Mi ángel de ojos azules

Capítulo XIV

 

Capítulo XIV

Ya vestida, maquillada y peinada, aunque eso último más bien ha sido imposible, bajo hacia la planta baja para el polideportivo, que es por lo visto donde se celebra la fiesta. Y, al no ver a nadie, me imagino que ya todo el mundo está allí, y que yo llegaré tarde no lo siguiente.

Emocionada, cojo los bajos de mi falda y corro como puedo con los tacones intentando no matarme cuando escucho la música cada vez más y más fuerte. Cuando estoy prácticamente en las puertas, suelto mi falda y la coloco para así evitar hacer el estúpido, aunque eso sea imposible ya que lo acabo haciendo la mayoría del tiempo, pero bueno, hay que intentarlo.

Tras dar una bocanada de aire, entro, asombrándome por cómo está decorado el lugar. Con una tarima de madera recubriendo el feo suelo que debe de tener al igual que todos los demás polideportivos; globos por todas partes y alguna que otra mesa repartidas a los lados junto con unas sillas o taburetes, dependiendo de la altura de las mesas. A la entrada, dos columnas de globos blancos y azules marinos, y un cartel blanco uniéndoles con la siguiente frase:

“Fiesta de inauguración curso 20/21.”

Como se nota que es un internado de pijos…

Divertida por mi ocurrencia, sonrío y me encamino en busca de Hoshi o Andrea, al igual que busco con la mirada a Axel, al cuan no encuentro, pero me doy cuenta de un detalle.

La decoración. Siempre tiene los mismos colores, azul marino y blanco. Y no puedo evitar sonreír, ya que Axel habrá escogido este vestido por los colores, además de que es precioso.

—¡¿Teresa?! — grita Andrea saliendo de entre la multitud con un vestido rosa palo precioso—¡Serás guarra! ¡Pero tú no decías que no ibas a venir! — grita emocionada abrazándome.

—Cambio de planes— digo divertida, devolviéndole el abrazo con la misma efusividad.

—Estas preciosas, joder—dice mirando mi vestido sorprendida— ¿De dónde lo has sacado?

—Alberto— murmuro guiñándola el ojo, haciendo que su mirada se ilumine.

—¡Que tierno! —dice enternecida— Me alegro que estéis tan bien teniendo en cuenta la situación.

—Sí, es un poco complicado todo— digo con una sonrisa, que se hace más grande al ver a Axel. El cual va con un traje azul marino y una corbata blanca. Andrea al ver que me he quedado medio tonta, mira en la misma dirección lo que la hace reír.

—Tierra llamando a Teresa—dice divertida, haciendo que la mire sonrojada— Está guapísimo la verdad. No me extraña que te hayas quedado embobada mirándole, ¿cómo le pueden quedar tan bien los trajes?

—No lo sé… Pero si le vieses sin ropa…— murmuro mordiéndome el labio haciéndola reír a carcajada pura.

—Te estás convirtiendo en una salida— dice intentando controlar la risa.

—Teresa— me llaman, haciendo que me gire, encontrando a Alan con un traje negro al igual que su corbata. —Estás preciosa…— dice mirándome de arriba abajo lentamente.

—Gracias, tú también estás muy guapo, pero espera, te falta esto— digo acercándome a él y colocando bien su corbata ya que la tenía un poco torcida— Así si— murmuro con una sonrisa, levantando mi vista a su rostro.

—Pensé que no ibas a venir…

—Sí, bueno, al final tanto insistirla a causado efecto— dice Andrea sacándome del apuro.

—Si, a veces puedes ser muy insistente y convincente— murmuro divertida, agradeciéndola que haya sido tan rápida para así sacarme del apuro.

—Me alegro que hayas venido— dice sonriente, pero mi vista se fija en una melena roja que se acerca hacia aquí con un vestido del mismo color.

—¡Hoshi! ¡Estas guapísima! —asombrada miro el vestido, el cual es de un rojo precioso, y tal vez un poco arriesgado, ya que es demasiado ceñido y con una pronunciada apertura que la llega casi hasta la cadera, sin embargo, es precioso y la queda fantástico— Estas muy sexy

—Gracias— dice un poco incómoda, pero cuando su mirada recae en Alan, que la mira sorprendido sonríe ampliamente y se echa el pelo hacia atrás, despertando a Alan.

Oh no jodas… ¡A Hoshi le gusta Alan!

—Estás muy guapa— dice con una sonrisa, y cuando empieza a sonar una música lenta, se gira a mirarme con una sonrisa preciosa—¿Bailas conmigo, Teresa? — dice, haciendo que la cara de Hoshi cambie completamente, al ver que me tiende la mano.

—Eh… Sí, claro— murmuro un poco incómoda al ver la mirada molesta que me hecha.

Confirmado, está pillada por Alan.

Cuando llegamos a la pista de baile, Alan pone su mano en mi cintura, y me pega a él, empezando con un baile lento.

—Te he echado mucho de menos sabes— dice mirándome a los ojos con dulzura.

—Y yo… En poco tiempo te has convertido en un gran amigo para mí— digo mirando tras él, donde está Axel hablado con el tal, Fernando.

—¿Solo amigos? — digo serio, haciendo que le mire incómoda.

—Alan, yo estoy con otra persona— digo bajito, un tanto recelosa, ya que no quiero hacerle más daño.

—Lo sé, no sé por qué lo he dicho. Pero, no hay ninguna oportunidad ¿no? — y en sus ojos, veo una pizca de esperanza, cosa que me hace ponerme nerviosa.

—No quiero perder mi amistad contigo…— digo intentando evadir la pregunta, pero al ver que necesita una respuesta, prosigo: — Pero, no. No la hay…

—¿Quién es? ¿Quién es la persona que se ha llevado tu corazón, Teresa?

—No puedo decírtelo… Es muy complicado— nerviosa, intento darle una explicación, pero sé que es tan vacía…

—Podría pedirte una última cosa— murmura deteniendo nuestro baile, a lo que asiento— Dame un beso, Teresa… Pero, esta vez no salgas corriendo— dice un tanto divertido, haciendo que niegue.

—Alan— digo intentando separarme, pero me sujeta por la cintura.

—Él no lo sabrá nunca… Por favor— me pide, pero yo solo puedo llevar mis ojos a Axel, que está mirándonos con el ceño fruncido, ya que estamos demasiado cerca.




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