Mi Ángel Negro [serie Arévalo #6]

Capítulo 17

Damien

Dicen por ahí que la buena mujer es la que está junto a ti en las buenas y en las malas. No fu mi caso hace años atrás cuando fui arrestado, pero ahora tenía en frente de mí a una joven que estaba enferma del corazón, pero estaba determinada a apoyarme en todo momento. Mi corazón estaba sangrando aun de las heridas que la desconfianza de mamá produjo en él.

—Cuando empecé a estudiar la especialidad —mire la sorpresa en Nina, me daba cuenta que ella desconocía mi profesión — Nina soy médico, me estaba especializando en cardiología. Mi pasión era sanar el corazón a raíz de que mama se enfermo, sufrió un infarto pero no fue tan violento —Nina me miraba atenta — Un día salí a cenar a la casa de... —suspire — Lana, la tía de ella era mi mentora, una mujer muy especial así que le harían una cena en su honor. Tuvieron de invitado a un hombre muy importante pero solitario se llamaba Frederick, recuerdo que él llego antes que el resto de los invitados incluso que la propia tía de Lana, estuvimos conversando, pero de repente él se llevó la mano al pecho y me di cuenta que algo no estaba bien, actué rápido, evitando una tragedia. Los medios llegaron al hospital y él muy agradecido les dijo que yo era su Ángel y como tal, cuando el muriera toda su fortuna seria para su Ángel salvador, así me llamo la prensa el Ángel salvador- cerré los ojos al recordar todos aquellos acontecimientos en mi vida - Me negué y le dije que esa era mi obligación: salvarlo, pero él estaba decidido en convertirme en su heredero y puso todo a mi nombre.

—¿No tuvo hijos? —negué con la cabeza.

—Él estaba muy concentrado en amasar una gran fortuna, pero dejo que el tiempo pasara y cuando quiso darse cuenta ya estaba viejo y solo, todas las mujeres que tenía solo eran de ratos por los regalos que él les hacía — sentí el apretón fuerte de Nina —Le tome cariño Nina, yo no tuve un padre que se sentara junto a mí a charlar, a preguntarme como estaba, así que lo visitaba muy seguido —me sumí en mis recuerdos.

— ¿Qué paso Damien?

— Él me llamó una noche que deseaba que llegara a cenar con él, le había dado el día a su mayordomo quien le hacia compañía, recuerdo que le avise a Lana que no podría salir con ella porque le haría compañía a Frederick, ella se molesto mucho al saber que no llegaría y me reclamo por abandonarla siempre por él. Llegue más tarde de lo previsto donde Frederick por la discusión, hasta que Lana estuvo más tranquila me fui a verlo. Cuando llegué use mi llave porque no había nadie quien me abriera la puerta. Llegue a la sala y él no estaba, lo busque en la cocina y no lo encontre. Así que subí a su habitación, cuando abrí la puerta mi mundo se vino abajo, Frederick estaba en medio de un charco de sangre - Nina limpio mis ojos llenos de lágrimas - Yo me tire al suelo a ver que podía hacer por él y cuando le di vuelta al cuerpo, él tenía un disparo en el corazón, mataron el corazón que yo salve, en mi desesperación tome el arma para alejarla de él. Llame al 911 y a la policía.

Calle un momento, sentía el sabor de mis propias lágrimas.

- Él estaba muerto, mi alma sangraba por Frederick, el único padre que había conocido hasta ese momento. Declare ante la policía los hechos, me prohibieron salir de la ciudad porque estaban investigando el caso, la prensa estuvo detrás de mi todo el tiempo. Su funeral fue muy triste, él era millonario pero casi nadie asistio, me dolió tanto su partida — pase mi mano por mis ojos —Mi boda seria en  unos días, quise aplazarla, pero Lana se negó, desde que salve la vida de Frederick me había hecho famoso, así que ella no soportaría dejar de ser famosa.

—Continúa Damien

—Un día antes de la boda la prensa empezó a especular que yo era el único beneficiado por la muerte de Frederick y quizás la codicia por poner mis manos encima de la fortuna me habían convertido en el Ángel de la muerte.

—Damien si deseas puedes parar, estas sufriendo mucho, no has dejado de llorar ni un minuto desde que comenzaste a contarme la historia.

—Quiero sacar todo lo que llevo dentro de mi corazón Nina — ella recostó su cabeza en mi hombro — Él día de la boda llegué a la iglesia, estaban todos los invitados esperando y cuando llego el momento que Lana se apareciera lo hizo una de sus damas de honor para decirme que ella necesitaba hablar conmigo. Llegue donde se suponía Lana debía estar vistiéndose pero estaba vestida para salir de viaje, sus ojos me miraban con dureza y sus labios estaban apretados con furia, me dijo cruelmente que no se podía casar conmigo, su nombre y el de su familia no podían ser manchados por mí.

—Damien, ¿cómo pudo decirte eso?

Mire los ojos llorosos de Nina, mi corazón aleteo al ver que Nina sufría por mí, ella no se espantó ante mi relato ni mire rechazo en su rostro, su mano estuvo todo el tiempo aferrada a la mía dándome aliento.

— Ella me dejo ese día Nina, al día siguiente fui arrestado bajo la acusación de asesinato en primer grado, el arma tenia mis huellas y eran las únicas y sobre todo estaba registrada como si era mía —Nina enarco una ceja.

—Te tendieron una trampa —asentí — ¿Sospechas de alguien?

—No —mire hacia el horizonte donde el sol se estaba ocultando —No sé quién me odia tanto para haberse molestado en preparar todo el escenario, lo que si se, es que era alguien que me conocía muy bien porque sabía que yo me volvería loco por lo que le paso a Frederick y no tendría cuidado en si tomaba o no el arma homicida.

—¿ Y Lana?

Me gire y mire a mi esposa, mi dulce Nina.

—Ella no se apareció en el juicio ni en la cárcel, para Lana deje de existir— metí las manos en los bolsillos —Ya no le gustaba la fama que yo tenía en los medios, la prensa desde el día que me apresaron me empezó a llamar el Ángel Negro.

 




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