Mi ayuda

Un corazón desolado

¿Que era lo que empeoraría mi situacion? Bueno pudo haber sido varias cosas, considerando mi situacion, bueno fue descubrir que era lo que enverdad tenía, mis amigas de la antigua escuela las veía muy pocas veces, cada quien ya tenía diferentes actividades y era difícil reunirse, pero sin importar la hora o el día sabía que podía contar con ellas pues así me lo.habian demostrado, pero apesar de ello no podía contarles mi gran dolor que habia hecho que todo en mi cambiara, no porque no quisiera, es que era demasiado vergonzoso y doloroso para hacerlo, ni siquiera podía pensar en ello sin que comenzara a llorar, tenía que admitir que si estaba siendo fuerte de cierta manera, dicimulaba para que nadie se preocupara por mi, y en un inicio eso funcionaba pero poco a poco me iba cansado, creía que tal vez con ayuda de mis amigas, mi familia algún día olvidaria este dolor, que cada vez se sentiría menos pero fue al contrario, cada vez quería salir menos, cada vez era más difícil sonreír y ahí fue donde las cosas cambiaron para empeorar, creo que el hecho de que la chispa de lo que me asia destacar se había apagado de cierta manera había revelado mi realidad, mis migas en la preparatoria que al principio mostraron interés, preguntando si había algo mal, o por qué estaba así, simplemente podía de escusa estar cansada, con sueño o aburrida, tal vez debí decir que no podía hablar de ello por ahora, pero tampoco era como si tuvieran mucho interés, pues eso se nota, cuando insisten o simplemente con su voz, ellas cada día se iban alejando de mi, olvidándome y dejándome aún lado, habeces ni notaban mi presencia, y ya no me llamaban hacer cosas, y con ello cada vez veía más mi dolor y junto con ello lo que ellas me hacían, sabía que estaba cambiada, lo sentía es más lo veía al verme en el espejo, ese hermoso brillo que emanaba de mis ojos cada instante ya no estaba, se había ido, mi actitud energética y sonrisa escandalosa ya no se oía por ningún lado, ni siquiera mis padres lo notaron, ni en mi iglesia aunque ahí tampoco abia amigos pero al menos pensé que no serían indiferentes ante esto, llegó un día en el que el peso de todo mi dolor sólo era sostenido por hilos delgados que se aferraban a una amistad que no había y que termine descubriendo amargamente. Aquel día tuvimos una hora libre y por una razón extraña mis "amigas" estaban también en el salón, pensé que era para hacerme compañía así que me sentí más comoda, había olvidado mis audífonos en casa pero quería oír música pues está siempre me relajaba y hacia olvidar por un momento mi dolor así que en mi cabeza comense a repetir una canción sentada en mi pupitre, cerré mis ojos para concentrarme, mientras me mesia con en ritmo de la canción, apenas con voz audible repetía la canción y mis pies daban el todo, realmente esto me estaba relajando, me recordaba mucho mis tiempos en los que era completamente feliz en mi antigua escuela por ello lo hacía y además era muy normal para mi, pero en un momento sentí un suave golpe en mi mano, abrí mis ojos y era una de mis amigas y se veía molesta.

-Deja de hacer el ridículo, nos averguenzas

Solo asentí con la cabeza y ella regreso a su lugar sin volver a verme, de hecy ninguna lo iso, pensé que tal vez aunque sea una de ellas diría algo a mi favor pero solo no me miraron confirmando que estában de acuerdo con ella, me pare de mi lugar y fui al baño lo más rápido posible, una vez ahí comense a llorar en silencio, llorar por la suerte que habia encontrado, no iba permite que ellas me vieran asi, una vez saque un poco de mi dolor salí del baño y me lave la cara, subí de nuevo a mí salon y me senté, mi cara definitivamente ya no era la misma, pero nadie lo noto o simplemente no les importo. Aunque ya había pasado un mes desde el día en que supe que ellas no eran mis amigas nadie había notado que había caído en depresión, me pasaba las tardes durmiendo, no tenía ganas ni de levantarme en las mañanas, pero aún luchaba con las pocas fuerzas que aún me quedaban lo hacía para que nadie pudiera decir que me humilló hasta undirme, pero cada vez tenía menos fuerzas, mis calificaciones estaban bajando y ya no salía de mi salón, ahí solo me la pasaba llorando o durmiendo, pensé que no tenía ningún amigo, y las que tenía no quería decirles para no preocuparlas, y aunque lloraba en mi salón el cual nunca estaba solo todos me ignoraban, veía tristemente como era ignorada, un día me pare en una pared se mi salón en donde había una gran ventana y miré al cielo, era lindo contemplarlo, pero ese día mis fuerzas se habían acabado, estaba por rendirme  y dejar todo sin importar nada, sólo con una última esperanza miré al cielo y en mi mente dije desde loas profundo entre lágrimas corridas

-Dios mío te ruego que me ayudes porque yo ya no puedo más, y si no lo haces dejaré todos mis sueños y esperanzas



#7168 en Joven Adulto

En el texto hay: superacin, espiritual y religin

Editado: 12.10.2020

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