Narra Leonardo
Han transcurrido ya dos meses y todavía me cuesta creer lo rápidamente que pasan los días desde que sostuve a mi hermana esmeralda por primera vez. Me llega a la mente una imagen de ella cuando era bebé.
Desde ese día, no solo asumí el rol de hermano mayor, sino que también me convertí en su protector, al observar su fragilidad, al igual que lo hice con mi hermana Esperanza.
Con una inocencia que contrasta con las realidades del mundo que la rodea, en los últimos días he tenido varias conversaciones con Sade. Mis sentimientos por ella han crecido hasta alcanzar una intensidad que me resulta difícil disimular ante su presencia. Sin embargo, frente a mi familia, trato de ocultarlo. No obstante, mi hermana Esperanza ha empezado a notar que estoy enamorado.
En este momento, mi hermana Esperanza y yo estamos colaborando con mi padre para finalizar la decoración de nuestra casa con globos y una tarta de cumpleaños con velas, mientras mi madre se encuentra con nuestra hermana.
De repente, suena el timbre; podría ser Louis. Al abrir la puerta, lo encuentro con un gran regalo para mi hermana, así que lo invito a pasar. En ese momento, mi padre lo saluda. Por supuesto, Esperanza también lo hace, pero hay un destello especial en sus ojos. Dirijo mi mirada hacia mi amigo Louis, quien me observa con una expresión de confusión. En ese instante, aparece mi hermana Esmeralda acompañada de mi madre; ambas se colocan frente a la tarta. Mi madre enciende las velas y comenzamos a cantarle Feliz Cumpleaños.
Al finalizar la interpretación de Feliz cumpleaños, mi padre retira las velas y procede a cortar la tarta en porciones. Luego, nos sentamos para degustarla, mientras mi hermana inicia una conversación. Sin embargo, percibo que no tiene mucha energía, aunque está esforzándose por mostrarse animada para nosotros.
Después de disfrutar de la tarta, comenzamos a entregar los regalos a mi hermana esmeralda, quien se mostró muy entusiasmada con ellos. Además, fue un hermoso gesto por parte de Louis obsequiarle algo especial, lo cual la llena de alegría.
Mi madre puso un poco de música, lo que nos permiten sacar a la cumpleañera a bailar, mientras mis padres se unieron a la pista. En ese momento, mi hermana Esperanza tuvo la oportunidad de conversar con Louis.
Al caer la noche, mi hermana se queda dormida, así que la llevo en brazos para llevarla a su habitación.
Al entrar en la habitación, la acuesto y la tapo con la manta. A continuación, le doy un beso en la frente. Luego, salgo de la habitación y me dirijo al salón, donde veo a Louis despidiéndose de mis padres. Al verme, Louis también se despide de mí, mientras que Esperanza se retira a su habitación suspirando, como si sintiera una cierta atracción por él. Nuestros padres se percatan de esto, pero deciden restarle importancia. Una vez que Louis se marcha y cierra la puerta, mis padres se van a la cocina .
Por lo tanto, me dirijo a la habitación de Esperanza para conversar con ella. Quizás tenga la oportunidad de ofrecerle un consejo en calidad de hermano.
Al entrar, la escucho pronunciar la siguiente frase:
Cada vez que te veo, mi corazón late con un suspiro de amor y mi alma sonríe en silencio. Sin embargo, tú me ves como una hermana, aunque para mí representas algo inalcanzable, y soy consciente de que es un amor no correspondido. Cuando ella me ve, me acerco a su lado y me pregunta si ha sucedido algo. Le respondo que deseo hablar sobre un pequeño asunto, y entonces, me observa con interés.
—He notado en tus ojos que brillaron al ver a Louis. Dime, ¿acaso estás enamorada de él? Si es así, te aconsejo que nunca entregues tu valioso corazón a alguien que no te corresponde como desearías. —Ella se queda en silencio, asimilando las palabras.
—¿Crees que él nunca se enamorará de mí?
—Eso lo dirá el tiempo, mi pequeña. Pero te recomiendo que no te hagas demasiadas ilusiones, ya que no quiero que te rompan el corazón. No me importa que sea mi amigo.
¿Me entiendes, pequeña? Ella asiente con la cabeza. Después de eso, salgo de la habitación y, justo en ese momento, recibo un mensaje de Louis informándome que se encuentra en un pub, acompañado de Sade y algunas amigas. Sin embargo, comenta que hay algunos chicos que las están observando mientras bailan. Con esta información, sin perder tiempo, regreso a mi habitación, me cambio y elijo una camiseta negra, un pantalón negro, una chaqueta negra y unas botas negras ,al finalizar, tomo la llave de mi moto y salgo de mi habitación regresando al salón y salgo de mi casa.
Al salir, me subo a la moto y comienzo a conducir hacia el pub. Al llegar, estaciono, me bajo de la moto y entro al establecimiento, donde noto que hay bastante ambiente pero no hay mucha gente, salvo algunos grupos de jóvenes y algunas parejas. En ese momento, diviso a Louis y, al acercarme a él, me doy un vistazo para localizar a la chica que me tiene enamorado bailando con unas compañeras del instituto, noto que un chico se acerca a Sade y trata de coquetear con ella. Las chicas se alejan, claro, y ella no parece muy interesada, pero él sigue insistiendo. Al verlo intentar besarla, me acerco a ellos, pero Louis, con un tono serio, me advierte que no haga locuras.
Sin embargo, sus palabras no son suficientes para disuadirme, ya que tengo los puños cerrados, como si un demonio habitara en mí. Al acercarme, rodeo la cintura de Sade mientras ellos me observan. Desde la distancia, percibo a aquellas chicas siguen bebiendo y, al regresar mi mirada hacia el chico que me sigue observando, le pregunto:
Tanto que me miras —lo observo exhibirse con audacia al preguntarme quién soy, de manera franca y sin reservas alguna le respondo
—Soy el novio de esta hermosa chica, así que por favor, busca a otra. Él frunce el ceño y se aleja. Finalmente, estamos solos. Giro a Sade y la miro, notando cómo traga saliva, a punto de decirme algo. La beso, para que todos en este pub sepan que ella tiene dueño. Siento que tiembla en mis brazos y, a pesar de un sonido que me hace perder el control, le susurro: