Mi Ángel Negro [serie Arévalo #6]

Capítulo 19

Damien

Al bajar del auto, miré los autos de los Areválos, estaban todos en la casa de Don José, suspiré y miré a Nina.

Ella extendió su mano, la tome y la entrelazamos. Con Nina me sentia seguro.

—Si no te creen, me tienes a mi y a papá.

— No sé, si estoy preparado para contarles la verdad— Nina no respondio, me insto a caminar.

Cada paso que daba sentía mi corazón acelerarse, no quería volver a pasar por el rechazo que sentí con mamá.

Solté el aire retenido cuando Nina abrió la puerta, cada paso hacia la sala era doloroso para mi. Cuando llegamos todos callaron y me miraron, tío Víctor se levanto y se apresuro a llegar a mi. Me miró con tristeza y me abrazó fuerte.

—Muchacho, ¿por qué no has confiado en mi? — levanté la mirada y Don José asintió, los Arévalos conocían mi secreto — Tu madre era una estúpida — se aparto para que mis primos me abrazaran —Lo único bueno que hizo tu madre fue enseñarte los valores de los Areválos, ¡lo único! — declaró molesto.

Miré a mi familia y no había reproche en ninguno.

— ¿No creen que soy un asesino?— mi voz sonó débil.

—Estas loco —declaró molesto Sèbastien —Hiciste mal al no decirnos por lo que estabas pasando, hemos perdido tiempo— todos se sentaron, Nina lo hizo a la par mía y aferro su mano a la mía.

—¿Algún sospechoso? —Salomón tenía una expresión de querer matar a alguien.

 —No se me ocurre nadie, Salomón — él asintió.

—Max, tú eres el mejor, queremos al responsable —Salomón cruzó la pierna.

— O los culpables — aclaró Sébastien —Los que hicieron esto sabrán que se metieron con la persona equivocada, no estas solo Damien llego la caballería.

Miré a los gemelos y ambos tenían la misma expresión, sed de sangre, sentí un escalofrío no quería estar en los zapatos de quién me había hecho daño.

—Denlo por hecho, descubriré quien está detrás de todo esto y se arrepentirá de haberse cruzado en el camino de un Arévalo —Max tenía la misma expresión que los gemelos.

—¿Ysi es una mujer?—preguntó Nina.

—Estamos nosotras — Ya decía yo que era raro que las trillizas estuvieran calladas — En este caso yo, porque Elena y Eloise serán madres— Lena, nunca pensé que para ella yo fuera parte de su familia, la trilliza mayor tenía fama de ser una leona que peleaba por los suyos con uñas y dientes.

— Y yo querida —Nina levantó la mano cuando todos iban a objetar — Voy a operarme.

El silencio que reino en la sala fue tan grande que si pasaba una mosca se oirian sus alas.

—Nina es la mejor noticia que me has dado— Don José tenía los ojos llorosos —Soy feliz mi niña.

— No te operará Luca ¿verdad?—me tensé ante la pregunta de Adrián.

— No —Nina me miró —Quiero que lo haga Damien.

Sentí que el aire me faltaba, mi esposa no podía estar pidiéndome eso.

—No puedo, eres mi esposa, no es ético que te opere— Nina me miró con la mirada más inocente y dulce que jamás había visto.

—En ese caso búscame un buen doctor Damien y claro está tú estarás supervisando, pongo mi corazón en tus manos.

Cerré los ojos ante la confianza que Nina pusó en mi, el segundo corazón que tenía en mis manos, pero esté era el de la persona que yo más amaba en la vida, abrí más los ojos con sorpresa al darme cuenta que ante mi mismo había admitido que yo amaba a Nina Santos.

—Tengo informes de mi detective, tienes un medio hermano Damien—fruncí el ceño ante las palabras de Don José — No te gustará la noticia — Don José se cruzó de brazos — Lucas es tu medio hermano.

Me quedé atónito ante la verdad que me estaba revelando Don José.

—Si Lucas es mi medio hermano y es primo de Lana —fruncí el ceño tratando de recordar si había escuchado alguna vez de Lucas pero no encontré nada en mis recuerdos— No recuerdo haber escuchado hablar de Lucas en las cenas, conocí a los tíos y tías de Lana y ninguna mencionó a un hijo o al nombre de papá.

—Max, ve tras la familia de Lana, investiga hasta el tatarabuelo, algo me dice que en esa familia se esconde el responsable de la muerte de Frederick —tío Víctor estaba muy enfadado —Investiga los negocios de está familia, pueden vivir en otro país pero mi poder los alcanzará donde estén — se levantó y se acercó a Don José  —Agradezco tu ayuda hacia un Arévalo, tienes mi gratitud para siempre —Don José miró a don Victor.

—Damien es como mi hijo, no tienes nada que agradecer, si compartí la verdad con ustedes, es porque ese pasado lo estaba destruyendo.

Don Víctor sonrió ante la fiereza de mi suegro.

—Desde hoy José Santos, tu familia y la mía son una sola — me quedé sin aliento ante la declaración de tío Victor, hacia suya a la familia Santos sólo por haberme ayudado, ¿tanto les importaba? Mis primos se levantaron y se acercaron a mi suegro y a mi tío, hicieron la reverencia que una vez mi madre me contó le hacían a mi abuelo, el patriarca de la familia, reverencia que jamás había visto le dedicarán a don Víctor o a otro miembro de la familia, en este momento mi tío Victor ante nosotros era la máxima autoridad de la familia.

Desde hoy toda decisión tenía que ser sopesada por él y bajo su consentimiento. Me levanté y le hice la reverencia a mi tío Victor pero también a Don José ese viejito había demostrado ser un excelente consejero y un sabio.

Todos los jóvenes ahí presentes, hombres y mujeres le dimos el lugar a esos dos hombres sabios que estaban en nuestra familia.

Estreche a Nina entre mis brazos, no imaginé que mi vida sería mejor al casarme con ella, ahora me sentía con fuerza para luchar contra quien se levantó en contra mía. Era tiempo de cambiar la historia, mi historia.

 




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