Narra Leonardo
Finalmente ha llegado el viernes y me encuentro en el aeropuerto esperando a Sade, hasta que recibo su mensaje informándome que ya está en camino. Pasado un tiempo, la veo aparecer, luciendo muy hermosa con un vestido y zapatillas negras, y con trenzas . Al acercarse, la saludo con un beso mientras apoyo mis manos en su cintura.
Al separarnos, su rostro refleja una hermosa sonrisa.
Observamos que nos queda un par de horas antes de que salga nuestro vuelo, así que decidimos ir a tomar un café. Al entrar, realizamos nuestro pedido y nos lo entregan.
Apenas nos sentamos en la acogedora mesa de la cafetería, comenzamos a conversar sobre cómo será nuestra aventura en Estonia. Al terminar nuestros cafés, es momento de hacer fila para abordar el avión. Mientras aguardamos en la fila, noto que ella se queda sumida en sus pensamientos;
por ello, le susurro al oído que es momento de avanzar para entrar al avión.
Al entrar, tomamos nuestros asientos correspondientes. En ese momento, noto cómo se muerde el labio inferior mientras queda sumida en sus pensamientos, como si estuviese fantaseando conmigo. Le susurro, preguntándole en qué está pensando.
Ella me mira con las mejillas sonrojadas y permanece en silencio.
El avión inicia su despegue, ascendiendo hacia las nubes, donde nos esperan varias horas de vuelo antes de alcanzar nuestro destino.
Durante el vuelo, ella se queda dormida, y me doy cuenta de que está soñando conmigo. Sonrío al verla tan relajada. Sin embargo, el prolongado tiempo sentado en el avión empieza a generarme inquietud. Afortunadamente, han anunciado que el aterrizaje se llevará a cabo en breve.
La despierto suavemente y le informo que el avión está a punto de aterrizar. A continuación, me acomodo adecuadamente mientras observo a mi compañera de viaje.
La observo con admiración, y su belleza me deja sin palabras. Me encanta verla ruborizarse, su mirada y ese brillo en sus ojos despiertan en mí una serie de sentimientos que me invitan a tomar su mano y no soltarla, deseando compartir tantas experiencias juntos. Siento la necesidad de dejar atrás mis temores y permitir que el amor florezca, despojándome de la máscara que utilizo para mostrarme fuerte ante los demás.
Un momento después, el avión ha llegado a su destino y los pasajeros comenzamos a levantarnos de nuestros asientos en busca de nuestras pertenencias. Poco a poco, vamos saliendo del avión. La azafata me desea que tenga una buena estadía en Estonia, a lo que le agradezco.
Al cruzar la puerta del aeropuerto, esperamos un tiempo a que llegaran nuestras maletas. Finalmente, después de un rato, aparecen y
podemos recogerlas.
Después de recoger nuestras maletas a continuación caminamos hasta la salida de aeropuerto nada más salir acto seguido nos dirigimos hacia la zona de taxis. Al acercarnos, saludamos al taxista de manera cordial.
El taxista nos ayuda con las maletas y las coloca en el maletero, mientras nosotros nos acomodamos en los asientos. Tan pronto como el taxista se sube, le proporciono la dirección y él comienza a conducir hacia el lugar que le acabo de indicar.
En una hora llegamos al departamento. Al bajar del taxi, el conductor nos saca las maletas del maletero y me informa que el costo del viaje era de treinta
EEK.
Le entrego el dinero y, a continuación, él nos desea una buena tarde lo cual respondimos con una sonrisa y agradeciéndole por su servicio.
Entramos en el departamento y realizamos un recorrido hasta llegar a la habitación, donde comenzamos a guardar nuestras cosas en los armarios.
Al finalizar, observo cómo Sade comienza a despojarse de su vestido, quedando únicamente en ropa interior. Acto seguido, se quita el sujetador, mientras yo me muerdo el labio involuntariamente. Posteriormente, se recuesta en la cama, momento en el que le pregunto:
—Mi amor, ¿no te vas a poner el pijama?
—No, no voy a ponerme el pijama. Además, me siento cómoda así. ¿Por qué preguntas?
—¿Realmente crees que podré resistir la tentación de verte medio desnuda? Te juro que no podré evitarlo, y creo que necesitaré darme una buena ducha de agua fría para calmarme.
—Inmediatamente tomo mi pantalón de pijama y una toalla, y me dirijo al baño. Escucho como se ríe mientras me quito la ropa y abro el grifo de la ducha. En ese instante, me sumerjo en el agua, imaginando que estoy compartiendo momentos íntimos con ella, de manera pausada y lenta, rememorando su hermoso cuerpo y su mirada tímida.
Después de ducharme, me seco con una toalla y, a continuación, me pongo mi pantalón de pijama. Al salir del baño, me encuentro con la imagen de ella durmiendo como un angelito pero noto que está sin manta. En ese momento, no puedo evitar maldecir en mi interior, cuestionándome por qué me hace esto, sabiendo que no puedo resistirme.
Dejo escapar un suspiro y me recuesto junto a ella, atrayéndola un poco más hacia mí y depositando un beso en su frente. Seguidamente, me dejo llevar por el sueño, arrastrado por un cansancio inexplicable.
Por la mañana, nos estamos preparando para salir a desayunar y aprovechar para dar un paseo. Afortunadamente, alquilé un coche temprano. Al ver a Sade, noto que ya está lista y me impresiona lo hermosa que se ve con su afro, realmente parece una reina.
Una vez que termino de vestirme, tomo mi móvil y la llave del coche. A continuación, salimos de la habitación y caminamos hacia el salón. Al salir, nos subimos al coche y empiezo a conducir hasta
Cafetería · Tallinn
Tan pronto como llegamos, me estaciono frente a la cafetería, nos bajamos del coche y entramos. Luego buscamos un lugar disponible donde podamos sentarnos. Finalmente conseguimos una mesa, así que caminamos hacia ella y nos sentamos. En ese momento, aparece una camarera y empiezo a decirle..
Mina tahan omletti ja apelsinimahla ning tema jaoks puuviljataldrikut ja maasika smuutit ( para mí quiero una tortilla y un zumo de naranja y para ella plato de frutas y un batido de fresa)