Damien
- ¿Nina? - ella se separo y giro su rostro al hombre que estaba de pie a una poca distancia nuestra, no podía ver su rostro, mire a Nina que se giró hacia el con una gran sonrisa, fruncí el ceño.
-¿Lucas? - el hombre se acerco y me ignoro como si fuera un fantasma.
- Si, he llegado a la ciudad - enarque una ceja al verlo como se acerco a Nina inclinándose para besar su mejilla - Venía con unos amigos a este restaurante que tiene una gran fama pero está cerrado por la boda del dueño.
- Es de mi hermano este lindo restaurante
- Pero estas muy lejos del restaurante - ataje molesto, hasta ese momento me miro.
- Vi a la distancia a Nina... - lo interrumpí molesto no sabía quién rayos era pero me cayó mal.
- Eso es acoso amigo, la playa es privada y si nos viste caminar hasta aquí no tenías por qué seguirnos- Nina me miro asombrada y el tal Lucas de mierda apretó los labios.
- Me doy cuenta que no sabes mucho de la vida de Nina "amigo", soy su cardiólogo -Nina me mira entre curiosa y medio molesta, me encogí de hombros.
- Cardiólogo o no, no tienes por qué seguirla y menos espiarnos - el dio un paso hacia mí pero Nina se hizo en medio nuestro.
- Creo que Lucas me ha seguido porque no puedo caminar mucho... - asentí y sin decir palabra me incline y la cargue, Nina de la sorpresa soltó un jadeo y Lucas... pues el imbécil de la sorpresa se quedó con la boca abierta y avance sin darle la oportunidad de decir nada.
Nina se sujetó de mi cuello y me miraba con una gran interrogante en su rostro pero no respondí porque ni yo tenía la mínima respuesta a lo que acababa de pasar, mi teoría era que debía cuidar a la persona que sería mi boleto para limpiar mi nombre.
Cuando llegamos a la fiesta, la iba a depositar en el piso pero vi que se acercó rápidamente Lena.
- ¿Qué le paso a Nina?
- Nada, solo la cargue para que no se llenara de arena - Lena entrecerró los ojos, miro los pies descalzos de Nina y luego los zapatos de ella que yo llevaba. En un momento estaba rodeado por las dos hermanas Clark y sus esposos y claro está que el viejo zorro de Don José que me miraba con una sonrisa maliciosa.
- Creo que Nina ya puede estar de pie ya no estamos en la arena - Sébastien como siempre bromista, me preguntaba dónde estaba el hombre que decían que fue un amargado si solo bromas vivía haciendo.
La baje despacio y dude en si ponerle yo los zapatos o que ella lo hiciera, pero no me quedo más remedio que hacerlo yo, porque Nina no tenía donde sostenerse solo mi hombro, puse una rodilla en el suelo y tome su pie, limpie sus pies con mi pañuelo y la calce.
- Vaya cenicienta moderna, según el cuento era una zapatilla pero aquí han sido dos - le dirigí una mirada asesina a Sébastien quien solo me sonrió mostrándome todos los dientes.
No me paso por alto la mirada que se lanzaron Elena y Lena, mis ojos se dirigieron a la distancia donde veía una silueta con las manos en los bolsillos, el cardiólogo acosador.
Las hermanas Clark la tomaron de la mano y se la llevaron a una mesa para que descansara, me gire y tenía a Don José junto a mí.
- ¿Qué papel juega el cardiólogo en esta historia? - Don José me miro con el ceño fruncido.
- Que yo sepa ninguna, ¿porque la pregunta?
- Me doy cuenta que el tal Lucas tiene un interés en Nina más allá de médico - paciente.
Sus ojos se clavaron en mí
- Tú mejor que nadie sabe eso verdad Damien - apreté los labios.
- Una cosa le digo Don José Santos, si el medico de quinta está interesado en Nina, yo me retiro porque no soy hombre de compartir - su sonrisa me molesto mucho.
- No olvides el contrato Damien, lo que me llama la atención es que tú no te enamoras así que no debe molestarte si Nina o Lucas sienten algo el uno por el otro, solo serán dos años Damien, nada más - se separó y camino hacia la tía de las hermanas Clark.
Mire a Nina y sonreí, había algo que Nina jamás iba a olvidar y era que yo le había dado su primer beso y eso nunca se olvidaba, sobre todo porque sabía que yo era todo un maestro en eso.