Narra Leonardo
Después de haber compartido esas palabras, vienen a mi mente recuerdos hermosos de mi hermanita Esmeralda. Su pérdida todavía me duele y no sé cómo podré superarlo; siento un dolor que no puedo explicar.
Sin embargo, siento que no he actuado como un hermano mayor para ella. Tengo la impresión de que le he fallado después del fallecimiento de nuestra hermana. Esperanza; supongo que ella me necesita. Debo encontrar la manera de compensarla.
Justo ahora mismo observo a mi encantadora novia acomodándose cómodamente en el sofá, entretenida con un libro. Se ve muy atractiva vestida con mi camisa. En ese instante, recibo un mensaje que me llama la atención. Después de leerlo, me levanto para ir a mi habitación a vestirme. Al llegar, noto que Sade me mira con una expresión de preocupación, por lo que le explico cada detalle. Ella me dice que le gustaría acompañarme, pero le declaro que no es necesario. Sin embargo, insiste en ir conmigo, aunque no tengo otra opción.
Así que deja su libro en la mochila, se levanta y nos dirigimos a la habitación. Al ingresar, comenzamos a vestirnos. Una vez que terminamos, tomo la llave de mi coche y salimos de la habitación, caminando hacia el salón, donde Sade recoge su mochila. A continuación, nos dirigimos a la salida de mi departamento. Una vez afuera, subimos a mi coche y comienzo a conducir hacia el parque donde se encuentra mi hermana Esperanza.
Al acercarme a mi hermana Esperanza, me siento a su lado. Al verme, su mirada se llena de lágrimas y, en un gesto reconfortante, me abraza. Mientras la acaricio en la cabeza, ambos compartimos un suspiro que alivia su dolor.
Desde la distancia, Sade nos observa y le sonrío, indicándole que todo está bien. En ese momento, mi hermana se aparta de mí al ver a Sade y me pregunta quién es. Le respondo mientras ella la observa, lo que motiva a Sade a hacer una señal para que se acerque. Al acercarse, mi hermana se presenta con una sonrisa, y Sade también se presenta. Mi hermana le dice que ya lo sabía, y Sade me mira, a lo que yo le guiño un ojo.
En ese instante, le sugiero a mi hermana Esperanza que llame a nuestra madre para informarle que se encuentra bien. Ella se levanta y se aleja de nosotros, mientras Sade se sienta a mi lado, sonriendo y comentándome que Esperanza es muy guapa y que se parece un poco a mí. Este comentario me hace recordar a Esmeralda, lo que me genera una tristeza momentánea. Sin embargo, rápidamente me recupero y le digo a Sade que, en realidad, Esperanza no se parece a mí, mientras le guiño un ojo y le sonrío.
Nos quedamos mirándonos durante un momento y luego nos besamos, hasta que escuchamos una tos fingida de Esperanza, quien, a pocos metros de nosotros, nos observa con una expresión de asombro. De inmediato, Sade y yo recuperamos nuestra compostura, pero Esperanza cambia de tema y nos propone ir a cenar a una pizzería. Miro a Sade y noto que acepta la propuesta, lo que provoca que Esperanza se sienta contenta.
Sade y yo nos levantamos y, junto a mi hermana Esperanza, caminamos hasta mi coche. Una vez allí, nos subimos y comienzo a conducir hacia la pizzería.
Al llegar, nos bajamos del coche y entramos de inmediato. Buscamos un lugar disponible, hasta que finalmente encontramos uno y nos sentamos. En ese momento, se acerca un camarero para tomar nuestra orden.
Después de que tomamos nota de nuestros pedidos, el camarero se retira durante un breve período. Más tarde, regresa con nuestras bebidas y, tras entregarlas, se marcha nuevamente para traer nuestros pedidos. Un rato después, regresa con ellos, nos los entrega y nos desea una buena cena antes de retirarse. Inmediatamente comenzamos a cenar, pero el teléfono móvil de Sade suena. Al ver quién llama, decide ignorar la llamada y continúa cenando. Mientras yo encojo los hombros, observo cómo Esperanza inicia una conversación con ella.
Así que aprovecho la oportunidad, tomo mi móvil y comienzo a hacer la foto. Al capturarla, ellas se dan cuenta y les sonrío. Luego, ingreso a mi Facebook y subo la imagen acompañada de unas palabras
Mis princesas de mi vida ❤️
Tan pronto como publico la foto, cierro mi sesión en Facebook. Cuando ellas entran a la plataforma, reciben una notificación y ven la imagen. Luego, me observan con una sonrisa, pero deciden tomarme una foto.
Al finalizar de tomarme la foto, me doy cuenta de que la están subiendo a sus Facebook. De repente, recibo una notificación y al ingresar a mi cuenta, veo que Sade ha publicado la foto con una frase que dice así
Eres el dueño de mi corazón y siempre serás el dueño de mi alma.
Al leer esa frase, una sonrisa se dibuja en mi rostro y la contemplo con ternura.
Después entro en Facebook de esperanza, ahí donde también está mi foto con una frase que dice así
Una buena relación con un hermano no se trata solo de tener un compañero, sino de contar con un alma gemela para toda la vida.
Al terminar de leer esa frase, me quedé sumido en pensamientos sobre Esmeralda.
Me hubiera gustado que ella estuviera viva para compartir este momento junto a mí ,sin darme cuenta de que se me escapan algunas lágrimas, rápidamente me las seco ahí donde me levanto para ir al baño, y noto la preocupación en sus rostros al ver mi expresión.
Al entrar, me desahogo; dejo caer mi cuerpo contra la pared, sintiéndome como un niño pequeño, con la mano en el pecho, experimentando un profundo dolor.
Me vienen a la mente unas frases que me gustan y que dicen lo siguiente:
«En cada pensamiento y en cada suspiro, siempre te tengo presente, hermanita »
« aunque no estés presente, siempre te llevo conmigo y
tu recuerdo vive en mi corazón»
«Cada estrella en el cielo me hace pensar en ti. »
«Los recuerdos compartidos contigo constituyen mi más preciado tesoro »
«Aprecio profundamente cada día que he tenido la oportunidad de compartir contigo »