Mi aventura

Capítulo 10: El final de un viaje, el comienzo de una nueva aventura

Con el paso de los años, Santiago y yo envejecimos juntos, compartiendo cada arruga, cada cana, cada recuerdo. Nuestra casa se convirtió en un refugio de amor y paz, donde las risas de los niños y el aroma de la comida cocinada con amor llenaban el ambiente.
Una tarde de otoño, Santiago tomó mi mano y me dijo: "Irene, ha sido un viaje maravilloso junto a ti. Gracias por ser mi pasión, mi amor, mi todo. Siempre te amaré, incluso más allá de esta vida."
Sus últimas palabras resonaron en mi corazón, llenándome de paz y serenidad. Sabía que nuestro amor trascendía las fronteras de la vida y la muerte, acompañándonos en nuestra nueva aventura hacia lo desconocido.
Y así, juntos y eternamente unidos por el lazo indestructible del amor, Santiago y yo nos despedimos de este mundo, listos para emprender el viaje más grande de todos: el viaje del alma hacia la eternidad.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.