Nina
Me sentia mejor, estaba en la silla que quedaba en el corredor, cerré los ojos, me tranquilizaba escuchar el canto de los pájaros. Me sentía feliz me estaba recuperando satisfactoriamente.
—Nina — abrí los ojos y me sorprendí porque no escuché ningún auto acercarse.
— Lucas —él me miró y luego pasó su mano por el cabello.
—No has llegado a la clínica, tenías cita, no has llamado para cancelar antes de la cita, la pierdes y no te molestas en reprogramar —lo miré con pesar, Lucas siempre fue un buen amigo, deseaba que él no estuviera involucrado en el mal que le habían hecho a Damien.
—No he podido Lucas, he estado muy ocupada pero llegaré — decidí no contarle lo de mi operación — Te veo más delgado.
Asintió y se sentó.
—He estado un poco enfermo pero he mejorado.
—Dime Lucas, cuando te habías marchado pensé que había sido para no regresar por un buen tiempo, incluso me habías remitido a otro cardiólogo, ¿qué te hizo regresar?
Lucas se quedó quieto solo sus ojos se movían.
—Extrañé mi país— desvió la mirada hacia otro lado.
Sonreí con tristeza, el regreso de Lucas coincidía con la llegada de Damien.
— Nina, ¿eres feliz en tu matrimonio?—su mirada era indecifrable.
—Lo soy, Damien es un buen esposo.
—¿No te trata mal?—lo miré extrañada.
—No, ¿por qué la pregunta?
El suspiró y se pasó la mano por su rostro.
—Nina, ¿él te ha hablado de su pasado?— fruncí el ceño, Lana lo había hecho no entendía por que la pregunta.
—Lana lo hizo y lo sabes Lucas.
Me miró y agachó su rostro, Lucas se veía ansioso.
—No lo sabia_ murmuró.
—Mandó textos a mi número y la única persona que pudo dárselo eras tú —Lucas levantó el rostro y me miró con tristeza.
— Lana tomó mi móvil y robó el numero —entrecerré los ojos, no debía dejarme engañar, toda esa familia era la enemiga de mi esposo.
—Bien, ya no importa— Lucas suspiró.
—Nina, como el amigo que soy, deja a Damien —lo miré furiosa pero él no se detuvo—Hay alguien que lo odia mucho.
—¿Quién lo odia Lucas?¿acaso eres tú?
Lucas se puso de pie y me dio la espalda.
—Lo odiaba o eso creía — se quedó contemplando el horizonte.
—Confía en mi Lucas, ¿por qué lo odiabas, él no te hizo daño?
—Crecí odiandolo—se giró y su mirada era dura —Es mi medio hermano ¿lo sabias?
Hice como si me sorprendía la noticia, supuestamente Damien no lo sabía, si decía que si, arruinaría la investigación.
—¿De qué hablas Lucas?
—No tengo que explicarte como se hacen los hijos —el sonrió con ironía— A su madre no le importó meterse con papá que estaba casado, destruyó nuestro hogar, mamá estaba muy enferma, cuando lo supo eso la quebró y mamá sufrió mucho.
Me acomodé en la silla y me puse alerta, necesitaba saber quien era la madre de Lucas.
—¿Y tú padre?
—Huyó con la madre de Damien— lo miré porque honestamente no podía decir eso, los padres de Damien estaban muertos.
—¿De qué hablas Lucas?
—Lo que escuchas Nina, no sé dónde esta papá, él abandono la casa y se marchó sin mirar atrás.
—Pero la madre de Damien está muerta.
— ¡Mientes!— el rostro de Lucas se contrajo de la rabia — Marco se marchó con ella, huyeron y no le importo que mamá no podía levantarse de la cama.
—¿Dónde está tu madre Lucas?
_ Aislada en un cuarto, sin poder moverse por la enfermedad.
_ ¿Qué enfermedad?
_ Leucemia. Está postrada en una cama, ya no se levanta.
Frunci el ceño.
_ Lo siento Lucas, por la Sra. Red
_ Debo irme, me tenías preocupado por tus chequeos.
_ Estoy bien,no te preocupes — lo vi avanzar para irse.
_ ¿Qué te hizo cambiar de opinión con respecto a Damien?— él se detuvo y no me dio el rostro.
—Simplemente ya no lo odio —sin añadir más se marcho.
Al rato llegó Damien y yo seguía en la misma silla, con mi mente perdida en mis pensamientos.
—Nina —levanté el rostro y recibí aquel beso lleno de amor —¿Estás bien?
—Lo estoy —desvié la mirada hacia el horizonte — Vino Lucas.
Damien me miró molesto.
—¿Cómo se atreve?— iba a levantarse pero lo detuve.
—Damien, él me confesó que eran hermanos, pero Lucas maneja una información errada.
—¿ A que te refieres?
—Lucas cree que el padre de ambos huyó con tu mamá— Damien me miró con incredulidad.
—Mi madre está muerta, si se fueron los dos, pero fue al otro barrio.
Entrecerré los ojos.
—Damien, ¿en qué se basó el detective para informar que tu padre estaba muerto?
Él se encogió de hombros.
—Tú padre lo contrató, a él debió informarle bien, ¿por qué la pregunta?
—Me parece extraña la muerte de tu padre, sobretodo que para el mundo entero tu padre sigue vivo.
—La familia de Lana la mayoría es médico, diferentes especialidades debieron esconder bien la muerte de mi padre.
—La madre de Lucas por años ha estado postrada en una cama, lucha contra la leucemia, no puede ser ella la culpable.
—Nina, creo visitaré a Lucas, tengo el certificado de defunción de mamá, se lo mostraré.
No respondí, solo abracé a mi esposo. Cada día las cosas estaban más enredadas, sólo esperaba que pronto nos enteraramos quien era el responsable de la muerte de Frederick.