Mi Bella Imposible [wahs].

Capítulo : [9]

Siento el frió madrugador recorre cada una de mis partes desnudas , mientras busco el atuendo escolar

Siento el frió madrugador recorre cada una de mis partes desnudas , mientras busco el atuendo escolar.

Pollera con camisa, corbata.

Repito sellandomelo, para no olvidar lo que deseo hallar. Pase por tantas emociones que no recuerdo si lo deposite dentro del lavado, o simplemente lo tire en medio de toda la montonera de jeans, y blusas que tengo sobre la silla de madera.

Mis ojos se encuentran muy debilitados y achinados, olvidé que debía hacer tarea sobre Literatura y Geografía para hoy, debo evitar a toda costa ceros en el reporte diario, por ello en pleno mal estar tuve que ponerme en practica, tomando el bolígrafo y cuaderno sin compadecerme del estado que acarreaba, en aquellas horas.

Espero todo lo escrito, en esas tantas hojas concuerde con lo dado en clase, si no lo es estaré totalmente hundida.

«No olvide darse con la puerta, para que capte su llegada niña Cantero»

Federiquito maneja mal los chistes, se que soy torpe pero no tanto como para golpearme a propósito, si el golpe es para el esta vez seria con mucho más fuerza, quizás hasta marcante. El hombre bien importado, al impactar contra algo solido se le subió el mal humor contra todos, pero con Sandra es todo un romántico.

Yo lo llamo un mujeriego en serie, o acosador en caceria veo como la observa, esas miraditas son muy deseosas.

Le hace falta llevar un cartel enorme en la cabeza, que diga:

Oye estoy bien necesitado, nos tomamos unas copas linda.

Si algún día alguien llega a decirme algo así, seguramente le reservaría un vuelo a pudretemarano.com

Seria un buen viaje, ya no volvería. Eso si seria genial me ahorraría hacer su extensa tarea a diario, aun mejor ya no vería como todas las mañanas, tiene la gran exitosa oportunidad de tenerla al lado, en la sala de docentes, o en el almuerzo.

Si la suerte no esta de mi lado, dejare que vuele hacia la senda feliz.

Salto de aquí hacia allá, colocándome los calcetines adecuados, guardando todo lo necesario dentro de la mochila. Sin olvidar el libró que podrá ayudarme a ganar esa apuesta, para ser franca aún no tomó el tiempo necesario para leer las primeras hojas, pienso iniciarlo hoy mismo, en las horas puentes o recreos.

No deseo bajar el promedio, ya lo tengo claro desde el primer día de clases.

«Eres una Cantero, digna de una familia adinerada y poderosa, nada de bajas, no quieres ir de mal en peor verdad»

No quiero ocasionar nuevos problemas, con los que han pasado ya es suficiente me siento totalmente engañada, derrotada, prefiero ahorrarle menos peso a los siguientes días rutinarios.

Calculé cada posible paso, para averiguar la localización de esa llamada, haré un espacio en la agenda para buscar entre todos los registros, la línea de ese móvil.

Dudo que allá sido un delirio mio, el llamo, escuche sus súplicas, acarreaba lágrimas del pasado, llenando ese poso oscuro y tormentoso del pasado.

Quien se encarga de ocultarte una verdad tan grande, durante muchos años no te quiere realmente, menos las personas que acompañan a guardar sobre candado ese secreto.

Consiguieron defraudarme vilmente.

No creo ni creeré, en los relatos de los demás.

Coloco una vincha lila sobre mi pelo rizado, lo acomodo con las manos y enderezo la corbata. Oigo unos pasos desesperados, subiendo uno por uno los tantos escalones que habitan en esta gigante mansión, simulo que no escuche nada y ato ambas agujetas para poder salir lista de la recámara.

Viene agotada, Jazmín abrió la puerta de un manotazo, trae ojeras, sus pupilas demuestran que expulsó muchas lágrimas.

-¿Que te ocurre por qué vienes así?-La abrazo con preocupación esperando que decida contarme.

-Pase toda la noche atormentada pensando que nuestra amistad se terminaría. Te pido perdón no debí leer tu diario. ¿Crees que puedas perdonarme?-Explica sobándose la nariz.

Admito que en ese momento, me deprimí y victimice demasiado. No debí ser tan fría y dura con la chica que se a vuelto una amistad, durante la infancia después de todo no lo hizo con maldad, no sabe por lo que estoy transcurriendo. Soy una adolescente idiota.

-Perdóname tu a mi no debí responderte de mala gana... tampoco quiero perderte. ¿A quien podré molestar si ya no estás eh?-Sonríe quitándose las lágrimas con un pañuelo.

-Me alegra escucharte decir eso.-Asegura viéndome a la cara con un pequeño destello de luz en los ojos.-También traes mala cara ¿estuviste llorando?

Debo decirlo, es la única que si puede ayudarme.

No quiero esconderle otro secreto.

-Te lo voy a decir pero no debes contarle a nadie.-Promete jurando con el dedo meñique.

Respiro entrecortado, cuesta soltarlo pues siento que no puedo, el habla falta.

Soltarlo es lo mejor, para vivir asustada no hay razón.

-Mi padre no murió el esta vivo.-Reveló con un nudo en la garganta.-Se comunico conmigo por el teléfono de la biblioteca escolar.

-Pero como es posible... ¿hoy no es el día de los inocentes? ¿o si?

-Crees que no me reiría si fuera una broma.-Tomo mis pertenencias y a la vez le indicó que salgamos hacia el pasillo.-Estaría tentadisima si no fuera verdad.

-No puedo creerlo nunca pensé que tu mamá caería tan bajo.

-Yo tampoco a pesar de todo guardaba un poco de esperanza.-Recuerdo todos los años vividos en los que confíe aunque no me allá dado cariño maternal.




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