba

-Buenos días señora Rodriguez

-Buenos días señor Arturo, ella es la mujer de Joel, Marina Ward

-Mucho gusto señorita Ward

-Igualmente

-Tomen asiento por favor

-Gracias

Tomamos asiento y él me explicó y luego le firmé los papeles y me dió el dinero, fuímos al banco y deposité todo en mi cuenta luego fuímos a la empresa de Perla y mientras ella trabajaba yo me quedé en su oficina con el pequeño Stephen.

 



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En el texto hay: narcotrafico, amor, muerte

Editado: 26.11.2019

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