Dimensión #1.
Prince Lost.
Salgo de la oficina mirando a los dos lados escuchando el maullar de Persagats en la gran jaula que llevo entre mis manos ocultas con una manta cierro a duras penas la puerta tras de mí, camino por los pasillos, observando como varios ángeles se encargan de reconstruir el castillo de cristal.
El castillo de cristal era conocido como un lugar sagrado obsequiado por el jefe de clan de Crystal hace siglos atrás al primer rey, el castillo estaba hecho solamente como hogar para la familia real, pero Bang Yongguk pensó que su mejor decisión de que sería un hogar para todos, aquel lugar seguro en donde se llevan a cabo las reuniones con jefes de clanes, el juzgado y oficina de los sabios, cada uno para un bien para el mundo de Cromática. Con el tiempo los ermitaños se encargaron de que el castillo se volviera un lugar sagrado en donde no cualquier criatura pueda entrar, en cuanto das tu primer paso en el castillo de cristal tu magia es bloqueada por el hechizo de protección que fue creado por los cuatro grandes ermitaños.
Suelto un suspiro con nostalgia al llegar a la parte trasera del jardín del gran castillo, siguiendo el pasillo recto hasta bajar las escaleras pero antes de hacerlo siento esa magia bajo mis piernas sentir magia ancestral filtrarse entre los bordes de los grande cimientos, pero pierdo a la idea al escalofrió tras de mí al llamarme.
-¡Sabia del caos! –Escucho un grito tras de mí.
Suelen decir mi título completo cuando estoy en problemas.
Giro lentamente esperando por encontrarme con problemas, pero mis ojos se encuentran con los ojos marrones de mi milagro que corre hasta alcanzarme, recuperando el aliento y mirarme desde abajo, sintiéndome tan pequeña a su lado.
-¿Qué sucede joven Han? –Pregunto con una amable sonrisa.
-Bueno no es nada grabe en realidad, el ermitaño Simón me ordeno que fuera con usted para tener mis primeras clases como sabio del caos. –Explica siguiéndome el paso bajando las escaleras, notando ese rostro curioso en una sonrisa al escuchar los maullidos dentro de la jaula.- ¿Son persagats?
-Lo son. –Asiento con la cabeza terminando en el jardín trasero dejando la jaula suavemente sobre el pasto quitando la manta que los cubre al igual que abro las pequeñas rendijas para que salgan, observando esos mininos ronronear al llegar con Han.
Él toma asiento sobre el pasto, regalándome una escena visual al verlo tan sonriente mientras reparte caricias a cada uno, pero cuanto eleva su rostro aclaro mi garganta desviando la mirada, abanicando con mi mano la magia ancestral que sale de mis poros al ver algo tan lindo.
-Ahora, te daré una introducción de lo que se tratara tu preparación como futuro sabio del caos mi pequeño milagro. –Tomo asiento frente a el sobre el pasto sintiendo su completa atención en mí.- Primeramente te explicare de lo que trata tener que ser un sabio del caos, pero antes me gustaría que opines ¿Qué te parece una lluvia de ideas? Cualquier cosa que te venga en la mente al tener que ser un sabio del caos.
-Meterse en problemas. –Dice aun pensativo siendo un flechazo doloroso a mi orgullo.- Contradecir a los demás sabios, hacer enojar al ermitaño, hacer explotar el castillo una vez al mes.
-Esta, bien, está bien. –Muevo mis manos para que pare.- Creo que hemos escuchado suficiente, ahora es mi turno. Tener que ser un sabio del caos no solamente te compromete a tener un juramento con la puerta del inframundo. ¿Recuerdas la puerta del inframundo?
-Es una puerta sagrada que solamente puede invocar a seres del inframundo, fue usado en la última guerra del siglo veintiuno para acabar con los demonios. –Asiento dándole la razón.
-La puerta al inframundo es transmitida a aquellas personas que están hechas para la teoría del caos, el primero en asumir la invocación a la puerta fue mi maestro el ermitaño Erik conocido ahora como ermitaño y jefe del inframundo, hermano mayor del ermitaño Simón de Servet, él fue mi mentor y quien impuso las reglas del caos que nos encargaremos de estudiar después, ahora. –Cambio de tema.- Quiero que sepas que tener sabio del caos no solamente te es la responsabilidad de preocuparte del mundo Cromático, si no a también dimensiones que corran peligro.
-¿Dimensiones? –Eleva su ceja sin entender.
-Al tener un vínculo con la puerta del inframundo te abre las puertas a millones y millones de dimensiones. –Explico esperando ser lo más comprensible posible.- Es un contrato que tienes con la puerta, siempre te permitirá abrir la puerta del inframundo y usar su ejército ancestral siempre y cuando cumplas tu promesa de tener que proteger a las demás dimensiones, te prestara la llave para abrir su puerta entre otras.
-¿Enserio? –Aun noto duda en su rostro.
-Es verdad mi pequeño milagro. –Me pongo de pie, inclinando mis manos a la tierra que al tan solo elevarlas muestra una puerta hecha de dorado metal, como pequeñas figuras de oro adornan las figuras de ancestros que les pertenecieron la puerta, mis manos van a mi bolsillo mostrando mi llave, concentro mi magia en la llave abriéndola mirando a Han.
-Te mostrare otra dimensión.
[...]
Dimensión. #3
Prince Lost.
Era conocida como la dimensión tres una de las terceras dimensiones que visite como criatura del caos en donde había pasado parte de mi infancia con Persagats, una gran cantidad de felinos en una sola dimensión en un ambiente tropical.