Mi Ángel Negro [serie Arévalo #6]

Capítulo 22

Damien

—Doctor. Arévalo, tiene una visita— levanté el rostro y miré a la enfermera con el ceño fruncido. No estaba ejerciendo totalmente, si estaba llegando a la clínica a apoyar al médico por unas horas.

—¿Es un paciente? —la enfermera se encogió de hombros, di unos cuantos masajes en mi sien, la joven ayudaba pero no lo suficiente. Suspiré.

— Hazlo pasar— ella asintió y me volvió a sonreír con coquetería, por más que la ignoraba ella insistía más en tratar de mostrarme partes de su cuerpo.

Me quedé inmóvil cuando vi entrar a la visita.Mi mentora, la tía de Lana, una mujer callada, fuerte y muy sabía.

— ¿Salvadora?— ella asintió y me sonrió.

—Damien querido, vine a la ciudad y me he enterado que estabas aqui— miró alrededor del consultorio— Me alegra que estés ejerciendo muchacho, fue triste lo que paso. Yo creí en ti Damien y sabía que demostrarías tu inocencia — extendió su mano y tomó la mía —Eres un buen hombre.

—Gracias Salvadora, la verdad fueron momentos duros pero ya los superé todos, tengo una familia que me apoya.

—¿Tienes mas familia? —asentí con una sonrisa. De la familia de Lana, Salvadora era la única persona que me visito en la cárcel, me llevaba libros de medicina para distraerme. Fue mi mentora y también una amiga.

—Si. Mi visita aquí fue para reunirme con ellos y aquí me quedé.

—¿Es familia de tu padre?_ negué.

—No conozco a nadie de la familia de mi padre, es la familia de mi madre, la familia Arévalo.

—¿Tienes algún parentesco con el famoso Víctor Arévalo? Dicen que es un hombre poderoso y casi todos los negocios de está ciudad le pertenecen a él— sonrió —No creo que sean familia, él es muy importante, sus negocios en el exterior son muy reconocidos... — la interrumpi, sonreí al oir a Salvadora repetir lo que se manejaba en la ciudad.

—Salvadora, Víctor Arévalo es mi tío, hermano de mi madre y patriarca de nuestra familia, considera la historia al estilo del padrino, salvo que mi tío destruye a los enemigos de la familia legalmente y su castigo es peor que la muerte, los aniquila económicamente, ordena que todas las puertas se cierren a su enemigo y por el respeto a tío Victor todos lo hacen— Salvadora me miraba asombrada.

— Vaya tú tío Victor te hubiera salvado de la cárcel, lastima que su poder no alcanzo hasta allá.

—Salvadora mi tío no conocía lo que me paso y su poder igual alcanza hasta ahí, sólo es cuestión de tiempo.

—¿Tiempo? _ asentí.

—Está historia apenas comienza, atraparemos  a quien me hizo tanto daño y no sé que es lo peor, si caer en mis manos o en la de los Areválos, te aseguro que somos los peores enemigos.

—Damien— volvió a tomar mi mano  —Debes perdonar muchacho, el odio no es sano para ti, deja el pasado atrás.

  —No puedo Salvadora, fui inculpado injustamente por algo que no hice, debe hacerse justicia.

—Mi querido Damien, haz justicia pero espero que la amargura y lo que pasaste te dejen vivir en paz, debo irme, pasaba por aquí para verte, me sentí feliz cuando supe que estabas libre y ejerciendo— asentí, me puse de pie y la acompañe hasta la puerta.

—Cuídate Salvadora — la miré irse y frunci el ceño al ver a Max ahí.

— Vaya, debe estar asustada porque andamos preguntando por ellos —entró al consultorio.

—Salvadora fue la única humana conmigo, me visitaba y estuvo pendiente de mi. Fue mejor conmigo que mamá.

—Sigue siendo Red, ten cuidado.

—Es en la única que confío en mi y que no me dio la espalda.

Max se encogió de hombro.

—No te lo tomes a mal, para mi todos son culpables hasta que demuestren lo contrario, la mamá de Lena fue mi sospechosa todo el tiempo que investigué.

—Lo sé Max, solo que me duele un poquitin que la única persona que se preocupó por mi sea tratada como un delicuente.

Max se encogió de hombros.

—He confirmado que Lucas en efecto es tu medio hermano. 

—Siente tranquilo Max, él no ha movido un solo dedo, se ha mantenido quieto pero mantenganlo vigilado —Max asintió.

—¿Y Nina?

—Esta bien, su recuperación esta siendo satisfactoriamente, solo hubo un momento que se puso triste y fue cuando se vio al espejo la cicatriz en su pecho, la tranquilicé aclarandole que la amaba más por ser una guerrera, su cicatriz lo demuestra.

—Espero que se recuperé pronto... lamento decirte esto pero Nina deberá visitar a Lucas.

Apreté los puños fuertes y clave la mirada en Max.

—Damien la familia Red no ha hecho el mínimo movimiento que demuestre que han conspirado en contra tuya. Lucas puede que sea el encargado de eliminarte aquí.

Asentí pero no me gustaba que Nina lo viera y sabía que si yo callaba lo que debía Nina hacer, las trillizas lo harían por mi.

Eso de tener unas cuñadas sobre protectoras me hacía pensar bien las cosas antes que ellas hicieran un escándalo y por supuesto Nina,  quien era una fiera ahora.

 




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