capitulo 9 descubriendo la nueva faceta mas posesivo

Narra Sade

Han transcurrido dos meses y han sucedido diversas cosas. Me encuentro en un buen momento, incluso he estado en contacto con Leonardo, lo cual despierta en mí una serie de emociones. Sin lugar a dudas, estoy enamorada de él, lo que representa una experiencia nueva para mí.

En este momento estoy terminando de prepararme para ir a un pub, ya que mis compañeras del instituto me han invitado. Una vez que me visto, me hago unas trenzas pegadas y me aplico un labial rojo. Estoy lista cuando recibo un mensaje avisándome que ya están afuera. Coloco las llaves de mi casa y mi móvil en el bolso y salgo de la habitación, caminando hacia la salida de mi casa. Al salir, veo que todas están en un coche, así que me subo y Brenda comienza a conducir hacia el pub.

En este momento estamos en el pub disfrutando y brindando. Debo confesar que es la primera vez que bebo.

Posteriormente, nos dirigimos a la pista de baile y comienzamos a bailar. Sin embargo, aparece un chico que comienza a coquetear, lo que llevó a que ellas se alejaran, guiñándome un poco como si insinuaran que estaba coqueteando con él, pero la verdad es que no es así y no estoy interesada en él.

Sin embargo, él continúa insistiendo, intentando besarme. De repente, veo a Leonardo, quien me toma por la cintura. Nos quedamos observando a Leonardo, y al interpretar su expresión, me doy cuenta de que no está nada contento. Él dirige una mirada hacia mis compañeras, quienes siguen bebiendo descontroladamente. Luego, su atención regresa hacia el chico que aún está mirando a Leonardo, quien le hace una pregunta.

Tanto que me miras — Leonardo observa al chico que se exhibe con valentía al preguntarle quién es, y le responde de manera sincera y sin ninguna reserva.

—Soy el novio de esta hermosa chica, así que por favor, busca a otra.— veo como ese chico se frunce el ceño y se aleja.

En ese momento, Leonardo me da la vuelta y me encuentro con su cautivadora mirada. Su atención me provoca una sensación de nerviosismo, y justo cuando estoy a punto de expresarle algo, me besa, lo que provoca un temblor en mi interior mientras me envuelve con sus fuertes abrazos. No puedo evitar emitir un suave gemido, y entonces Leonardo me susurra:

—Nena, no hagas esos sonidos, porque no soy de piedra'.—Me sonrojo

Mis manos rodean su cuello, mientras siento cómo mi nerviosismo aumenta ante su toque. Sin embargo, mi cuerpo comienza a moverse al compás de la música que suena de fondo. En un instante, me giro, realizando un movimiento seductor que me aproxima aún más a él, y percibo su excitación cerca de mí.

Por un instante me separo de él, quedándome observándolo como si pudiera captar sus pensamientos más profundos, mientras me muerdo el labio inferior.
Veo cómo Leonardo toma mi mano, listo para marcharnos de repente. Una de las chicas me trae mi bolso y nos dirigimos hacia la salida del pub. Al salir, nos subimos a la moto, y le comento que mis padres están de viaje; de hecho, me informaron ayer que no volverán en unos días. Él empieza a conducir hacia mi casa.

En el momento en que llegamos, me besa con pasión mientras me sostiene, con mis piernas rodeando su cintura. Su beso enciende el fuego que ya arde en mí. Por un instante, me pregunta por la ubicación de mi habitación, lo cual le indico percibo la urgencia con la que necesita este momento de intimidad. Al entrar, me tumba suavemente sobre la cama, sin dejar de besarme, buscando el sabor de nuestros labios y fusionando nuestro calor a través de la barrera del deseo.
Es un momento mágico; siento cómo su corazón late con intensidad, y la urgencia de tocar mi piel crece cada vez más. acaricio su espalda con suavidad, hasta que un gemido escapa de sus labios. Percibo se siente atrapado entre el deseo y la anhelo de pertenecerle.

Explora mi piel como si fuera una obra de arte mientras le quito la ropa lentamente. Se da cuenta de que estoy desabrochando su camisa y noto como se eleva sobre mí para poder quitarse el pantalón, ante mi mirada llena de deseo. Sus labios encuentran los míos con ternura, recorriendo cada rincón de mi cuerpo hasta llegar a sus piernas.

Comienza a acariciar mi clítoris con su lengua, mientras sus dedos recorren suavemente mi humedad, provocando un delicioso estremecimiento en mí. Al notar lo mojada que estoy, se sumerge aún más, susurrándome dulcemente
Te amo mucho, nunca lo olvides».:

En este preciso momento, Leonardo y yo estamos compartiendo un momento íntimo, donde nos entregamos el uno al otro, dejándonos llevar por el placer y el amor que sentimos, hasta alcanzar juntos el clímax. Apoyo mi frente contra la suya, permitiendo que nuestras miradas comuniquen más de lo que las palabras podrían expresar. Me besa y me pregunta cómo me siento; con una sonrisa, le respondo que estoy muy bien.

Alrededor de su nuca, le susurro cuánto está enamorada de mí. Ella esboza una sonrisa antes de levantarse; noto que está enviando un mensaje a alguien. Al terminar de escribir, abre sus ojos al máximo y me observa de reojo, mientras yo reboso de felicidad. Finalmente, me quedo dormida sobre su pecho.

Con la llegada de los primeros rayos del sol, mis ojos se encuentran con una mirada que parece atravesarme, recordándome lo hermosa que soy. Tras haber compartido momentos íntimos con Leonardo, me siento plena y profundamente feliz, ya que nunca antes había experimentado una sensación de vida tan intensa. Solo Leonardo ha logrado que me sienta única y amada. Al recordarlo, una sonrisa se dibuja en mi rostro.
De alguna manera, ha sido tan maravilloso como mágico. Leonardo ha sido extremadamente amable y caballeroso conmigo, brindándome un trato tan cariñoso que aún siento como si flotara en una nube, capaz de volar, y todo ello se lo debo a él.

Coloco mi mano sobre mi pecho, sintiendo cómo mi pulso se acelera, una clara señal de la adrenalina que recorre mi ser. En ese momento de silencio, nuestras miradas se encuentran, cargadas de amor.