Damien
Me levanté rápidamente y a como pude lo aparté, Salvadora tosia y trataba de respirar.
—Eres un maldito Lucas
—Cállate, ¿cómo putas le has hecho esto a tu propia hermana? Aunque se lo has dado en bajas cantidades las estas matando —ba a acercarse nuevamente pero lo sujeté de las manos.
—Siéntate Lucas — él obedeció a tío Victor, me sorprendía la autoridad que él tenía.
El llavin de la puerta de entrada sonó, todos nos quedamos a la expectativa, Salvadora estaba quieta pero por el rabillo del ojo pude ver a Max que tenía su arma en su pierna apuntando a Salvadora.
Marco Allen hizo su aparición en la sala y su cara fue todo un poema al vernos, reparó en tío Víctor y frunció el ceño.
—¿Qué está pasando aquí?— sus ojos repararon en mi y su mirada no demostró ninguna emoción.
— Siéntate— mi padre miró a tío Victor molestó y negó.
—Está es mi casa y tu no me ma...— calló cuando los cuatro Areválos lo apuntaron, los miraba sorprendido —No lo harían...
—No estés seguro —Max se levantó y con fuerza lo sentó.
Tío Víctor se puso de pie y lo miró desde su altura.
— No me conociste bien, pero déjame presentarme, mi nombre es Victor Arévalo, hermano mayor de Katerine— él al escuchar el nombre de mamá endureció el rostro.
—Debe estar feliz— fruncí el ceño —Se marchó sin darme una explicación.
—¿De qué mierdas hablas? —me levanté furioso— Mi madre está muerta ¿como puta estará feliz?
—¿Muerta? — su sorpresa era genuina.
— Damien obedece y siéntate.
Frustrado me senté.
—Lana Red mató a Katerine — Marco negó.
— Ella me escribió hace poco informando que iba a casarse con un norteamericano.
—Poco hombre e imbécil — mi padre miró a tío Victor furioso— Mentiste a Katerine, la embarazastes y hasta que estaba así le confesaste que eras casado. Mi sobrino creció sin el apellido.
—Ese bastardo no es hijo mío, Katerine era una pu.. —tío Víctor le dio un puñetazo rompiendole el labio.
—Mi hermana era una mujer fiel —Sébastien le pasó otra carpeta— Lee imbécil.
Con un arma apuntandole era difícil no leer. Marco abrió los ojos con sorpresa y luego me vio a mi.
—Eres mi hijo —tío Víctor le volvió a dar otro puñetazo esta vez en el pómulo.
—Cobarde, por esta maldita prueba de paternidad mataron a mi hermana, si hubieras tenido las agallas, Katerine no hubiera hecho esta maldita prueba, la fue a retirar e iba a entregartela por tu maldita desconfianza.
Marco lloraba amargamente.
—La amaba y no podía aceptar que me había sido infiel y encima tenerle un hijo y querer hacerlo pasar por mi hijo, Damien no se parece a mi —tío Víctor le dejo ir otro puñetazo.
—Gracias a Dios no se parece a ti, Damien es un Arévalo, es un hombre que cuida lo suyo no lo hecha a la basura.
Marco sin previo aviso se levantó y le dio una cachetada a Salvadora con tanta fuerza que le rompió la nariz.
— Me mentiste maldita, me dijiste que Katerine te había confesado que Damien era hijo de Frederick —Salvadora se limpiaba la nariz y Marco levantó la mano para golpearla de nuevo pero Salomón cogio su mano y se la dobló haciéndolo lloriquear.
— Por muy arpía que sea, a una mujer no se le pega, eres un cobarde de mierda.
Los miré a los dos, tenía ante mi a un padre que no servía para ni mierda, se dejaba manipular por una mujer con una mente retorcida.
— Mary estaba envenenando a mamá— Marco miró a Lucas sorprendido —¿Te acuestas con esta maldita?
Marco negó.
—Estuvimos comprometidos cuando éramos adolecentes, nada serio, conocí a Susana y me enamoré de ella, pero mi sorpresa fue enterarme que era hermana de Maria Salvadora, ella actuó como si nunca me había visto y me aceptó de lo más normal.
— Te odiaba Marco, te marchaste sin decir nada, para ti nuestra relación no fue nada, pero para mi lo fue todo, aún sentía algo por ti cuando te apareciste siendo el novio de la estúpida de Susana. Yo era mejor que ella.
Agaché la cabeza tanto odio y maldad sólo porque mi padre no se había fijado en ella.
—Le robaste a mi madre —Marco negó —Claro que si, Lana tenía la mitad de la fortuna ¿la otra mitad la tienes tú?— él negó, pero reaccioné, mi padre sólo era un títere en manos de Salvadora.
—Tú Salvadora eres la mente maestra de toda esta mierda, buscaste una aliada en tu sobrina, pero salió peor que tú — Salvadora miró a tío Víctor con el ceño fruncido— Lana era la amante de Marco — decir que me sorprendí era poco — Mataron a Katerine e igual buscabas a matar a tu hermana Susana, pero tu sobrina estaba metiéndose en la cama con Marco.
Salvadora estaba furiosa se levantó y arañó la cara de Marco.
—Maldito siempre eran otras antes que yo, pero las pagarás — Salvadora poso su mirada en mi — ¿Sabes quien mató a Frederick?
Todos en la sala nos quedamos en silencio.
Salvadora me miró con maldad pura.
— Tu querido padre compro el arma a nombre tuyo, el mayordomo era su aliado, así que el día que Frederick murió, el mayordomo le abrió la puerta a Marco, éste sin preguntarle le disparó, quitándole la vida porque Katerine había dormido con él y le había dado un hijo.
Tragué grueso y dirigí mi mirada al hombre que no podía hablar porque Sébastien le estaba apuntando.
—Eres muy inteligente Salvadora, estoy seguro que cada paso que dio Marco tu lo planeaste —ella sonrió.
—Claro, Marco disparó pero el plan era todo mío.