Mi aprendiz del caos.

Catástrofe 10

Kim Dong Han.

Mi rostro ven con amabilidad a las criaturas que entran y salen del pequeño centro comercial, trabajo aginado que me hizo tomar mi maestra desde que deje la escuela, al entrar a trabajar en Lost-Market esperaba recibir las burlas de las criaturas en Servet y llamar la atención de los medios después de destruir el edificio de nivel superior.

Pero tan solo ver a cada criatura pasar desapercibida como un simple cajero me hace recuperar el aire de mis pulmones, durante mi estancia como único trabajador ha sido tan gratificante hasta llegar la tarde, esperar a que den las nueve para poder salir y volver a casa y volver para el siguiente día para volver ir a la bodega y llenar cada estante restante de tan fabulosos productos.

En el mundo de cromática Lost-Market era una gran industria entre los dos continentes del mundo de cromática, además siendo una de las tiendas que acepta billetes y monedas como cambio monetario.

En cromática usamos como moneda de cambio criaturas de ganado. Es difícil cargar Chikeson como cambio, el mundo de cromática necesitaba transformar esas riquezas en dinero.

Mis manos apuntan en la hoja de papel siendo una idea buena para una futuro hipótesis estoy seguro que encontrare alguna manera para ayudar a Cromática monetariamente, tal vez el uso de cristales sea la forma adecuada, durante la semana que me pase con Kim Jisoo pude notar varios materiales que podría servir.

Una semana. Cierro mi libro con las apuntes de signos alquímicos que he usado durante el tiempo que he pasado con la alquimista, durante el transcurso de esta semana además de aprender este tipo de signos he logrado de alguna manera controlar mi magia ancestral que desbordaba, el entrenamiento me ha ayudado a controlarlo pero, aun no es suficiente para lograr a ser un gran alquimistas como Kim Jisoo o el rey de los cristal Park Hajoon.

La gran estructura como el muro que divide los dos reinos fue gracias a la alquimista Kim Jisoo y cada maravilla de estructuras como el castillo de cristal y la cárcel de Tenebris fue de Park Hajoon, la manera en que lograron formar ese tipo de edificios es algo que no dejare de sorprenderme y siendo una meta esencial para mí... Aunque lo veo muy lejano, la magia es tan grande que a veces puede tener consecuencias.

El edificio superior es algo que no iba a olvidar, pero también era una manera para tener que repararlo.

Optimismo, eso era lo que necesitaba.

Mis manos abren de nuevo el libro siendo nuevamente una más para tener que estudiar antes de terminar mi turno y cerrar el local, pero pierdo la concentración al escuchar el abrir de la entrada, miro los nuevos clientes entrar al igual que en minutos entra un hombre mayor una sonrisa me contagia con calidez al ver la criatura adulta con energía.

-Señor Prince. –Lo saludo con una sonrisa.

-Joven Han, me alegra volver a verlo aquí. –Menciona el tomando un carrito para arrastrarlo hacia los estantes de atrás.- ¿Cómo ha estado tu día?

-Tranquilo como siempre.

Me pongo de pie para atender de la caja observando a los dos chicos acercarse a la caja con varios paquetes de carne de cerdo, lo llevo en bolsas para después darles el recibo ellos pagan, abro la caja y regreso el cambio despidiéndome amablemente del chico pelinegro y el rubio que parecen salir con prisa.

Espero unos minutos para ver al señor Prince volver a la caja con sus compras paso cada alimento mientras siento la mirada fija del señor.

-Tu camisa, me gusta los colores. –Menciona el con una sonrisa.

-Oh, gracias. Fue un regalo de cumpleaños. –Le sonrió mientras llevo en bolsas sus compras.

Él sonríe ampliamente mientras espero a que salga el recibo no dejo de descartar al señor Prince de todos mis clientes es el que destaca más, sobre todo en su forma de vestir los colores que usa en cada ropa son tan llamativos siendo algo que no podía pasar desapercibido, además a lo amable que puede llegar una criatura a su edad de inmortalidad, la mayoría que conozco no tienen esa vibra de vida como él hombre.

Le entrego su recibo recibiendo el dinero de cambio al pasarlo en la caja toma las bolsas, aunque siendo impredecible su petición de cada día.

-Siempre me sorprendo por la cantidad de colores que siempre usas incluso de esta tienda. –Sonríe tomando las bolsas y guardando el cambio que le entrego.- ¿Te parece si te puedo encargar una de ellas? Te la pagare al siguiente día que te vea.

-Claro, no hay problema. –Sonrió.

El agradece caminando hacia la puerta hasta tener que irse, vuelvo a mi asiento sin dejar de pensar que es una amable criatura, aun a su edad no deja de ser tan alegre. Pero mi vista se desvía sobre la caja.

Olvido su cartera.

Mi mano toma su cartera salgo de la caja para salir pero en cuanto lo hago miro a mis dos costados al no encontrarlo, me alejo un poco del local esperando verlo pero o esta, parece haber desaparecido.

Regreso al local dejando su cartera guardada para después, tomo asiento mirando el reloj electrónico faltando pocos minuto para cerrar, vuelvo a tomar mi libreta para estudiar escuchando nuevamente la puerta abrirse pero lo ignoro hasta escuchar que vienen a caja, bajo la libreta poniéndome de pie hasta quedar boca abierto.

Mis manos tratan de pasar cada producto sin juzgar la extraña criatura que esta frente mis ojos, parece ser una criatura que jamás en mi vida haya visto, su piel está teñida de un tono blanco muy pálido mientras su cuerpo desprende tentáculos oscuros, mientras viste de traje.




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